La Comisión Europea desoye la petición de los productores de ajo español
La decisión ha sido valorada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha como “decepcionante y frustrante”. La determinación de Bruselas, aseguran, provocará que la crisis de precios que sufre el sector se agrave.
Tal y como ha explicado el representante de UPA en Bruselas, Javier Corrales, la respuesta que ha ofrecido la Comisión Europea ha sido : “hay que adaptarse al mercado”. La Comisión camina hacia la liberalización del mercado mundial sin tener en cuenta a sus productores y no se plante estudiar posible medidas de suspensión de los acuerdos de importación para atender los problemas de bajos precios de los productores españoles.
Pero además va mucho más allá y advierte de que el sector del ajo ya tiene un nivel de amparo superior al de otros cultivos y que en 5 o 6 años reducirán estos los niveles de protección. Es decir, más incertidumbre para el sector.
Según ha trascendido, a lo único que estaría dispuesta la Comisión es a tratar de conseguir una marca que identifique el ajo europeo del resto que viene de fuera, un sello de calidad. En este sentido insta a España a mejorar sus estructuras de comercialización, promoción y etiquetado. Algo en lo que desde Bruselas sí mostrarían su apoyo.
Julio Bacete, presidente de la Mesa Nacional del Ajo, adelantaba hace unos días que apelarían a la OCM única para pedir el retraso en la entrada del contingente arancelario: “la OCM Única en su artículo 219 dice que se pueden paralizar las importaciones de productos extranjeros si dichas importaciones suponen un riesgo de crisis del producto en los países de la Unión”.
Bacete aseguraba también que el aumento de la entrada de ajo chino pone en peligro la continuidad del cultivo en la región donde a día de hoy se contabilizan 10.500 hectáreas repartidas entre las provincias de Albacete y Cuenca y de las que viven alrededor de 5 mil familias.