Una mujer al frente de la cuchillería albaceteña para “pelear” contra la competencia desleal

María del Pilar Jiménez García (Madrigueras. Albacete) es gerente de  la empresa Cuchillería Jiménez  Hermanos SL y ha sido elegida por la Junta Directiva como nueva presidenta de la Asociación de Cuchillería y Afines (APRECU).  Se ocupará en unos días de una asociación que cumple 40 años. En los últimos 14 ha estado dirigida por Juan Andrés Barbero, el hombre cuyo último empeño, antes de dejar el cargo este mismo mes, ha sido lograr la Indicación Geográfica Protegida para la cuchillería de Albacete. La Comisión Europea podría tener definida una figura específica de protección en el horizonte de 2018. Será un reto que ahora asuma la nueva presidenta.

Es usted la primera mujer presidenta  desde que en 1977 se constituyera APRECU. Eso marca un hito…

La verdad es que es un orgullo.

¿Cuánto hay de tradición cuchillera en su familia?

Formo parte de la empresa familiar Cuchillería Jiménez  Hermanos SL que tiene una trayectoria de 40 años. Pertenezco a la segunda generación y me ocupo de gerencia de una empresa que fundó Federico Jiménez Valera, mi padre. Ya trabajaba a los 14 años de cuchillero y con el tiempo en 1976 se estableció como empresario, creando  puestos de trabajo. Ahora se ha jubilado y sus cuatro hijos y su hermano estamos al frente de la empresa. Por suerte cada día vamos levantando más.

Desde su experiencia personal… ¿Cómo cree que ha evolucionado el sector en los últimos años?  

El sector ha ido cambiando sobre todo en cuanto a fabricación. Antes era todo muy artesanal. Con los años se ha ido mecanizando más y actualmente, por ejemplo, en nuestra empresa seguimos haciendo cuchillos artesanos pero nos hemos centrado más en lo industrial, debido a la demanda del mercado. Ha tenido que ser así para poder competir en calidad. Dada la competencia desleal que teníamos de terceros países solo con la artesanía no podíamos vivir ni mantener los puestos de trabajo.

¿Cómo ha influido esa competencia desleal de terceros países que tanto ha denunciado Aprecu?

No podemos competir en precios pero sí en calidad, en materiales de primera mano, y no reciclados. Eso nos lleva a esta etapa más industrial para salir al mercado.

¿Y cómo  puede distinguir el consumidor un cuchillo de Albacete de cualquier otro?

El consumidor final a primera vista no diferenciará si el cuchillo es importado o nacional Para eso estamos los profesionales, debemos explicarlo. El cuchillo de Albacete tiene unas características como el acero que se utiliza. Es  acero inoxidable molibdeno vanadio. También es fundamental el tipo de trabajo que lleva, como es el desbastado de la hoja que tiene que ir en disminución de arriba hacia abajo porque si no, el cuchillo no corta. Y los mangos que llevan deben estar autorizados por Sanidad. Si ponemos un mango de madera, no solo no se puede poner en el lavavajillas sino que con el tiempo se deteriora, los restos de comida se introducen en el mago y resulta perjudicial para la salud.

Un cuchillo del mercado asiático, que es nuestra principal competencia, no está desbastado y no corta ni la primera vez. Los materiales no son de primera calidad y no corta. Si lo lleva a un afilador, el cuchillo nacional estará listo en cinco minutos, los otros puede tardar de 30 a 40 minutos. Le va a costar más caro afilar que el propio cuchillo.

¿Hay cantera para continuar esta tradición artesana?

Vamos a tener mucha más demanda. Con  las nuevas generaciones en las empresas, si mantenemos el apoyo de los distintos organismos, podremos mantener los puestos de trabajo.

¿De cuántos empleos hablamos en Albacete?

Actualmente tenemos unos 900 pero hace diez años había 2.500 empleados en la cuchillería solo en Albacete. Por circunstancias como la crisis y la competencia desleal se ha ido reduciendo.

¿Hace falta apoyo formativo ahora que se diseña el III Plan Regional de Formación Profesional?

Cuanto más apoyo tengamos para que la tradición siga, mejor. No es un oficio fácil de aprender si nadie te guía.

En su empresa se ocupa en particular del área de exportación y comercialización. Como en la caso de otros productos de la región… ¿La comercialización y el marketing  sigue siendo el talón de Aquiles del producto?

Sí, es un rasgo fundamental. Todo está enlazado. Sin una buena campaña de marketing no te compran. Hay que insistir mucho, viajar…

¿Quiere trabajar desde APRECU en este sentido?

Sí, aunque ahora estamos más centrados en conseguir la Indicación Geográfica Protegida como Producto No Agroalimentario, en lograr el ‘Made In’.

De hecho acaban de viajar a Bruselas junto al presidente de Castilla-La Mancha… ¿Por qué es importante que Europa apoye la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para productos no agroalimentarios en el caso de la cuchillería de Albacete?

Nuestro producto estará protegido por una organización fundamental y eso es lo que nos da poder para frenar la competencia desleal y la importación desde terceros países. Si una navaja viene del exterior que venga con la identificación del país. Si viene de China que ponga ‘Made in China’. Lo necesitamos porque hay gente que importa el producto y luego le pone un ‘Made in Albacete’. Estamos luchando, es nuestro caballo de batalla.

Estamos muy satisfechos y agradecidos con el acompañamiento de la Junta, el esfuerzo que se ha hecho para conseguir la IGP.

La Junta estudia la posible Declaración del sector Cuchillero y la Navaja de Albacete, como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Patrimonio Inmaterial ¿Qué aportaría este reconocimiento?

Le daría prestigio y allí donde estén nuestros cuchillos sería la garantía de fabricación en la provincia de Albacete.

Juan Andrés Barbero deja un amplio legado después de 14 años al frente de APRECU ¿Cómo lo valora?

Es una persona maravillosa. Ha trabajado muchísimo y por circunstancias de la vida nos deja pero, como él dice, siempre va a estar en la trastienda para todo lo que necesitemos. Es un buen amigo y será un buen consejero para la asociación de cuchillería.

¿Cuál va a ser su principal empeño al frente de la asociación?

Lo primero es pelear por conseguir la IGP y una vez encauzado, debemos conseguir más socios para APRECU. Ahora somos 60. Y darnos a conocer en ámbitos internacionales. Habrá nuevos  proyectos para dar a conocer la navaja y el cuchillo a nivel mundial.