El fascismo no tiene nada de guay

Recuerdo escuchar hace ya un tiempo al desterrado líder del Partido Popular, Pablo Casado, algo así como que la gente de izquierdas siempre estábamos hablando de “las fosas de no sé quién”. Un lenguaje más bien despectivo y que le quita la importancia que se merece a la llamada Memoria Democrática (anteriormente referida como Memoria Histórica, sustituida por esta Ley cuya normativa es mucho más completa que la anterior) y eso me pareció una gran falta de respeto.

En muchas ocasiones, he hablado de mi bisabuela Rosa, abuela de mi madre, la cual estuvo presa durante siete largos e injustísimos años por el ‘delito’ de ser hija y mujer de ‘rojo’. Y hoy lo vuelvo a hacer para intentar, de alguna forma, despertar la conciencia de toda esa gente que se cree que el franquismo tampoco fue para tanto.

Sí, esa expresión tuve que escuchar en una clase en boca de mi profesora de Literatura de la carrera, que nos dijo que la dictadura fue algo que “tampoco fue para tanto” o que “fue un tiempo donde se vivía muchísimo mejor que ahora, donde hubo mucha más paz de la que cuentan por ahí”. Imaginad cómo me sentí yo, a mis diecinueve años, cuando escuché aquello. Igual que aquella perorata fascista que nos soltó justo el día después de una victoria del PSOE en unas elecciones generales.

Dichos discursos me parecieron siempre totalmente peligrosos, indecentes e inmorales, pero no creáis que en aquella ocasión no respondí en clase. No pude callarme porque al fascismo no se le discute ni se le asiente, sino que se le combate desde cualquier lugar con argumentos. Y es justo lo que hice. Argumentos, que es precisamente lo que esa gente no tiene.

Por eso, sigo esforzándome en mis artículos y en mis discursos en explicar, con argumentos e ideas contrastadas para que toda la gente lo sepa, que la dictadura de Franco no fue precisamente un tiempo feliz. Tampoco de paz y ni mucho menos de armonía.

Hablar de ello es algo necesario y me niego rotundamente a hablar de que en España existe una concordia real y total. No. No la habrá mientras haya restos humanos en cunetas, fosas comunes y en otros diversos lugares. No habrá ni paz ni concordia mientras exista un solo familiar del bando republicano sin saber dónde se encuentra un ser querido. Y es que hay que dejar claro que eran personas y seres humanos como los del otro bando, y tan españoles como los otros.

Por eso, quiero dirigirme sobre todo a la gente joven que se cree que Franco fue un tipo guay o que aquellos años de genocidio y exterminio fueron un tiempo plácido y mucho mejor que el que estamos viviendo. Y por ello me veo en la obligación de decirles que la etapa democrática actual es, sin duda, muchísimo mejor que los casi cuarenta años de fascismo que tuvimos en España.

Es mejor porque tienes una Educación Pública que hace que el hijo del obrero pueda optar a unas becas que le faciliten tener un trabajo digno y seguramente mejor que el de sus padres y abuelos. Es mejor también porque las mujeres ya no tienen que tener el permiso de su padre o de su marido para que les vea un médico. Es mejor porque hoy puedes caminar libremente por la calle con tu pareja, sea esta de tu mismo sexo o no, y que nadie te diga nada. Incluso aunque seas del Partido Popular y te llames Javier Maroto.

Pero ya que a ti, joven, te gustan tanto las redes sociales, ten cuidado porque no todo lo que te cuentan ahí es verdad. Sí, aquellos ‘influencers’ a los que acudes, a veces más que a un libro de texto, en muchas ocasiones te están engañando y manipulando. Y fíjate que ellos se están haciendo ricos a tu costa y no te estás dando cuenta de ello.

Y cuando votas a tal partido porque son ‘españoles’, resulta que está a favor de que te quiten ayudas, becas o, incluso, en contra de subir el salario que ahora mismo cobras en ese primer trabajo que encontraste.

Esos partidos a los que su líder se le hincha el pecho hablando de patriotismo, no creas que luego si les votas y llegan al poder te van a poner la vida más fácil, sino al revés. Y si crees que miento, mira las noticias de países como Argentina y verás cómo el pobre es aún más pobre que antes y ve cómo su ‘plata’ disminuye a ritmo de motosierra.

Y si crees que las mujeres deben ser tratadas como dicen esas canciones del reguetón, te estás equivocando por completo.

Si te he soltado este ‘rollo’, como tú dices, es para que sepas, ‘tronco’, que precisamente el fascismo no tiene ni ha tenido nunca nada de guay.

Recapacita antes de que sea tarde y no les vuelvas a votar o te estarás dando un tiro en el cuerpo entero y, cuando menos te lo esperes, acabarán con tus derechos y tu libertad.