Si nuestras vidas no valen pues produzcan sin nosotras

La organización #NosotrasParamos, creada por miles de mujeres de 35 países, ha convocado un paro internacional de mujeres para el 8 de Marzo, y desde Podemos Castilla-La Mancha queremos sumarnos y apoyar esta convocatoria.

Este 8 de marzo las mujeres del mundo nos unimos en forma de bloqueo y desafío, en un grito común donde estamos nombrando muchas cosas. El paro se ha ido construyendo en muchas lenguas y singularidades, viene de todo un recorrido de protestas y dando espacio a diferentes reclamos; desbordando la cuestión laboral, aún sin dejarla de lado, la multiplica dando forma a una realidad histórica. Ese mismo grito se escuchó hace año y medio en Argentina y Chile en la mayor manifestación de la historia de ambos países, resonando en todo el mundo: #NiUnaMenos. También bajo el nombre de “Lunes Negro” cientos de miles de mujeres se manifestaron en Polonia para parar una iniciativa que vulneraba los derechos sobre sus cuerpos. Ya en 2017, el pasado enero, la marcha en Washington contra Donald Trump arropada por 616 “marchas hermanas” en todo Estados Unidos y en el resto del mundo. O en nuestro país con las marchas de la 7N Plataforma Feminista contra las Violencias Machistas.

Durante el siglo XX las mujeres hemos irrumpido en todos los ámbitos del saber y del trabajo, gracias a la incansable labor del movimiento feminista. Hoy podemos reconocer el fruto de su legado y admitir que nuestra presencia es importante y beneficiosa para el conjunto de la sociedad. Hemos venido para quedarnos, aunque sabemos que el camino no es fácil.

Pero este conjunto de avances se ha visto afectado por la crisis, que ha supuesto un grave retroceso para nuestros derechos, razón por la cual hemos decidido pararnos para revindicar: Somos nosotras quienes sufrimos los recortes y los expolios de los servicios públicos, en la destrucción de nuestras escuelas, hospitales, residencias, servicios de atención a la dependencia y casas de acogida para mujeres víctimas de violencia de género. Son la libertad y el status ciudadano de las propias mujeres los que están siendo recortados.

Nosotras somos las expulsadas del mercado laboral o las condenadas a la precariedad laboral en trabajos a tiempo parcial y mal pagados que impiden nuestra autonomía económica. Somos las que ganamos hasta un 22,5% menos por desempeñar exactamente el mismo trabajo. Somos las que trabajamos fuera y seguimos trabajando dentro de casa. Somos las que nos hemos tenido que quedar o hemos vuelto a casa para encargarnos de los cuidados. Es nuestra vida la que está siendo arrebata por la violencia machista: en lo que va de año 16 de las nuestras, según datos oficiales, 24 para quienes contamos todos los feminicidios, aunque la víctima no sea pareja o ex pareja del agresor.

La fuerza del paro de mujeres reside en su capacidad de lucha que atraviesa lo laboral, lo económico y lo político con la capacidad de vincular diferentes luchas. ¿Qué ocurriría si las mujeres dejáramos de hacer todo lo que hacemos? Nuestro particular exilio interior es mucho más invisible y solitario que otros y todo lo que damos es a cambio de nuestros derechos, nuestra libertad y nuestras propias vidas. Este 8M las movilizaciones suponen una jornada de denuncia y de rechazo contra las diferentes formas de explotación que nos afectan. Pero este 8M también supone una oportunidad de puesta en común de los cuerpos en la calle para imaginar y poner en marcha una discusión sobre nuestro futuro. La feminización del mundo comporta novedad y modernidad y no una simple maternización en forma de cuidados como quiere el capital. Tenemos que ser capaces de emanciparnos caminando hacia un horizonte popular aún por construir entre todas y todos. El camino pasa por apostar por una vida digna.

Porque esto debe parar, el 8M las mujeres paramos.

Porque si nosotras paramos, se para el mundo.