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El paraíso lagunar de Villafranca, bajo riesgo de sequía total

Lagunas de Villafranca de los Caballeros / Turismo CLM

Alicia Avilés Pozo

El Complejo Lagunar de la localidad toledana de Villafranca de los Caballeros, en pleno corazón de La Mancha, es uno de los sitios preferidos por los habitantes de la comarca y por los 'forasteros' para darse un baño en verano. Es además Reserva de la Biosfera y una de las zonas de asentamientos de aves más importantes de la Mancha Húmeda. Su división entre la Laguna Grande, perfecta para darse un chapuzón y con propiedades curativas por su composición de cieno y salitre; y la Laguna Chica, observatorio de riqueza natural, la han convertido en un espacio de recreo. Hace ya casi un cuarto de siglo que se secaron por última vez. Si no llueve y siguen las altas temperaturas este verano, tal y como confirman las previsiones, pueden volver a quedarse sin agua.

Este espectáculo de convivencia entre hábitat terrestre y acuático, con aves surcando los cielos y animales esteparios habitando su suelo (patos colorados, porrones moñudos, ánades reales), junto con las praderas subacuáticas, está “en el corazón” de los habitantes del pueblo, que todavía se niegan a creer que la zona pueda quedar desertificada. Así lo lamenta su alcalde, Julián Bolaños, quien augura que si tras el verano no se secan, “les va a faltar muy poco”.

Las 72 hectáreas de las Lagunas de Villafranca obtienen el agua del río Cigüela, mediante la concesión de 40 litros por segundo. Durante los cuatro meses en que este afluente del Guadiana ha llevado un caudal normal, el complejo lagunar ha mantenido ciertos niveles, sobre todo en la Chica, pero no ha sido suficiente para compensar la temprana ola de calor. “El agua se ha evaporado”, destaca el alcalde.  

El Ayuntamiento de la localidad pidió al final de la legislatura anterior que la Confederación Hidrográfica del Guadiana aumentara esta concesión por ser una zona protegida, algo que se le denegó debido al bajo nivel de los acuíferos. Pero aunque ahora la situación es incluso peor, “no sirve para nada volver a intentarlo”. “Aunque pidiéramos más concesión, el río no trae agua y la laguna estaría igual. ¿Qué podemos hacer?”, subraya.

Tampoco limpiar el Caz (lugar para recoger el agua y trasladarla) es la solución. Los voluntarios se encargan de quitar algún tapón, pero este canal también sirve como filtro verde para el paso del agua. A ello se une que el 'vaso' lagunar es cada vez más pequeño debido a que se posan sedimentos en el fondo. Actualmente, el punto más profundo en la Laguna Grande no llega a los dos metros.

“El pueblo está entristecido, todos llevamos la laguna dentro, es nuestra seña de identidad, pero poco podemos hacer. Los acuíferos están bajo mínimos, a los regantes les están limitando sacar agua, así que llega un momento en que lo que más tiene que preocupar es el agua para beber, y aunque nos dé mucha pena que no haya baño, el abastecimiento es lo prioritario”, recalca Julián Bolaños.

La única esperanza para no volver a ver la zona “cuarteada y desertificada” es confiar en los ciclos de lluvias. Los expertos que también trabajan como voluntarios en la limpieza de las lagunas, afirman que es posible que vuelva a haber periodos de lluvias intensas (‘gota fría’) que hagan que las lagunas recuperen el nivel del año 1996, cuando llegaron a desbordarse, pero “también es cierto que los periodos de sequía son cada vez más intensos”.

De cualquier forma, el alcalde destaca que la zona recibe visitas todo año. Allí se celebra su tradicional Baño Invernal en enero, y las actividades en el Aula de la Naturaleza se mantienen abiertas. Esta iniciativa mantiene su programación aunque la laguna esté seca o bajo mínimos, porque la zona sigue siendo “un lugar para visitar y es una fuente de ingresos para el pueblo”.

Actualmente tiene reservas ya para el otoño por parte de instituciones, colegios, institutos, asociaciones y particulares. El año pasado recibió más de 2.000, con más de 300 pernoctaciones. Es otro ‘pulmón’ para una zona castigada que tiene en su Grupo de Voluntariado Medioambiental su mayor tesoro y que quiere volver a tener su verano de aves, baños y barcas.

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