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Radiografía de la “preocupante” situación del mayor acuífero de la provincia de Albacete

Riego en imagen de archivo

Elena Martínez Vázquez

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El mayor acuífero de la provincia de Albacete, el de La Mancha Oriental, presenta una situación hidrológica “muy preocupante”. Desde la Asociación para la Conservación de los Ecosistemas de la Manchuela (ACEM) llevan “poniendo el acento muchos años”.

Este acuífero comprende la mayor parte de la provincia de Albacete y parte de Cuenca, que corresponde al río Júcar. Esta masa de agua subterránea es de las “más sobreexplotadas desde los años 70, por lo que llevamos mucho tiempo intentando revertir la situación”, dice David Villalba, miembro de la Asociación para la Conservación de los Ecosistemas de la Manchuela-Ecologistas en Acción.

Un recurso que se debe de valorar y conservar más para “dar un legado a nuestras generaciones futuras. En estos momentos se encuentra en riesgo de no alcanzar el buen estado cualitativo y cuantitativo. Dentro de la Directiva Marco Europea del Agua, norma superior a la que tenemos que acogernos porque se ha interpuesto a la legislación española”, añade David.

Para el año 2027 habría que cumplir una serie de preceptos para conseguir el buen estado de las masas de agua, tanto de las superficiales como de las subterráneas. Asimismo, para alcanzar los objetivos que marca la Directiva Marco Europea del Agua, el acuífero debería de haberse recuperado. “Muy lejos de buscar esa recuperación sigue ahondándose en su sobreexplotación. Aquí el organismo componte, la Confederación Hidrográfica, para ordenar los recursos hidráulicos está politizado ya que atiende mucho a los requerimientos de las Comunidades Autónomas y de los Regantes. Ambos tienen una gran fuerza para conseguir sus objetivos económicos”, explica Villalba.

Por lo que el acuífero de La Mancha Oriental está en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo. Esto se traduce en que se debería de empezar a recortar concesiones. Una situación que “no está declarada a la Directiva del Marco del Agua por presiones directas de las comunidades autónomas (Castilla-La Mancha y Valencia) y de los grandes regantes de la zona. No quieren que se declare sobreexplotado ya que sería la manera que tendría la confederación Hidrográfica de establecer restricciones. No quieren que llegue esta situación porque supone recortes en el riego”, señala David.

“Una fotografía de la situación real de donde se destina el agua del acuífero”

El miembro de ACEM muestra una perspectiva real de lo que supone esta masa de agua, ya que este acuífero de La Mancha Oriental abarca el centro, norte y este de la provincia de Albacete. Así, el “93,5% del agua se destina a regar y solo un 7,5% es para abastecimiento humano. Aquí las partes están claras”, indica.

Desde ACEM-Ecologistas en Acción lo que “pedimos es que se recorten a los grandes ‘aguatenientes’, una palabra que hemos acuñado. Entre las dos grandes concesiones que hay en esta demarcación tienen la misma agua concedida que toda la población de Albacete junto con sus polígonos industriales. Los primeros 50 regantes se llevan casi el 60% de esa dotación de agua”, explica David.

En este sentido, la ‘Finca de Los Llanos’ del Marquesado de Larios, es la mayor de la provincia de Albacete. Esta finca tiene una “dotación de 6.900.000 metros cúbicos de agua, eso supone la mitad de lo que consume la ciudad de Albacete con sus polígonos industriales. Solo una finca que tiene muy poco retorno social ya que cuenta con 50 trabajadores. Es para hacernos una idea general de la situación real de dónde van los recursos hídricos”, resalta Villalba.

Además, destaca que esta agua va destinada a la agricultura, pero la mayoría de los productos que se producen “son sedentarios y destinados a la alimentación animal o la exportación. Ni aporta seguridad alimentaria, ni fija población y no tiene un retorno social”. Desde ACEM-Ecologistas en Acción no piden que se recorte a pequeños propietarios o a las cooperativas de los pueblos, lo que si piden es que se recorte drásticamente“ a los grandes ‘aguatenientes’. Se trata de un recurso público que está dando dotaciones ”insolidarias“.

“El gran problema es la agricultura. Se lleva extrayendo desde los años 70 muy por encima de la tasa de recarga, se saca más agua de la que llueve. En aquellos años prácticamente se regalaba todo porque se hablaba de que había un mar inagotable debajo de la provincia de Albacete. Desde ese momento se estableció una carrera por esa agua que ganaron los que tenían contactos políticos y pudieron establecer unos regadíos brutales que han provocado que bajen paulatinamente los niveles del acuífero”, destaca el miembro de ACEM.

¿Qué consecuencias tiene?

Las consecuencias de todo esto es que ha provocado que muchas fuentes, manantiales y arroyos se sequen, porque conforme baja el nivel del acuífero hay muchas fuentes que se quedan por encima del nivel que ha bajado y deja de tener agua. Una de los problemas que más se quejan desde ACEM.

Hay otros que se suman a este gran problema como el exceso de extracción, muy por encima de la capacidad de recarga. Esto se debe a que el Cambio Climático se está “revelando”, solo viene a agravar. ¿Por qué? Todo porque se reducen aún más las precipitaciones, algo evidente que se ve con el paso de los días.

“Cada vez llueve menos por lo que se recarga menos el acuífero, pero cada vez hay más extracciones, esta es la paradoja. Ahora se riega todo, hasta el leñoso como la viña. Todo ello por una ley orgánica, la 89.2 que te concede 7.000 metros cúbicos por hectárea. Nacía para aquellos que tenían una vivienda a tres kilómetros de un pueblo, en vez de obligar al municipio a que llevaran agua hasta el hogar te permitían abrir un pozo para tener agua para el consumo. Al abrigo de esta ley de ámbito estatal, Castilla-La Mancha empezó una guerra con el agua. Así se comenzó a abrir pozos para regar el leñoso sin sanciones”, explica David.

Asimismo, en estos diez últimos años se ha empezado a regar el almendro, la viña, el pistacho o el olivo que son cultivos que históricamente son de secano y nunca se habían regado. Por lo que entre “el cambio Climático y la cantidad de regadíos, el acuífero está en una situación lamentable”.

Tan mala es la situación que se ha hecho una sustitución de bombeo, “un premio a los que lo han hecho mal como han bajado tanto los niveles. Esto se traduce que a los agricultores les cuesta mucho más dinero sacar esta agua. Ahora las bombas que sacan esa agua, necesitan más energía porque está más agotada. No les sale tan rentable porque está más profunda por el gasto que se ha hecho. Aun encima se les premia con aguas que vienen del Embalse de Alarcón con tuberías que sustituyen esos pozos”, añade.

Soluciones que se plantean desde ACEM-Ecologistas en Acción

Desde ACEM siempre “planteamos la misma solución. Se trata de ajustarnos a la realidad, y son las precipitaciones. No se puede sacar del acuífero por encima de lo que las precipitaciones nos aportan. Además, habría que sacar menos de lo que la lluvia aporta para intentar revertir la situación para que se recargue el acuífero”.

Villalba comenta que la única manera de conseguir esto es recortar en los regadíos. Una receta muy clara que trata de recortar concesiones, sobre todo a aquellas que tienen un gran volumen de agua “obsceno”.

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