Un pueblo de Toledo lleva una semana sin agua potable
Los vecinos del pueblo La Iglesuela en Toledo llevan más de una semana bebiendo agua embotellada desde que la Consejería de Sanidad declarase no apta para consumo el agua del municipio, según ha informado a Europa Press el alcalde, Víctor Eduardo Elvira. El anuncio se llevó a cabo a lo largo de la celebración de las fiestas de la localidad, cuando la población de la pequeña localidad de poco menos de medio millar de habitantes.
El consistorio comunicó el mal estado de la potabilizadora a la Diputación de Toledo, institución que ostenta las competencias de la gestión del agua de la localidad, al haber adjudicado el servicio a Aqualia. El consistorio ha acusado a la empresa de actuar con “desidia” en el mantenimiento de las instalaciones, según ha declarado el edil a medios locales de Toledo. La prohibición de la consejería de Sanidad se hizo oficial el día 4 de septiembre.
Para paliar el problema, el Ayuntamiento ha tenido que hacerse cargo de los gastos de dos camiones de agua embotellada, que llegan casi a los treinta mil litros, mientras esperan a que lleguen los camiones cisterna de la Diputación de Toledo. El gasto ha significado unos cuatro mil euros al Consistorio, y el Gobierno local ha asegurado que reclamará la cantidad a Aqualia, al ser la empresa responsable del abastecimiento del agua entre la población.
El alcalde de la localidad ha pedido a la Diputación provincial que vigile el servicio que la empresa Aqualia ofrece a la población, al estar a cargo no sólo de su potabilizadora, sino también de la balsa de Torinos de la que dependen otros tres municipios de las cercanías. Los camiones cisterna que abastecen a la población de la pequeña localidad acuden por ahora dos veces a la semana al pueblo, hasta que la situación se resuelva.