El festival de cine solidario que se ha transformado para reflexionar sobre los efectos de la pandemia

El día 15 de marzo, en el inicio del estado de alarma por la emergencia sanitaria en España, el Festival de Cine Solidario de Guadalajara (FESCIGU), uno de los certámenes de cortometrajes más importantes del país y colaborador de los Premios Goya, ya tenía preparada las bases de su edición de octubre, que se iba a centrar en la sostenibilidad. El plazo de recepción de cortometrajes se había abierto, pero todo cambió a partir de ese día. Al igual que en centenares de eventos culturales y sociales en España, sus organizadores trabajaron los primeros días con la incertidumbre y las dudas. Pero al final han decidido que no pueden “ignorar la realidad” y han cambiado su cartel, su web y su temática.      

La XVIII edición del FESCIGU 2020 se centrará en el coronavirus y retrasará hasta 2021 el tema de la sostenibilidad y el cartel que ya habían anunciado. Es la primera vez que la organización decide cambiar de temática en el transcurso de una edición, algo que “ha sido propiciado por los recientes acontecimientos que han venido a modificar drásticamente nuestras vidas”, comenta el director del certamen, Luis Moreno.

“Los acontecimientos que estamos viviendo en estos días nos están poniendo a prueba como sociedad, obligándonos a adaptarnos día a día a la nueva situación que ha generado la pandemia de COVID-19”. La organización es consciente de que la necesidad de garantizar un distanciamiento social que ponga coto a la expansión del coronavirus está suponiendo que en todos los ámbitos “nos tengamos que reinventar para una realidad que hace pocas semanas no existía”. Mientras, la incertidumbre sobre el futuro del festival sigue siendo muy grande.

El coronavirus en la sociedad, las emociones y el medio ambiente

Como punto de partida, han decidido cambiar el tema central para centrarse en los impactos que tendrá el coronavirus en la sociedad, desde el punto de vista social, ambiental, emocional y económico. “Creemos que actualmente la preocupación que está generando esta pandemia nos obliga a priorizar esta cuestión sobre cualquier otra”, subraya su director.

En la organización saben que según avancen las semanas y los meses y se vayan acercando las fechas de celebración del FESCIGU en octubre, se adoptarán nuevas medidas para una realidad todavía desconocida. Por eso están ideando alternativas para que el festival pueda garantizar la seguridad del equipo, de los espectadores, de los concursantes, de los miembros del jurado y de todas aquellas personas que de una u otra manera tengan relación con el festival.

“Sabemos que, de cualquier manera, habrá dificultades para celebrar el festival, por lo menos tal y como lo hemos hecho hasta ahora y con el calado que siempre ha tenido. Pero queremos llevarlo a cabo y es evidente que tenemos que hablar del coronavirus porque es lo que nos preocupa y afecta a todos. Un festival de cine solidario no puede ignorar esa realidad”, remarca Luis Moreno.

Partiendo de esta premisa, afirma que la nueva temática tampoco quiere “cansar” al espectador, que “estará saturado” de esta cuestión para entonces. Por ello, su idea es “hacer una reflexión más en profundidad, ir un poco más allá”. “Sentimos que estamos desprotegidos frente a la pandemia pero muy probablemente influya muchísimo cómo hemos tratado a la naturaleza. Tenemos que reflexionar sobre lo urgente que es el proteger nuestro entorno para estar nosotros protegidos. No podemos pensar que un planeta que está agonizando no nos va a pasar factura”.

El festival buscará también atender a los efectos sociales de un virus que “ha alterado por completo” nuestras costumbres y que también está golpeando con fuerza a los colectivos más vulnerables. Buscará hablar de ello desde muchas más vertientes, más allá de la sanitaria o la económica. “Nos enfrentamos a una crisis con muchas caras y debemos prestar atención a todas ellas para saber qué tipo de sociedad tenemos y debemos transformar. Podemos sacar conclusiones muy positivas que nos ayuden en un futuro”.

La incidencia de esta pandemia ha quedado también demostrada en el hecho de que la organización del FESCIGU ya haya recibido decenas de cortometrajes centrados en esta temática, lo que refleja “que la gente ya está reaccionando”.

El plazo de recepción está abierto hasta el 15 de mayo, por lo que la organización espera poder abordar esta realidad desde una gran cantidad de prismas. Y a esta reflexión a través del cine solidario también quiere añadir exposiciones, talleres y coloquios en las condiciones y en el formato que sean posibles para entonces. Porque, gracias a las herramientas tecnológicas y al trabajo de mucha gente, su director concluye que “festival va a haber”.