Siete años y medio de cárcel por intentar matar a un 'cobrador del frac' en Villarrobledo con un toro mecánico
El Tribunal Supremo ha decidido confirmar una condena de siete años y medio de prisión para un vecino de Villarrobledo, en Albacete, que en 2014 atropelló con un toro mecánico a un ‘Cobrador del Frac’ que había acudido a su casa para reclamarle una deuda. Los jueces han rechazado su recurso contra su condena por un delito de asesinato en grado de tentativa después de que, en paralelo, la víctima haya sido indemnizada con más de 80.000 euros por parte de la aseguradora.
Los hechos, según la sentencia del Supremo, ocurrieron en la localidad albaceteña de Villarrobledo en marzo de 2014. El acusado, empresario de la zona, era requerido desde hace tiempo por la empresa ‘El Cobrador del Frac’ para pagar una deuda de casi 17.000 euros. Para entonces ya mantenía una relación conflictiva con esta empresa, dedicada al cobro de deudas por parte de morosos a sus clientes, y les había acusado de acosar a su familia.
Esa mañana el condenado salió de su casa y vio que uno de los cobradores del frac había aparcado su coche corporativo y se disponía a exigirle de nuevo el pago de su deuda. Fue entonces cuando fue en coche hasta su empresa, cogió un toro elevador de más de 11 toneladas, volvió a la zona y se estampó contra el vehículo de ‘El Cobrador del Frac’.
El trabajador de la empresa de recobros, que llevaba menos de una semana trabajando para ellos, quedó atrapado entre el toro elevador, su coche y la pared de una de las casas cercanas. Tardó más de un año en recuperarse de sus heridas y presenta secuelas a día de hoy, enrte otras una cojera que le inhabilita para cualquier trabajo que implique estar de pie.
La sala de lo penal del Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena de siete años y medio de cárcel que la Audiencia Provincial de Albacete impuso al acusado por un delito de asesinato en grado de tentativa. “Cuando embiste contra el vehículo, sabía que su conductor se encontraba entre éste y la muy cercana pared del edificio, y que, con altísima probabilidad, lo aplastaría contra ella, causándole heridas que, también con una altísima probabilidad, podrían causarle la muerte”, dice el Tribunal Supremo.
En un primer momento los jueces de Castilla-La Mancha concedieron que es posible que, en un primer momento, su intención no fuera acabar con la vida del cobrador de deudas, pero zanjan que tenía que imaginarse la posibilidad de matarle cuando embistió el coche con el toro elevador con la pala extendida y dirigida también contra el coche.
Los jueces que sentenciaron el caso dijeron en su primera sentencia que no tenían “ni la más mínima duda” de que el crimen no fue un accidente, como defendió en todo momento el condenado: fue a por la maquinaria de trabajo y enfiló la calle donde estaba aparcado el cobrador de deudas, en línea recta y a la máxima velocidad posible. No hay pruebas de que todo fuera un accidente provocado por un error en los frenos o por un pedal resbaladizo, como alegaba el homicida.
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