La Guardia Civil retira de Brihuega el último símbolo franquista de sus casas cuartel

La Guardia Civil ha eliminado el escudo con el símbolo franquista del águila de su cuartel en Brihuega, en Guadalajara. Al reemplazarlo con el escudo constitucional se culmina con la supresión de todos los símbolos franquistas en las dependencias del Instituto Armado en España. El escudo permanecía en la fachada del edificio desde 1950 y su eliminación se hace para cumplir con el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica y también en el “marco del compromiso con los derechos democráticos de la Guardia Civil”. También se retiraron los símbolos del cuartel en Albacete, en honor al comandante Molina.

Según relatan desde el proyecto Memoria de Albacete, se recordaba al comandante Ángel Molina, sublevado en 1936 y también a los amotinados, hasta “bien entrada” la segunda década del siglo XXI. Las placas ahora están depositadas en el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca. “Quedará siempre la memoria de quienes fueron detenidos y custodiados en aquel cuartel acusados de toda suerte de delitos políticos”, recalcan desde el proyecto.

Desde la Benemérita han querido recalcar que ha sido la llegada de la directora general, María Gámez, que se ha impulsado los trabajos para eliminar este tipo de “símbolos preconstitucionales” que seguían en los cuarteles. De este modo, se ha abordado una docena de actuaciones en los últimos dos años. Gámez es, además, la primera mujer al estar al frente de la institución. No sólo han sido escudos como en el caso de Brihuega, sino también mosaicos o placas.

Desde el Foro por la Memoria de Guadalajara han querido celebrar la noticia, pero recalcan que “no es el último símbolo franquista que queda en la Guardia Civil”, De este modo hacen alusión al “líctor o fasces” que utiliza el cuerpo desde 1943. “La Guardia Civil, creada en 1844, y que cumple este año tantos años usándolo como los que estuvo sin usarlo. Debe ser sustituido porque no es un símbolo democrático”, recalcan.

Carles Mulet, senador de Compromís, había instado justamente durante 2020 a la retirada total de este tipo de símbolos, y había acusado al Gobierno de España de “ocultar información durante meses, marear y no contestar”. “Es completamente injustificable que en 2020 pervivan estos símbolos”, criticaba entonces.