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Padres y madres de Guadalajara reclaman eliminar el uso individual de dispositivos móviles en las aulas

Niños con tablets PC en un aula.

Carmen Bachiller

2 de abril de 2025 22:33 h

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La Comunidad de Madrid eliminará de sus colegios el uso individual de dispositivos digitales en alumnos de Educación Infantil y Primaria el próximo curso escolar 2025/26. Un nuevo decreto todavía en elaboración regulará y limitará su uso en centros públicos, aunque por otro lado el Gobierno de la vecina región asegura que “garantizará” la adquisición de las competencias digitales recogidas en los currículos educativos de las diferentes etapas.

Representantes de Asociaciones de Madres y Padres (AMPAS) de colegios de Guadalajara, así como agrupaciones de padres y madres de varios centros de esta provincia, se han organizado para reclamar a la Junta de Castilla-La Mancha que haga lo mismo.

El movimiento ya cuenta con la participación de familias del CEIP ‘Jocelyn Bell’ de Yebes, CEIP ‘San Roque’ de Horche, CEIP ‘San Blas’ de Cabanillas del Campo, CEIP ‘Los Olivos’ de Cabanillas del Campo, CEIP ‘La Paloma’ de Azuqueca de Henares, CEIP Siglo XXI de Azuqueca de Henares, CEIP ‘José Inglés’ de Chiloeches, CEIP Parque Vallejo de Alovera, CEIP San Bernabé de Trijueque, CEIP ‘Badiel’, Colegio Salesianos y del Colegio Santa Ana, estos dos últimos centros concertados.

María, portavoz del colectivo y madre de alumnos de un centro de Cabanillas del Campo y explica que “ya hay interés de varias personas en la provincia de Ciudad Real”, explica, y el objetivo es llegar a toda la comunidad autónoma. Se están organizando a través de grupos vinculados al colectivo ‘Adolescencia Libre de Móviles’.

“Sabemos que la LOMLOE marca que se impartan competencias digitales, pero lo que no tiene ningún sentido es que los niños lean un pdf en una pantalla, como está ocurriendo”, asegura esta madre indignada. Se trata, aclara, de “regularlo” y creen que eso puede conseguirse con una asignatura sobre competencias digitales.

Aducen que se trata de seguir las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP) o la de numerosos colegios médicos, como el de Oftalmología.

Argumentan también que la Agencia de Protección de Datos (AEPD), ha concluido en 2024 que Google Workspace for Education, una de las plataformas tecnológicas para la educación más generalizadas “no es recomendable” o que este organismo oficial también señala que el uso de dispositivos digitales con fines educativos propiedad del alumnado y sus familias, “puede generar tratamientos de datos que afecten gravemente a sus derechos y libertades, en concreto a su derecho a la no discriminación y a la educación; a la vida privada y familiar; a la integridad física y psíquica del menor, y a la protección de sus datos personales, además de a su desarrollo integral como personas”.

“Las familias deben adquirir una tableta, en algunos colegios a partir de tercero de Primaria, con ocho años, cuando empiezan a consolidar la escritura, para tener los libros de texto de las asignaturas troncales en formato digital”. Una medida que rechazan. 

A eso suman como “agravante” que cuando los dispositivos se rompen, como generalmente son propiedad de las familias, se generan “cuantiosos gastos” a la economía familiar.

“Regular en vez de prohibir”, responde Educación

Fuentes de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, señalan a preguntas de elDiario.es Castilla-La Mancha, que su posición en esta cuestión pasa por “regular en vez de prohibir”.

En opinión del departamento que dirige Amador Pastor, “la prohibición de dispositivos tecnológicos impediría un conocimiento esencial”. Cree que “prohibir es perder” y añade que “no hay evidencia científica que respalde que la eliminación de dispositivos digitales en las aulas mejore el rendimiento académico”.

Por otro lado, sostiene que la prohibición total del uso de dispositivos en el aula impactaría en la “confianza” en el profesorado. Y es que, añade, supondría dar “por hecho” que el docente no sabe enseñar correctamente con ayuda de estos recursos o que está exponiendo al alumnado a riesgos innecesarios.

También alude al “rechazo mayoritario de la comunidad educativa” para respaldar la petición que llega desde Guadalajara. “Las tecnologías digitales, cuando se utilizan de manera adecuada, pueden ser herramientas valiosas para el aprendizaje. Hay un manifiesto firmado por más de 100 docentes de la universidad en contra de la prohibición del uso de dispositivos como apoyo al aprendizaje Manifiesto a favor de las TIC en las aulas”, señala la Junta castellanomanchega.

No hay evidencia científica que respalde que la eliminación de dispositivos digitales en las aulas mejore el rendimiento académico

Consejería de Educación de Castilla-La Mancha

Además, Educación dice que la prohibición supondría “perder la oportunidad de enseñar un uso adecuado de la tecnología, proporcionando conocimiento para el uso de la Inteligencia artificial, enseñando a detectar y protegerse de los riesgos”.

O que “en un mundo cada vez más digitalizado, el sistema educativo del siglo XXI, tiene la obligación de formar en competencia digital a la sociedad”, tal y como recoge la legislación.

Sobre la preocupación de los padres y madres del alumnado habla de establecer medidas “para reducir los riesgos derivados del uso temprano, intensivo o inadecuado de las tecnologías de la información, mediante regulación”, aunque sin especificar cómo ni cuándo. En todo caso mantiene la necesidad de “garantizar” la adquisición de las competencias digitales recogidas en los currículos educativos de las diferentes etapas.

Según el departamento de Educación del Gobierno de Castilla-La Mancha, “la escuela, es la única que puede garantizar la digitalización universal, sin exclusiones ni brechas digitales” y evitar así la creación de “huérfanos digitales” o estudiantes que, al no contar con un entorno escolar que les enseñe a utilizar la tecnología “de forma crítica y responsable”, quedan en desventaja frente a sus compañeros que sí tienen acceso y acompañamiento en su uso.

En declaraciones a este medio, facilitadas por escrito, se alude al balance beneficio-riesgo y a la “responsabilidad con los menores, por parte del sistema educativo de Castilla-La Mancha en el uso de las tecnologías en el ámbito educativo”, citando el informe de 2023 de la UNESCO sobre ‘Tecnología de la Educación’ que apunta al necesario acceso a la tecnología en todos los centros. “Algo imposible si se prohíbe su uso”, reitera Educación.

Por otro lado, recuerda que esta comunidad autónoma fue “la primera” en prohibir el uso de los móviles en el aula y se ha regulado en las Instrucciones de inicio del vigente, incluyendo pautas para su uso. “Las tablets no van en el bolsillo de los alumnos, permanecen en el aula en un entorno controlado y supervisado por los docentes”, abunda la consejería.

Apela también a la capacitación del profesorado. “Se han realizado más de 4.000 acciones formativas orientadas a mejorar las competencias digitales de los docentes, teniendo más del 80% de profesorado con niveles avanzados de competencias”, detalla y también a la “complicidad con las familias”.

En esta cuestión insiste Educación en que “no se trata de enfrentar o prohibir, sino de responder a una preocupación que desde el ámbito educativo se recoge y valora para dar respuesta” y que se hará en los distintos ámbitos de participación, “juntos”, desde el Consejo Escolar, la Mesa de Padres o los consejos escolares de los centros.

“Estamos hartos de esperar a que alguien regule algo”

Frente a la opinión de la Consejería de Educación, María asegura que “la mayoría de padres estamos en contra. Estamos hartos de esperar que alguien regule algo, así que hemos decidido movernos”.

Hasta la fecha no han mantenido ningún encuentro con este departamento de la Junta de Castilla-La Mancha, aunque no lo descartan.

Antes buscarán consenso en toda la región entre padres y madres. En cualquier caso, dice María, “muchos de nosotros nos planteamos no comprar dispositivos digitales el próximo curso. Los niños llevarán libros de texto. Es que hay una ley que regula el material curricular. Hay muchas incongruencias. Intentaremos que la Consejería de Educación lo regule”.

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