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Un parque de viviendas envejecido “no supone mayor riesgo de incendio”: los arquitectos llaman a la calma

EFE/Ángeles Visdómine

Alicia Avilés Pozo

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La tragedia del incendio de dos edificios en la ciudad de València, que ha provocado el fallecimiento de diez personas y decenas de heridos, inevitablemente ha hecho saltar la alarma social. Las dudas sobre nuestra vivienda han surgido de repente: ¿vivo en un edificio seguro?

En el caso de Castilla-La Mancha, esas preguntas además van acompañadas de un mantra que se ha repetido a nivel político: el parque inmobiliario es muy viejo y necesita mucha rehabilitación. ¿Hay un vínculo entre ambas cuestiones?

El Colegio Oficial de Arquitectos de esta comunidad autónoma y el Gobierno autonómico creen que no existe tal relación. La Consejería de Fomento recuerda que actualmente los Informes de Evaluación de Edificios (IEE) son obligatorios para los que tienen más de 50 años. En estos estudios se hace una valoración global a través de técnicos competentes en la materia y se presentan ante el Ayuntamiento. 

Es decir, quien vela por el cumplimiento del IEE son los ayuntamientos y la Administración regional, además, tiene un registro documental de esos informes.

El Código Técnico de Edificación es “muy exigente”

Para el resto de edificios, los profesionales tienen que cumplir con la normativa, que en este caso es el Código Técnico de la Edificación (CTE). En los últimos años, recuerdan fuentes de la Consejería de Fomento, esta normativa ha sufrido varias modificaciones y es “muy exigente” en cuanto a las condiciones de seguridad y habitabilidad mínimas que tienen que tener las viviendas.

Esta norma es también la piedra angular que resalta el Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha. Su decana, Elena Guijarro, reconoce que el parque de viviendas en la región está “muy obsoleto” pero en cuando a eficiencia energética, ya que edificios anteriores a los años 50 del siglo pasado ni se utilizaba el aislamiento.

No existe por tant, a su juicio, una relación directa entre lo viejo que pueda ser un edificio y el riesgo de incendio. “Muchos son ineficientes en energía, en accesibilidad, estructura o habitabilidad, pero eso no supone un mayor riesgo de incendio. La seguridad contra incendios depende de cada sistema constructivo, no de los años que tenga el edificio”.

Con carácter general, Elena Guijarro afirma, sobre la tragedia de València, que lo más importante es que “no cunda el pánico”. “Resulta realmente increíble cómo se extendió tanto el incendio cuando era algo puntual, iniciado en un toldo. Pero hacía mucho viento y no sabemos realmente por qué se transmitió a esa velocidad. Pero sí podemos concluir que es un caso excepcional y hay que transmitir tranquilidad”, subraya.

Las características que tenemos ahora mismo de los materiales de construcción son mucho más garantistas y efectivas

Elena Guijarro Decana del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha

La experta está convencida de que este tipo de siniestros “no son algo que pueda pasar habitualmente” y de que han concurrido una serie de circunstancias para que las dos fachadas quedaran envueltas en llamas. Pero, insiste, “ni está claro qué tipo de materiales había ni si existía una cámara ventilada que hiciera efecto chimenea”. “Sí es cierto que había lana de roca, pero el resto son conjeturas. Ha sido una desgracia muy grande y debemos esperar a tener datos fiables antes de que esto cause una alarma sin necesidad”, agrega.

Recuerda la decana que los dos edificios incendiados se construyeron antes de que entrara en vigor el mencionado Código Técnico de Edificación. “Las características que tenemos ahora mismo de los materiales de construcción son mucho más garantistas y efectivas, y el control de la seguridad contra incendios desde 2019 se ha hecho más estricto”, precisamente a raíz del incendio de la torre Grenfell de Londres en 2017.

La normativa española recogida en este documento marca las pautas “para que se pueda evacuar en un tiempo determinado”. Es decir, lo que se busca con la protección es que si hay un incendio, “los elementos aguanten el tiempo suficiente para que se pueda evacuar”.

En este sentido, resalta también la importancia de las inspecciones técnicas de edificios (ITE) y también de una nueva figura, el Libro del Edificio Existente (LEE) a raíz de las ayudas a la rehabilitación de vivienda: un informe sobre cómo es el estado del edificio y qué obras se pueden hacer para que, si no reúne las condiciones óptimas, pueda ejecutarlas.

“A lo mejor tenemos que hacer más inspecciones y ser más preventivos, pero hay que estar tranquilos porque la inmensa mayoría de los edificios donde vivimos son seguros y la normativa actual lo garantiza”, remarca.

Según la normativa, corresponde a los municipios las facultades de inspección y vigilancia del cumplimiento por parte los propietarios del deber de que los edificios y construcciones de las que son titulares dispongan del Informe de Evaluación del Edificio (IEE) debidamente registrado. El objetivo es revisar el estado del parque inmobiliario, fomentar su mantenimiento y conservación.

Los ayuntamientos publican inspecciones en sus tablones

Los consistorios municipales elaboran anualmente el listado de los inmuebles obligados a disponer de IEE, del cual, una vez aprobado, se expondrá al público en el tablón de edictos del Ayuntamiento en el último trimestre del año y se dará traslado al órgano gestor del Registro de IEE de Castilla-La Mancha.

La ciudadanía dispone además del Observatorio ITE, promovida por el Ministerio de Fomento, donde se informa del estado de la Inspección Técnica de Edificios en el territorio nacional. Pone a libre disposición diversa información de cada uno de los municipios y de cada comunidad autónoma con normativa al respecto. También se pueden obtener comparativas entre la información de los distintos municipios y comunidades, estadísticas de los datos facilitados por cada ayuntamiento con respecto e informes de coyuntura que muestren la evolución de dichos datos.

Dentro del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha existe una agrupación de peritos y forenses, asociados a la Unión de Arquitectos Peritos Forenses de España (UAPFE), especializados en realizar informes sobre las características y la seguridad de los edificios. “Aconsejamos que cuando una comunidad de propietarios esté intranquila, que llame al colegio y pregunte por estos peritos. Estamos a disposición de lo que necesite la ciudadanía”, concluye.

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