Valladolid actualizará su plan de calidad del aire para cumplir con las nuevas recomendaciones de la OMS

La concejala de Medioambiente de Valladolid, María Sánchez, ha asegurado que el consistorio actualizará su plan de emergencia de calidad del aire para cumplir con las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciadas esta semana. El Plan de Calidad del aire municipal está en exposición pública hasta el próximo 1 de octubre y se llevará al Pleno antes de que acabe al año. La edil aplaude las nuevas recomendaciones y pide que se incluyan en la Ley de Cambio Climático.

La actual normativa estatal establece que las ciudades mayores de 50.000 habitantes deben tener zonas de bajas emisiones. Valladolid trabaja desde hace meses en un ambicioso proyecto que está actualmente en tramitación. “Ahora se estudiarán todas las alegaciones y propuestas que nos quieran hacer llegar, tanto los colectivos como la ciudadanía”, señala Sánchez que adelanta que podría llegar al pleno municipal en noviembre o diciembre como tarde.

En ese nuevo Plan, adelanta la edil, se tomará la nueva referencia de la Organización Mundial de la Salud. “El actual tenía como valores las recomendaciones anteriores de la OMS y se va a actualizar este plan de emergencia. Cuando tengamos aprobado el Plan de Calidad del Aire, por supuesto, se tendrán en cuenta estos valores”, explica por teléfono.

La nueva guía de la OMS establece las cantidades máximas recomendables de los contaminantes en el aire más nocivos (partículas en suspensión, ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono) y en casi todos los casos la OMS ha decidido bajar los niveles considerados como más seguros. Mientras los valores de ozono se mantienen casi fijos, las partículas y el dióxido de nitrógeno se bajan hasta cuatro veces menos en el caso del último componente.

Aunque el consistorio vallisoletano las incluirá en el plan de emergencia, Sánchez recuerda que estas recomendaciones tendrán que trasponerse a una directiva comunitaria de 2008, que actualmente sirve de referencia de calidad del aire y después a los distintos países y que en España tendrá que quedar reflejada en la Ley de Cambio climático.