Los vecinos de Lumbrales (Salamanca) se manifiestan porque la Junta obliga a nonagenarios a vacunarse a 30 kilómetros de sus casas
Centenares de vecinos de Lumbrales (Salamanca) se han concentrado este sábado contra la imposición de la Junta de Castilla y León de que ancianos nonagenarios se desplacen decenas de kilómetros para recibir las vacunas de la COVID-19 y la gripe. Al grito de “que no vaya nadie”, los afectados han mostrado su malestar con la fórmula elegida.
El Gobierno autonómico persiste en la idea de que los ancianos del medio rural de Salamanca hagan cola a la intemperie para recibir las vacunas. Semanas después de asegurar que la inoculación de ambos compuestos se harían en centros de salud y citando a través de médicos de familia, la Junta cambió de idea. Tal y como informó elDiario.es, se citó con apenas 24 horas de antelación a ancianos de hasta 93 años para que se desplazasen hasta 30 kilómetros de distancia para recibir la vacuna en polideportivos. El resultado fue denunciado por el PSOE de Salamanca con fotos en las que se veía a ancianos en sillas de ruedas o con andadores esperando en la calle con temperaturas por debajo de los 5 grados.
A pesar de todo, la Junta ha convocado de nuevo, esta vez a ancianos de las zonas de salud de Aldeadávila de la Ribera, Lumbrales y Vitigudino con la misma fórmula, para el próximo martes en Vitigudino.
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