Protesta en Sant Andreu contra el desahucio de la familia de un vecino muerto por cáncer
Un desahucio instado por el Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona muestra la cara más deshumanizada de la administración y la fuerza de la solidaridad de los vecinos y vecinas. Esta vez los afectados son una familia en paro, que había sido desalojada previamente de su domicilio y que ocuparó un piso del patronato en la calle Santa Coloma, 55. El hecho es que el padre de familia, Jordi, que estaba gravemente enfermo de cáncer falleció el viernes. Y sin embargo el proceso de echar su compañera y su hijo de 4 años sigue inexorablemente. Todo instado desde un organismo municipal que tiene como objetivo dar soluciones a situaciones habitacionales de emergencia para los barceloneses.
La denuncia de este caso la han llevado los que han ayudado y ayudan en todo momento la familia, los vecinos de la escalera, la asociación de vecinos y vecinas de Sant Andreu y los partidos de oposición en el ayuntamiento de Barcelona, que este sábado han hecho una concentración ante el edificio H del Passeig de Santa Coloma, 55 de Barcelona. También se han concentrado frente a la sede del Distrito de Sant Andreu para reclamar del consistorio una respuesta que no sea la actual, marcada por la incertidumbre y la ambigüedad, según ha manifestado la vecina y representante de la asociación contra los desahucios, Sílvia Giménez.
El drama comenzó con la pérdida del trabajo de Jordi. Más tarde la familia fue desahuciada de la vivienda de alquiler donde vivían. Esto hizo que ocuparan una vivienda del Patronato Municipal de la Vivienda del barrio de San Andreu, en un edificio donde hay al menos una veintena de pisos vacíos. El patronato, que depende del ayuntamiento que preside Xavier Trias, instó un juicio verbal urgente para desahuciar la familia, juicio que está pendiente de sentencia.
Pero, mientras se producía este proceso la enfermedad de Jordi empeoró. Tenía un cáncer conocido como linfoma de Hodgkin en fase terminal. Para atenderlo ya hubo muchas dificultades, hasta el extremo de que, a pesar de la gravedad, los desplazamientos el enfermo hasta el hospital de la Vall d'Hebrón los hubo de hacer en autobús. Más adelante se pudo obtener una ambulancia, pero siempre después de quejas y reclamaciones de la familia y los vecinos ante los servicios sociales municipales.
La respuesta del Patronato Municipal de la Vivienda es ambigua. Afirman que al menos durante el mes de agosto no ejecutarán el desahucio. Efectivamente, esta acción está pendiente de la sentencia y el mes de agosto es inhábil en cuanto al funcionamiento de la justicia, por lo que los vecinos entienden que se mantiene la amenaza de echar la viuda y el hijo menor de Jordi. Desgraciadamente, los vecinos ya tienen experiencia en ver cómo funciona la administración, porque en la misma escalera han tenido que parar con sus protestas cuatro desahucios más. Esta veteranía les hace pensar que en septiembre se podría intentar un desalojo instado paradójicamente por una entidad pensada para dar cobijo a los vecinos que necesitan una solución de emergencia. Solución que es posible ya que en el mismo edificio hay pisos vacíos.
