Si se designara al colectivo más movilizado contra los recortes, probablemente ganaría la comunidad educativa: encierros en las escuelas, concentraciones, manifestaciones y huelgas se succeden sin parar desde hace tres años. Pero con esta acumulación de protestas, el reto es poder mantener la atención mediática. Es por ello que un grupo de unos 30 profesores interinos de primaria y secundaria decidió hacer una acción diferente y ocupó nada más que la basílica de la Sagrada Familia anoche en Barcelona.
Este colectivo ha sido bastante afectado por los recortes presupuestarios: junto con el resto de personal interino de la Generalitat ha visto su sueldo y su jornada laboral reducidos un 15% y desde el inicio de este curso académico, unos 1300 profesores interinos pasaron a ser sustitutos. “Han empezado con los más débiles”, se indigna Sandra Curundarena, miembro de la Asamblea de Docentes Interinas y Sustitutas, “pero no lo podemos permitir”.
Además del fin de los recortes en la enseñanza, el colectivo también reclamó la paralización de la LOMCE (la reforma educativa impulsada por el ministro José Ignacio Wert). Pero los profesores interinos quisieron dejar claro que también se oponen a la Ley Educativa de Cataluña (LEC), votada por el Tripartito con el apoyo de CiU, y al borrador del decreto de plantillas.
Estas normativas preven entre otras cosas una mayor autonomía para los centros educativos y un mayor poder de decisión para los directores. “La autonomía de los centros es un engaño”, explica Sandra Curundarena. “Habrá mucha arbitrariedad en el proceso de selección del profesorado por parte de los directores. Además ellos son escogidos por la administración, lo que significa que hay un control ideológico”.
Los ocupantes pasaron la noche en el recinto de la Sagrada Familia y lo abandonaron a primera hora de la mañana para no perturbar el desarrollo de la misa.