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Colau abre conversación con toda la oposición para aprobar sus primeros presupuestos propios

El gobierno de Barcelona quiere tirar adelante los primeros presupuestos propios

Yeray S. Iborra

Tras el tropiezo con las ordenanzas fiscales de 2017, el gobierno de Ada Colau ha abierto juego de forma explícita a toda la oposición para encontrar complicidades de cara a la principal política económica del ejercicio municipal, los presupuestos. Y los resultados, después de haber iniciado este lunes los primeros contactos con ERC, CiU y Ciutadans, han sido “positivos”, según ha hecho constar en comparecencia el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello.

El gobierno municipal inicia así la carrera para aprobar los que serían sus primeros presupuestos propios, ya que el año pasado Colau se vio obligada a realizar una macromodificación de crédito, un recurso de ingeniería económica, para prorrogar los de Trias del año 2015. “Esta ciudad se merece unos presupuestos nuevos”, ha destacado el segundo teniente de alcaldía, Jaume Collboni.

La experiencia del año pasado, con un tira y afloja largo y enrevesado con la CUP que se saldó con una abstención de los anticapitalistas, ha obligado al consistorio a buscar nuevos aliados. Está previsto que esta semana el gobierno mantenga contactos con el resto de formaciones políticas del pleno municipal para que el próximo martes, en la comisión de Economía y Hacienda, se admita a trámite la propuesta de presupuestos para el 2017.

De momento, el consistorio destaca que “ningún grupo se ha cerrado” a la propuesta de mínimos del Ayuntamiento. “Pedimos una aprobación inicial para luego abrir diálogo sobre las prioridades de inversión en la ciudad”, ha explicado Pisarello.

El consistorio también ha destacado que, hoy por hoy, no se plantea una cuestión de confianza para sacar adelante los presupuestos, como se había hablado unos días atrás. “Si estamos haciendo todo este esfuerzo negociador es para no llegar a la cuestión de confianza, aunque es una herramienta prevista”, ha dicho Pisarello.

Más inversión y más personal municipal

Este lunes se ha puesto pues la primera piedra de los presupuestos para el 2017. Unos presupuestos, según Gerardo Pisarello, “solventes”. El gobierno municipal se ha marcado como líneas maestras en la negociación con el resto del pleno la creación de trabajo “de calidad”, además de seguir haciendo inversión “social” en áreas como “la movilidad, la educación o la vivienda”.

Según ha hecho saber el consistorio, el gasto corriente de cara al 2017 crecerá en un 4,7% respecto a la prórroga de presupuestos de Trias, lo que hará que Barcelona se sitúe en 2.151 millones de euros de gasto. Además, se aumentarán en 100 millones los recursos respecto del año pasado. Por último, la cifra de inversión se elevará en 8 puntos, lo que supondrá un paquete de inversiones de 429 millones de euros. “Barcelona tiene buena salud en cuanto a las finanzas públicas: está saneada y tiene capacidad de inversión”, ha justificado Collboni respecto a la subida de inversión.

Los objetivos del Ayuntamiento de Barcelona siguen pasando por la “lucha contra la desigualdad y la pobreza en la ciudad”, por lo que el consistorio destinará 17 millones de euros al Plan de Barrios. Además, el gobierno se ha fijado como meta “continuar con la reactivación económica y la creación de trabajo de calidad” con 70 millones de euros en planes de empleo.

Por último, el gobierno municipal activará un plan de recursos humanos que prevé el “refuerzo” de la plantilla municipal con 12 millones de euros; los trabajadores del Ayuntamiento no se incrementaban desde el año 1996. El nuevo personal municipal se dedicará, según ha afirmado Pisarello, a trabajar en las necesidades de atención directa a la ciudadanía. Además se producirá un fortalecimiento de los servicios sociales y del área informática del Ayuntamiento.

“Barcelona no será moneda de cambio”

Aunque el gobierno de Barcelona se ha mostrado más dispuesto que nunca a abrir negociación con el resto de grupos del pleno, también ha sido tajante con la propuesta lanzada por Esquerra este lunes: Jordi Coronas –portavoz republicano– ha condicionado negociar los presupuestos de la ciudad a que haya “reciprocidad” en la Generalitat. Coronas pretendía que BComú hiciera de mediador con CSQEP y que el PSC Barcelona hiciera lo mismo con su partido homólogo de ámbito nacional respecto a los presupuestos de la Generalitat, que también están de debate estos días.

“El Ayuntamiento tiene suficiente importancia para no subordinar sus presupuestos en nada que no sea la ciudad. Barcelona no puede ser moneda de cambio de ninguna otra negociación política”, ha estado Collboni a ERC. “Las cuentas de la ciudad se discutirán en el Ayuntamiento y las de la Generalitat en el Parlamento”, ha destacado, por su parte, Pisarello, que también ha precisado eso sí que “hay cosas que se han de tirar adelante con la Generalitat”, como el caso de la Línea 9 del metro.

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