La Generalitat pagó el año pasado 34 millones por alquilar edificios que había vendido
Vender la casa y alquilar. Fue una de las políticas de austeridad económica que la Generalitat utilizó para aumentar sus ingresos durante los gobiernos de Artur Mas, junto con las privatizaciones. El Govern arrendó los edificios a sus compradores para que los departamentos de la Generalitat se quedasen en sus sedes mientras no llega la mudanza a las nuevas dependencias administrativas de la Zona Franca y el Forum. En total, el año pasado la Generalitat gastó 34,72 millones de euros en pagar el alquiler de los veintinueve edificios que había vendido entre 2012 y 2014.
Lo ingresado por estas veintinueve operaciones ascendió a un total de 454,71 millones, por lo que tan sólo el año pasado la Generalitat destinó a alquilar el 8% de lo que ingresó por vender los edificios, ahora en manos de aseguradoras y fondos de inversión.
En total, entre 2012 y 2014 la Generalitat se desprendió de 39 inmuebles a cambio de 545 millones de euros. Se quedó alquilada en 29 de ellos. Se puso el cartel de 'en venta' (y el de 'vendido') en casi todas las conselleries. Sólo quedó intacto el Palau de la Generalitat, que no se sacó a subasta, y la Torre Muñoz, la sede de Trabajo y la Bolsa de Barcelona, operaciones que no prosperaron.
La Generalitat tuvo que rebajar en un 37% o en un 20% el precio de algunos inmuebles para venderlos, tal y como muestran las cifras que la conselleria de Economía ha proporcionado en respuesta a una batería de preguntas parlamentarias del PSC sobre la venta de patrimonio público.
Una vez vendidos, la Generalitat formalizó contratos de alquiler que se alargan, en algunos casos, hasta 2033. Otros alquileres, sin embargo, vencen dentro de poco. Es el caso de las sedes de la conselleria de Economía y de la secretaría de Medio Ambiente, que tendrán que irse de la Rambla Catalunya y de la Diagonal en febrero y en mayo de 2017, respectivamente, según las previsiones del departamento de Junqueras.
El alquiler de la conselleria de Economía ha sido de unos 95.600 euros al mes desde que se arrendó en febrero de 2012. Del cálculo de las cifras de Economía se desprende que la Generalitat ya ha destinado al alquiler de este edificio alrededor un 9% de los 23,2 millones que ingresó de su actual propietario, el grupo farmacéutico italiano Angelini. Si se cumple todo el contrato de arrendamiento el porcentaje subirá hasta el 15%.
En el caso de Medio Ambiente, la Generalitat ha pagado unos 104.000 euros al mes en alquiler desde mayo de 2012, lo que supone un 13% de lo que ingresó por su venta -23,7 millones que pagó la sociedad Mercury Capital SL, que gestiona el patrimonio de la familia Ayuso. De agotar el contrato de alquiler vigente el porcentaje será del 23%.
Son sólo dos de los veintinueve inmuebles en los que se la Generalitat se ha quedado pagando un alquiler pese a haberlos vendido. Los mayores lotes, de 13 edificios cada uno, se quedaron en manos de las aseguradoras Zurich y Axa a cambio de 201 y 172 millones tras rebajar su precio en un 7% y 21%.
La Generalitat ha mantenido que, además de ingresos para aliviar el déficit, la venta de patrimonio supone un ahorro ya que la administración deja de pagar el IBI o el mantenimiento de los edificios. Al mismo tiempo, para vender los edificios ofreció rentabilidades a los dos grupos del 6% y el 8%.
