Corre una petición tan antigua como la misma fiesta de Sant Jordi: que la fiesta sea un día festivo. Este año coincide en fin de semana, pero esto sólo ocurre cada cinco años. El resto caen entre semana. Las incógnitas de este Sant Jordi para muchos festivo están servidas. Preparémonos que el próximo año cae en domingo. Los libreros coinciden en que al día de Sant Jordi le prueban los días laborables, con el paseo por las librerías y las paradas mientras se entra y sale de la oficina. Ahora bien, ¿cómo afectará que sea sábado? ¿Cómo se traducirá en la venta de rosas y libros? ¿Las compras en las localidades de segundas residencias aumentarán? ¿La gente de comarcas vendrá a pasar el día en Barcelona?
Según el presidente del Gremi de Llibreters de Catalunya, Antoni Daura, los libreros están “vacunados” ante esta coincidencia. Que el día coincida con un sábado no da miedo a los libreros que la gente se vaya de fin de semana y confían en mantener el volumen de ventas de los últimos dos años. “Es un día semilaborable en que hay gente que se desplaza y puede hacer variaciones locales, pero al igual que hay quien está en su segunda residencia en vez de Barcelona, también hay quien viene a Barcelona el sábado: a nivel global, no tiene por qué ir peor”. El sector del libro se aferra también a la tendencia de los últimos años en hacer las compras los días anteriores.
En cualquier caso, como es habitual, la climatología determinará y condicionará el movimiento de la gente. la posibilidad de chubascos en algún momento del día es destacable en varias comarcas. El presidente del Gremi de Libreters tiene la solución: “¿Llueve? Pues que la gente salga con paraguas”. Tanto Daura como el presidente de la Cambra del Llibre y del Gremi d'Editors de Catalunya, Patrici Tixier, afrontan la jornada con optimismo moderado y prevén un incremento de facturación superior al 6% del año pasado. En 2015 se tradujo en 20,35 millones de euros a partir de 1.500.000 de ejemplares vendidos, fruto de una oferta de unos 40.000 títulos. Después de varias caídas registradas desde 2010, el sector remonta poco a poco, y este Sant Jordi podría ser un buen empujón para que la tendencia se vaya consolidando. No olvidemos que las ventas de esta jornada suponen entre un 5% y un 10% de la facturación de las librerías en todo el año.
A pesar de las buenas perspectivas el gremio alerta del “intrusismo” que los amenaza durante el día de Sant Jordi y, un año más, apelan a la responsabilidad de los compradores el día del libro. Si hacemos caso a las quinielas de los libreros, los más vendidos podrían ser las publicaciones de Jonas Jonasson, Mia Couto y John Irving, y también premiados como Víctor Amela y Empar Moliner. Alrededor de las 8 de la tarde saldremos de dudas. También sobre si el día de la semana en que cae Sant Jordi es clave para entender, en parte, el éxito de la jornada. El hecho de que no sea un día festivo en Catalunya, pero si de una gran festividad en todo el país, veremos si evita la fuga de 'clientes' el fin de semana.
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