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Oskar Hansen en el MACBA: educar? Mejor hacerlo jugando

Oskar Hansen expone su teoría de la forma abierta y la contrapone con la forma cerrada.

Transversalidad y voluntad de ruptura con el sistema son dos conceptos que definen escrupulosamente el olvidado arquitecto finlandés Oskar Hansen. La exposición que acoge el MACBA, Oskar Hansen. Forma abierta ', no sólo repasa su trayectoria artística, sino que también indaga en la psicología de su teoría y en su aplicación a campos tan diversos como el arte, el urbanismo y la educación. Una obra arrinconada de un personaje enigmático y desconocido a los ojos de occidente.

Nacido en Finlandia, Hansen viajó por Europa y vivió en Lituania y Polonia, donde se topó con los regímenes soviéticos que abanderan un socialismo falso para él. Soledad Gutiérrez, comisaria de la exposición y conocedora a fondo de la vida y obra del artista, recorre las dos salas del MACBA en las que queda reflejado el espíritu crítico y transgresor de Hansen, que con un discurso nada caducado, cuestiona los pilares de la sociedad actual a través de la que él vivió en los años 60, en plena Guerra Fría.

La forma abierta fue concebida inicialmente como una herramienta para el diseño de proyectos arquitectónicos, aunque su evolución y aplicación en los ámbitos de la pedagogía, la edición de películas y los juegos visuales dio lugar a un conjunto de experimentos que sitúan la interacción con el otro y la socialización del objeto artístico en el centro de atención del creador. Hansen sólo construyó dos bloques de pisos y sus dos hogares.

Educación en el diálogo

“Hansen quería acabar con la verticalidad de la educación y con la figura del maestro”, recuerda Gutiérrez, que remarca que “a pesar era un personaje dogmático y con un carácter muy fuerte, quería diseñar un proyecto en el que la formación llegara a los alumnos a través del diálogo que pudiera haber entre ellos ”. Y es que la percepción, los instrumentos pedagógicos de experimentación y los juegos visuales recogidos en la muestra corroboran la inquietud de un Hansen que estaba convencido de que “el sistema, rígido como es, frustra las personas”, según Gutiérrez.

En las dos salas de la muestra, se pueden apreciar los juegos visuales que el arquitecto usaba con sus alumnos. Placas de madera que al moverlas hacen variar los colores y las formas de las que tienen al lado. Gráficos que explican la concepción de la forma abierta, algunos de los experimentos con videos que hizo y una cinta en la que sus alumnos se rebelan en su estudio, en una demostración de lo que él quería: que el aprendizaje fuera transversal.

Hansen consideraba que “colocar a los alumnos en una clase en la que no podrían hacer nada de lo que les apetecía era traumático”. De ahí su interés por el juego y la experimentación, ya que “jugar implica aceptar unas reglas de forma consciente y voluntaria, sin imposiciones”, con la libertad de descubrir e interrelacionarse con los compañeros. Estos juegos, así como sus experimentos con la televisión y el vídeo, llevan Hansen, según la comisaria, a “educar personas, más allá de enseñarles cosas”.

Las asambleas, espejo de la forma abierta

Al igual que en la educación, Hansen tuvo una gran influencia sobre las formas de organización social de la época. Como arquitecto que era propuso reconstruir la Polonia en ruinas de la II Guerra Mundial y convertirla en un estado diseñado a partir de los cuatro ríos que atraviesan el país de norte a sur, “de tal manera que todo el mundo pudiera tener acceso a los servicios , el transporte y los recursos ”. En 1959, durante el Congreso de Otterlo, Hansen fue el primero que se atrevió a criticar públicamente la teoría dominante de Le Corbusier, ya que aseguró que “los edificios deben responder a las necesidades de las personas que viven y no al revés ”.

Partiendo de esta base, Hansen convirtió la forma abierta en una filosofía de vida, con la que abanderó su lucha contra las desigualdades sociales. Hansen lucha enérgicamente contra la institución dominante y busca “la valoración personal del individuo como parte de un todo”, según Gutiérrez. Una idea que, sin ir más lejos, se ha recuperado en las asambleas y movimientos políticos y sociales de los últimos años como el 15-M, la PAH o más recientemente, Podemos.

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