Ilan Pappé, historiador israelí: “Es una hipocresía apoyar la lucha de Ucrania pero tachar de terrorista la palestina”
El historiador Ilan Pappé (Haifa, 1954) ha dedicado media vida a “desmontar las mentiras y falsas creencias sobre la creación de Israel”, tal y como él mismo afirma. Hijo de judíos alemanes que se establecieron en Palestina huyendo del nazismo, Pappé es profunda y convencidamente antisionista.
Su apoyo a las campañas de boicot y desinversión a Israel, incluso en el ámbito académico, le provocaron la expulsión de la Universidad de Haifa. Tras haber recibido amenazas de muerte, se exilió en Reino Unido y ahora enseña en la Universidad de Exeter.
Pappé ha visitado este martes Barcelona para presentar su último ensayo, Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina (Capitán Swing, 2025). Lo ha hecho en el marco de un ciclo de charlas organizadas por el Instituto Europeo de la Mediterrànea de Barcelona (IEMed).
Este libro se suma a la obra de Pappé cuando se cumplen 16 meses de los hechos del 7 de octubre Y llega también en el tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, en un momento en el que diversos líderes europeos se han desplazado a Kiev a mostrar su apoyo político y económico a Zelenski. “Esta es la gran hipocresía europea: apoyar la resistencia de Ucrania mientras se tacha sin complejo de terrorismo la resistencia de Palestina”, ha denunciado el profesor.
Pappé defiende el derecho de cualquier persona de ser nacionalista, pero sostiene que nadie -“ni Rusia ni Israel”- puede imponer a otro esa decisión. Y añade que el hecho de que ambos conflictos estén coexistiendo y la reacción de la comunidad internacional sea tan distinta es esencial para entender que “no se apoya a nadie por ideología, sino por intereses geopolíticos y económicos”.
Los planes de Israel son muy claros: va a replicar en Cisjordania lo que ha hecho en Gaza
Ahora bien, alerta de que la “inacción” de la Unión Europea respecto a Palestina va a traer graves consecuencias. “Los planes de Israel son muy claros: va a replicar en Cisjordania lo que ha hecho en Gaza y no se va a detener hasta llegar al este de Siria y el Líbano”, pronostica el historiador.
“Millones de personas van a pagar un alto precio”, ha agregado, para conformar una lista de represaliados que no solo incluye a palestinos, sino a los mismos israelíes, a los habitantes de Oriente Medio e, incluso, a ciudadanos europeos. Una situación que, a su juicio, tiene responsables: “Nos condenarán nuestros mismos líderes”.
Una revisión histórica
Pappé forma parte de los conocidos como “Nuevos historiadores”. A partir de la desclasificación de documentos oficiales por parte de los gobiernos de Israel, Reino Unido y Estados Unidos, han tratado de desmitificar la formación de Israel y sostienen que el genocidio y expulsión del pueblo palestino se viene cuajando desde hace años.
Fruto de esta investigación han nacido conocidos ensayos como Limpieza étnica de Palestina o Diez mitos sobre Israel. Ahora, Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina viene a engrosar la obra de Pappé, siguiendo las mismas teorías, pero con una diferencia: este manuscrito no busca ser “exhaustivo”, sino más bien ilustrativo.
“Cuando estalló el genocidio, mucha gente era nueva y parecían perdidos porque para entenderlo hace falta mucho contexto. Y mis editores me pidieron un texto corto, menos pesado y menos académico que los que había hecho hasta entonces”, ha apuntado el historiador.
Efectivamente, Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina es un texto corto, que en menos de 150 páginas desgrana años de historia, guerras y diásporas. Pappé navega por los últimos siglos, hasta llegar a 1882, la fecha del inicio de la ocupación, cuando los primeros colonos llegaron a la Palestina otomana.
Para Pappé, todo lo que pasó tras la creación del Estado de Israel en 1948, tanto la ocupación de Cisjordania en 1967, como la proliferación de asentamientos, fueron consecuencia de las estrategias -llevadas a cabo con más o menos éxito- de las élites sionistas, en consonancia con líderes políticos y religiosos de EEUU y Europa.
Los colonos activaron el plan para eliminar a los nativos mediante para convertirse ellos en la población local porque, evidentemente, necesitaban un nuevo hogar que creían merecer
De esta manera, se fue cuajando la idea de Israel como un proyecto colonial que, a diferencia del que desarrollaron países como España o Francia, no buscaba expandir un imperio, sino crear un nuevo estado fundado por personas “perseguidas”.
Este tipo de colonialismo, que Pappé define como colonialismo de asentamiento, ya fue ejecutado antes en Australia, Sudáfrica y Estados Unidos. “Esos colonos activaron el plan para eliminar a los nativos mediante el apartheid y el genocidio para convertirse ellos en la población local porque, evidentemente, necesitaban un nuevo hogar que creían merecer”.
Pappé recurre al ejemplo de Estados Unidos para aventurar cómo puede acabar Palestina: “Nadie les paró los pies y acabaron con todos los nativos con tanta impunidad que hasta nombraron a sus armas [los misiles Tomahawk o Apaches] en referencia al pueblo que querían eliminar”.
Por todo ello, Pappé reclama a la comunidad internacional que reconozca “por fin” el colonialismo de asentamiento como un crimen de lesa humanidad. “El problema es que contamos con la oposición de quienes ya lo hicieron antes: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, Sudáfrica…. Y un largo etcétera de países que no darán la espalda a Israel porque eso supondría reconocer sus propios pecados”, sostiene el historiador.
El profesor no se considera especialmente optimista y considera que el conflicto entre Israel y Palestina es “irresoluble”. Sobre todo actualmente, cuando “se ha confundido religión con política y vemos imágenes tan surrealistas como neonazis ondeando una bandera israelí”, dice Pappé. El futuro tampoco resulta esperanzador: “Vienen tiempos difíciles que requieren de una responsabilidad que no estoy seguro que nuestros líderes tengan”.
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