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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Tapian un piso ocupado en Barcelona con tres menores dentro durante varias horas

Tres menores quedan encerrados solos varias horas al tapiar un operario el piso que ocupaban con su madre en Barcelona

Pau Rodríguez

Tres menores estuvieron el pasado viernes alrededor de doce horas encerrados en el piso en el que vivían con su madre después de que un operario lo tapiara por orden de la propiedad al tener constancia de que estaba ocupado. Los Mossos d’Esquadra investigan ahora cómo se llegó a sellar la vivienda estando en el interior los tres niños, de 16, 12 y 5 años, después de que la madre hubiera salido a trabajar por la mañana.

La familia hacía unos dos meses que ocupaba de forma irregular esta vivienda en el barrio de Ciutat Meridiana, uno de los más castigados por los desahucios. La mujer se fue de casa el viernes por la mañana y, al volver sobre las 18h., se encontró con que el piso estaba tapiado y sus hijos, dentro. Con la ayuda de la asociación de vecinos llamaron a los Bomberos y pudieron abrir la puerta pasadas las 21h.

Lo que deberá esclarecer la policía catalana es si el operario, que acudió a sellar la puerta por orden del Banco Sabadell comprobó antes si había gente dentro. La entidad bancaria asegura que vendió el piso a un fondo de inversión dentro de un paquete de vivienda, pero que lo sigue gestionando como parte del acuerdo a través de su filial Sogeviso. Las versiones difieren en este punto. La mujer declaró al diario 'Tot Barcelona' que sus hijos no escucharon a nadie llamar al timbre, mientras que fuentes de la entidad bancaria aseguran por contra que el empleado tocó no una sino varias veces el timbre sin que nadie le contestara.

El operario no tuvo que instalar la plancha metálica con la que se suele blindar las puertas de las viviendas porque ya estaba ahí, simplemente la cerró. La familia la mantenía abierta desde que había ocupado la vivienda, que ya había tenido otros inquilinos irregulares meses atrás. La que sí tenían cerrada era la puerta del piso.

Intentaron salir y no pudieron

“En muchos años no nos habíamos encontrado en una situación así, es muy grave”, expresa Filiberto Bravo, presidente de la Asociación de Vecinos de Ciutat Meridiana. Este activista, al que la mujer afectada llamó cuando se encontró con su piso tapiado, asegura que los niños estaban durmiendo cuando el operario acudió para sellarlo. Sobre las 10 horas trataron de salir “a comprar leche” para el desayuno y vieron que no podían. Ahora la asociación estudia llevar el caso a la Fiscalía y ha convocado un acto de denuncia este martes.

Lo que ha quedado descartado es que se tratara de un desahucio, como se especuló entre el vecindario. Tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la propiedad han negado que hubiera orden de lanzamiento en ese piso. Desde la entidad bancaria aseguran que les avisaron algunos vecinos de que había personas entrando y saliendo de la casa.

El piso, ubicado en la calle Rasos de Peguera, era propiedad del Banco Sabadell hasta hace unos meses, cuando se lo vendieron a un fondo de inversión. Lo sigue gestionando sin embargo Solvia Servicios Inmobiliarios SL, la inmobiliaria que era de esta entidad financiera pero de la que también se desprendió en parte en diciembre pasado en una operación por valor de 300 millones de euros.

Desde la asociación de vecinos de Ciutat Meridiana no recuerdan haberse encontrado con casos parecidos en los últimos años, pero sí con que los propietarios sellen pisos con pertenencias de sus ocupantes en el interior o que los mismos inquilinos alerten desde dentro al operario mientras está cerrando.

Compromiso de alquiler social

La familia sigue viviendo a día de hoy en el piso, en el que se quedaron después de que los Bomberos retiraran la puerta metálica 'antiocupas'. Y probablemente continúen mucho más tiempo en él, porque la propiedad les ha ofrecido este lunes un alquiler social, un pago mensual en función de los ingresos del núcleo familiar -la madre trabaja de limpiadora en una empresa- que no suele superar los 350 euros.

Lo ha anunciado el Ayuntamiento de Barcelona y lo han confirmado fuentes del Banco de Sabadell. “Después de hablar con la propiedad podemos anunciar que la familia se quedará en el piso con un alquiler social”, ha celebrado Janet Sanz, teniente de alcaldesa de Ecología, Urbanismo y Movilidad.

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