Albiach, la tercera candidata a dirigir un Podem en ebullición interna
Su nombre salía en todas las conversaciones sobre el futuro de Podem, polarizado entre la candidatura de Raimundo Viejo, bendecida por Iglesias, y la de Albano-Dante Fachin. La decisión de la diputada Jéssica Albiach, la única de los cuatro en el Parlament que no había dado apoyo explícito a Fachin, podía decantar la balanza entre las dos corrientes. La diputada tiene buenas relaciones con los cargos electos catalanes, con quienes comparte trabajo diario, pero también mantiene los puentes con la dirección estatal –que en el caso de Fachin parecen dinamitados–.
Pero finalmente Albiach no dará apoyo a ninguna de las dos candidaturas que ya se han postulado y optará por usar sus buenas cartas para presentarse a las primarias del partido, aún sin fecha, liderando una tercera opción, Fem Podem. Su lista, que tendrá mayoría femenina y está apoyada por el actual secretario general en Barcelona, Marc Bertomeu, se presentará este domingo. La candidatura de Albiach suscitada dudas sobre los apoyos que puede recabar de entre los contendientes de la “guerra fría” de Podem y sobre cómo reaccionarán los otros dos candidatos.
“No nos sentíamos cómodos en ninguna de las dos candidaturas”, asegura Bertomeu para explicar el lanzamiento de la tercera lista. “Tenemos identificados los problemas, tenemos propuestas para solucionarlas y tenemos un equipo para ejecutarlas”, afirma. Entre el equipo que la acompañará destacan nombres como Marta Olivan, Nazaret Troya o el propio Bertomeu, pertenecientes a la actual coordinadora interina, como la candidata. Pese a eso, la de Albiach quiere huir de la imagen de ser la candidatura heredera de la anterior dirección, liderada por Gemma Ubasart. “Hay personas de espacios diversos, algunas han formado parte de consejos ciudadanos, autonómico o locales, y otras no”, explican.
Tres candidaturas en liza
Una de las claves en las que quiere basarse la propuesta de Albiach es dejar la lista incompleta, para dar cabida a los candidatos más votados de las otras candidaturas, componiendo así un Consejo Ciudadano que integre las diversas sensibilidades. “Queremos confrontar propuestas ante los votos de la gente, pero también queremos que, una vez compuesto el Consejo, quede reflejada la pluralidad de Podem”, explican. También proponen que el consejo de garantías sea elegido de forma independiente, lo que evitaría que la Ejecutiva lo controle como pasaba hasta ahora.
Viejo, que lanzó hace dos semanas el embrión de su candidatura en forma de manifiesto, siempre ha recalcado que su deseo era una candidatura de consenso, que podía contar con su liderazgo o no. Este hecho deja abierta la puerta a que la dirección madrileña, enfrentada fundamentalmente con Fachin, cambie su apuesta y decida ahora dar apoyo a la candidatura de Albiach. Desde el entorno de la diputada, sin embargo, consideran que es demasiado pronto para hablar de la posibilidad de fusionar candidaturas.
Más beligerante se han mostrado los partidarios de Fachin, quienes consideran que el equipo de Albiach es continuista y no presenta grandes cambios organizativos. La candidatura continúa inalterable su campaña, centrada en el contacto directo con el territorio y la militancia. Solo dos días después del anuncio de Albiach los de Fachin han presentado una web de participación desde donde la candidatura articulará la recogida de propuestas de su militancia.
El apoyo de las “potencias”
Si antes de postularse Albiach era vista por todos los sectores como el peso que podía desequilibrar la balanza entre las dos potencias que libran la batalla de la confluencia en Podem, su paso al frente reordena el mapa. Sobre la posible confluencia con otras fuerzas de izquierdas, la tercera corriente va más allá que los de Viejo al asegurar no solo que Podem debe conservar sus siglas, estructura e identidad, sino que debe ser el “actor central” de la confluencia. Este mensaje es calcado a la respuesta que desde la organización se dio a la presentación de Colau de su intención de convertir En Comú en un partido de ámbito catalán.
Uno de los puntos que ha sorprendido de la carta enviada por la diputada a las bases para explicar su paso al frente es que esta no hace mención a convertir a la organización en un sujeto de decisión soberano de Madrid, como sí lo hacían las propuestas de Fachin y Viejo. Se perfil así una candidatura todavía más lejana que la de Viejo a las tesis sobre la confluencia que sostiene En Comú, y similar a las de Iglesias.
Pese a eso, el factor personal es importante, y la diputada tiene su fortaleza en la combinación de las debilidades parciales de cada uno de sus contendientes. Por un lado, los roces personales existentes entre Viejo y algunos de los miembros de la formación que gobierna en Barcelona. Por otro, las malas relaciones entre la dirección madrileña y la propuesta que encabeza Fachin. Ambas situaciones pueden convertir a Jéssica Albiach en la mujer que suscite el consenso tácito tanto de En Comú como de Podemos, enfrentados hasta ahora por los candidatos y la dirección de Podem.
