La Audiencia de Girona reprocha a los Mossos su actuación “torpe” y absuelve a los estudiantes acusados por una protesta en la Universidad
La Audiencia de Girona ha absuelto a los doce acusados por la protesta en la Universitat de Girona (UdG) del año 2011 que acabó con cargas de los Mossos d'Esquadra Para seis de ellos, la Fiscalía ya retiró los cargos al final del juicio, pero el resto se enfrentaban a penas de hasta 11 meses de prisión y a pagar multas por los delitos de atentado, resistencia a la autoridad y faltas de lesiones.
La sentencia concluye que aquel 16 de diciembre del 2011, coincidiendo con el acto del 20 aniversario de la UdG al que asistió Artur Mas, los manifestantes protestaron contra los recortes “pacíficamente”, y que los Mossos se extralimitaron porque decidieron reprimirles “sin ningún motivo que lo justificara”, situación que terminó con los antidisturbios entraran al claustro de la Universidad.
Remarcan los magistrados que los Mossos se extralimitaron cuando, de manera “torpe”, intentaron impedir una protesta “legítima y no violenta”, lo que supone perder la condición de agentes de la autoridad. Y reprochan que un grupo de agentes de paisano valorara “con base incierta” que se estaban tirando objetos y que el acto “corría peligro”.
Todo ello tuvo como resultado, abundan los togados, que los Mossos reprimieron una protesta “legítima” que se estaba llevando a cabo “de manera pacífica” y “sin ningún tipo de violencia”. La Audiencia subraya que el 16 de diciembre de 2011 los accesos a la Universidad estaban llenos “de furgones policiales, agentes y vallas” y entiende los estudiantes y los sindicatos estuvieran “enfadados”, porque no se les permitió entrar en la conmemoración. “Se pretendía que el acto fuera vistoso, sin que pudiera verse teñido por los problemas evidentes que sufría la universidad”, subraya la sentencia.
Viendo que no tenían ningún tipo de margen, y que incluso Artur Mas tuvo que entrar por una puerta trasera, la Audiencia de Girona recoge que varios estudiantes intentaron acceder al aula magna a través del claustro de la facultad de Letras. Y que lograron abrir una puerta metálica –sin forzarla–, desde donde cruzaron una mesa y desplegar una pancarta.
El tribunal destaca que los Mossos decidieron privar a los estudiantes del derecho a manifestarse “sin ningún motivo que lo justificara”. La Audiencia de Girona recoge que ni las fotos ni los videos –a diferencia de lo que sostenían los policíaa– demuestran que se estuvieran lanzando objetos o que la protesta fuera violenta. Y que sólo en caso de que hubiera violencia merecía ser reprimida, y no porque la protesta “fuera molesta”, “desluciera” la conmemoración del 20 aniversario de la UdG o “molestara” las autoridades.
La situación terminó con la entrada de los agentes antidisturbios en el claustro de la UdG, donde hubo cargas policiales. Una actuación policial que la Audiencia de Girona dice que en ningún caso se puede considerar “legítima” y sólo responde a una “mala” interpretación del “principio de autoridad”. “Se trató de reprimir la situación en seco, y se optó por una respuesta contundente como fue la entrada de los antidisturbios”, subraya la sentencia.
Por ello, los jueces concluyen que, después de que los Mossos se extralimitaran, todas las pretensiones acusatorias de la Fiscalía “se precipitan en cascada” porque debido a la actuación policial desproporcionada “no pueden existir” ni los delitos de atentado, ni los de resistencia, ni los de lesiones de los que se acusaba a los estudiantes.
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