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Narcís Serra alega que el Banco de España permitió los aumentos de sueldo en CatalunyaCaixa en plena crisis

Narcís Serra, ante el tribunal

Oriol Solé Altimira

Las subidas de sueldo de dos exdirectivos de CatalunyaCaixa mientras la entidad se hundía por la crisis económica fueron perfectamente legales y contaron con el aval del supervisor, esto es, el Banco de España. Así se ha defendido ante el tribunal el expresidente de CatalunyaCaixa y exvicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, en su declaración como acusado este jueves, que se ha alargado cuatro horas.

En la sección 8 de la Audiencia de Barcelona se celebrará hasta finales de noviembre el juicio a Serra; el exdirector general de CatalunyaCaixa, Adolf Todó; y otros 39 miembros del consejo de administración de la caja por acordar en 2010 por la subida de sueldo de Todó y su adjunto, Jaume Masana, que no está acusado, mientras la entidad recibía el primer rescate público. La Fiscalía y la CUP, que ejerce la acusación popular, piden cuatro años de cárcel para Serra y Todó.

Según las acusaciones, la caja aprobó aumentar en enero de 2010 el salario fijo y variable anual de Todó del 35 al 50% y del exconsejero delegado, Jaume Massana, del 35 al 45%. Nueve meses después, se aprobó la subida salarial para el año 2011, y el sueldo de Todó pasó de 800.481 a 812.501 euros, y el de Massana de 598.428 a 610.201 euros. El fiscal anticorrupción Fernando Maldonado eleva el perjuicio económico de Todó a 1,45 millones de euros y el de Massana a 1,16 millones.

Tranquilo, pese a estar en el banquillo de los acusados, y dispuesto a contrarrestar todos los envites del fiscal, Serra ha alegado que el Banco de España “tuvo todos los informes” sobre unas subidas de remuneraciones que, ha añadido, “cumplían a rajatabla la normativa europea”. “Sobre las retribuciones ningún alto funcionario del FROB o el Banco de España habló conmigo ni me dijo nada”, ha abundado Serra.

El fiscal ha negado la mayor y ha recordado que los directivos del Banco de España, en la fase de instrucción, declararon que no conocían la subida “y que se enteraron por la prensa seis meses después”. Los directivos e inspectores del supervisor declararán como testigos al final del juicio.

“Las decisiones del año 2010 las tomamos con el apoyo de un Banco de España que nos consideraba absolutamente sólidos y para nada en quiebra, en contra de lo que dice el señor fiscal”, ha lanzado Serra. Además, el expolítico ha tildado de “oportuno” el aumento de remuneraciones para los dos directivos “porque la caja desaparecía [en referencia a la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona que dio lugar a CatalunyaCaixa en 2010] y tenía que cumplir su palabra contractual” con Todó para evitar que el exdirector general fichara por otra entidad.

De hecho, Serra ha retado tanto al fiscal como a la Abogacía del Estado, que ejerce la acusación en nombre del FROB, el fondo de rescate público que el Gobierno creo para rescatar a las cajas. Así, ha acusado, sin aportar cifras, de subirse el sueldo a los directivos del FROB que entraron en la caja. Y en el mismo sentido, ha lanzado al fiscal: “Si hubiera seguido investigando y no se hubiera quedado en mi presidencia hubiera encontrado datos más relevantes”.

El fiscal ha hecho hincapié en que entre el primer y el segundo acuerdo por el que se aprobaron las subidas de sueldo, la caja había recibido los primeros 1.250 millones de euros (finalmente fueron 12.000) en ayudas públicas del FROB y aprobó un ERE por el que salieron de la entidad 1.300 empleados.

Serra ha replicado que las primeras ayudas del FROB de 2010 fueron para pagar el ERE exigido por el ente, y que en cualquier caso tras la primera inyección pública “pensamos que la situación estaba encarrilada”. Y sobre el ERE ha querido recalcar que se basó en prejubilaciones. Los contratos de Todó y Masana, en cualquier caso, estaban “ajustados” en relación a lo que cobraban otros directivos del sector, ha defendido.

El interrogatorio, más allá de la discrepancia entre el fiscal y Serra, ha dejado frases destacadas. “Yo también soy crítico con las remuneraciones del sector financiero”, ha dicho Serra, que cobró más de 230.000 euros entre 2006 y 2010, aunque dichas remuneraciones no son objeto de juicio. “Nunca pensé que podía ser objeto de discusión penal el aplicar el coste de la vida”, ha añadido, a preguntas de la Abogacía del Estado, dejando estupefactas a las acusaciones. Y para concluir, ha querido dejar claro su confianza en la caja: “Yo sigo siendo cliente de CatalunyaCaixa”. No ha dicho que en realidad lo es del BBVA, que compró la caja en 2014.

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