Sánchez reafirma ante Puigdemont su negativa al referéndum de independencia
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha vuelto a cerrar la puerta al referéndum sobre la independencia de Catalunya que reclaman tanto la mayoría independentista en el Parlament como Podemos y las confluencias, sus posibles socios en el Congreso para llegar a la Moncloa. “Le he hecho saber al president que nosotros no compartimos la hoja de ruta independentista, que es ilegal, unilateral y estamos convencidos de que la mayoría de catalanes no quieren”, ha explicado Sánchez en la rueda de prensa tras el encuentro. “La mayoría de los catalanes quieren renovar su marco de convivencia”, ha añadido.
Este es el único 'no' con el que Sánchez ha acudido a la reunión con Puigdemont, convocada a petición del socialista y que puso nerviosos a sus socios de Ciudadanos, hasta el punto de llegar a advertir que romperían el pacto con Sánchez si hablaba de referéndum con el president. Sobre el resto, ha explicado Sánchez, están dispuestos “a hablar de todo”. “Las soluciones no van a ser fáciles ni inmediatas”, ha advertido el socialista, pero “hay muchos temas sobre los que la Generalitat se puede poner de acuerdo con el Estado”. Como ejemplos, Sánchez ha citado financiación, reparto equitativo de los objetivos de déficit, el corredor Mediterráneo o el cumplimiento de la financiación de la ley de Dependencia.
Por otro lado, Sánchez ha explicado ante el president la propuesta de la reforma Constitucional que su partido impulsa. La propuesta del PSOE es poner en marcha una comisión sobre la materia en el Congreso “que resuelva los problemas de autogobierno que demanda la Generalitat de Catalunya”. Así, Sánchez considera que los catalanes deberían votar “sobre un acuerdo, no sobre un desacuerdo”, en referencia a un referéndum en el conjunto de España sobre la reforma constitucional. Una vez aprobada esta, Sánchez ha propuesto una reforma del Estatut catalán encajado en al nueva redacción de la Carta Magna.
Por parte del Govern, Puigdemont ha mostrado su compromiso inalterado por llevar a cabo la hoja de ruta independentista, que el Ejecutivo catalán considera un mandato surgido de las elecciones del 27 de septiembre. Diálogo sí, pero en absoluto acuerdo, pese a lo cual el Govern ha valorado la predisposición del candidato socialista por sentarse a hablar. Esta es, según ha explicado la portavoz del Govern, Neus Munté, “la primera gran diferencia” entre Sánchez y Rajoy, una diferencia “positiva y que hemos echado de menos en los últimos días”.
Sobre los 23 puntos que Artur Mas llevó en verano de 2014 a Rajoy, Munté ha explicado que no se han abordado de forma explícita, aunque Sánchez ha nombrado algunos de ellos. El Govern considera estos puntos deberían haber sido objeto de cumplimiento dado que son sentencias, están reconocidos por el Estatut o son compromisos anteriores del Gobierno.
Según ha explicado la consellera, el president también ha manifestado ante a Sánchez su malestar por haber hecho referencia durante su discurso de investidura a supuestos “problemas de convivencia” en Catalunya. “En Catalunya no hay problemas de convivencia, hay un 80% de catalanes que quieren un referéndum para decidir su relación con el Estado”, ha considerado Munté.
