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Los síndicos electorales del 1-O alegan ante la jueza que no actuaron desde un mes antes del referéndum

Síndicos del 1-O encausados ante la Ciutat de la Justícia de Barcelona el pasado miércoles

ACN

Barcelona —

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Los exmiembros de la Sindicatura Electoral del 1-O han alegado en la segunda jornada del juicio que el organismo no autorizó la publicación de ninguno de los acuerdos tomados el 7 de septiembre de 2017 ni hicieron nada más a partir de ese día. Además, tampoco validaron un supuesto manual de instrucciones para las votaciones ni numerosos aspectos establecidos en la ley del referéndum. En el juicio por desobediencia y usurpación de funciones contra ellos, han explicado que inmediatamente después de recibir las notificaciones del Tribunal Constitucional (TC) renunciaron a sus cargos, no remunerados.

Preguntados por la defensa, han negado haber contactado con los síndicos territoriales ni haberles dado instrucciones o coordinado. Tampoco validaron el censo electoral ni la distribución de mesas, no regularon el voto anticipado desde el extranjero, no resolvieron ninguna consulta, queja o recurso, no velaron por el pluralismo en los medios de comunicación, no acreditaron observadores internacionales ni tampoco certificaron el escrutinio ni los resultados de la votación, han enumerado.

El expresidente de la Sindicatura, el especialista en procesos electorales Jordi Matas, que sólo ha respondido a su defensa, ha explicado que recibió el ofrecimiento de alguien vinculado a JxSí –la coalición de Convergènia y ERC– y aceptó, sabiendo en todo momento que no cobraría nada por hacerlo. A raíz del nombramiento de los cinco miembros la madrugada del 6 al 7 de septiembre por parte del Parlament, se reunieron todos en una sala de la última planta durante todo el día 7, con un ordenador y un lápiz de memoria. Cuatro o cinco “voluntarios” los ayudaron. Estuvieron reunidos con ausencias momentáneas, puesto que todos tenían algún compromiso familiar o profesional, y fueron tomando los primeros acuerdos, como el nombramiento de los síndicos territoriales o la certificación de organizaciones interesadas en participar en el referéndum. Sin embargo, han dicho que no publicaron aquellos acuerdos en ninguna web.

Ese mismo día 7 por la noche llegó al Parlament la notificación del TC que suspendía la ley del referéndum, y por tanto también la Sindicatura. Pero ellos no fueron notificados inmediatamente, han explicado. Al día siguiente ya no se reunieron, ni lo volvieron a hacer nunca más. No tomaron ningún acuerdo más, han asegurado todos. Algunos recibieron el 19 o 20 de septiembre la notificación del TC con la multa coercitiva de 12.000 euros diarios si no abandonaban sus tareas y lo hicieron inmediatamente.

Matas ha dicho que la Sindicatura Electoral del 1-O “no tiene nada que ver” con la Sindicatura Electoral prevista en la ley de transitoriedad jurídica, ya que la primera sólo funcionaría para el referéndum, mientras que la segunda era permanente y estaba formada también por jueces, y no sólo académicos.

El expresidente de la Sindicatura ha asegurado que en ningún momento ha sentido que cometiera ningún delito y sí en cambio que estaba haciendo una tarea de transferencia de conocimiento de la universidad a la sociedad, lo que ha defendido con firmeza. Por ello ha destacado los apoyos académicos internacionales recibidos.

Quien sí ha respondido a la fiscalía ha sido el secretario de la Sindicatura, Marc Marsal, desde su casa, porque está aislado por un contacto con un positivo. Sin embargo, su declaración no se ha podido escuchar por parte de la prensa por importantes problemas técnicos. Sólo se ha podido seguir con claridad que ha ratificado que la Sindicatura no publicó oficialmente ninguno de sus acuerdos.

Reunión en el Parlamento sin permiso del secretario general

La síndica electoral suplente Eva Labarta, secretaria de la junta de gobierno del Colegio de la Abogacía de Barcelona durante varios años, ha explicado que recibió una llamada de Marc Marsal y otras personas para ofrecerle el puesto. Ella vive en el Congo, donde dirige una entidad benéfica, y llegó a Barcelona el 8 de septiembre. Ella quería estar presente en todas las reuniones, aunque fuera suplente, pero el organismo ya no se volvió a reunir. Al cabo de unos días le llegó la notificación del TC, que la sorprendió, porque ella no había estado en ninguna reunión, y presentó alegaciones.

Por su parte, Enoch Albertí, catedrático de derecho constitucional, explicó que formó parte de la comisión de expertos de seguimiento del referéndum. Esta comisión no controlaba el proceso del referéndum, sino que sólo hizo la observación de las votaciones el mismo 1-O y recibió el encargo pocos días antes de la votación. En ningún caso, dijo, sustituyeron la sindicatura electoral ni tuvieron ningún contacto. De hecho, ha dicho que no había ningún organismo que regulara el funcionamiento del referéndum, ya que el TC había hecho decaer el funcionamiento de la Sindicatura.

El secretario general del Parlament, Xavier Muro, ha explicado que recibieron la notificación del TC que suspendía la ley del referéndum sobre las 11 de la noche del 7 de septiembre, y él lo comunicó verbalmente a los miembros de la Mesa y a todos los servicios generales de la cámara para que no se acreditara a ningún miembro de la Sindicatura Electoral ni se les cediera ningún espacio ni herramientas informáticas. Ha asegurado que él no vio ni tuvo conocimiento de ninguna reunión de la Sindicatura en la sede del Parlament, pero ha admitido que podrían haber entrado a título particular invitados por algún grupo parlamentario.

Sobre la publicación de la ley del referéndum en el Boletín del Parlament ha admitido que aún no saben cómo pudo pasar, y cree que hubo problemas de seguridad informática con un acceso indebido por parte de alguien.

El exletrado mayor del Parlamento Antoni Bayona ha explicado que el 6 y 7 de septiembre hicieron advertencias verbales y por escrito a la Mesa. Cuando recibieron las notificaciones del TC que suspendían las leyes de desconexión lo notificaron a la Mesa, pero no lo notificaron a los miembros de la Sindicatura Electoral porque no estaban presentes allí y tampoco tenían el mandato de hacerlo. Bayona ha dicho que no sabe si los síndicos electorales se reunieron en el Parlament, ya que no los conocía ni los vio.

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