La incidencia de la huelga del Metro se situa en el 90% en la tercera jornada de paro desde la ruptura de negociaciones
La huelga del Metro de Barcelona ha obtenido una vez más el seguimiento mayoritario de los trabajadores. Fuentes del comité de empresa sitúan la adhesión en más del 90% de los no convocados para realizar servicios mínimos en el primer y segundo turnos de paradas, de las 7 a las 9 de la mañana y de las 16 a las 18 horas.
La primera franja de la huelga del Metro ha obligado a realizar regulaciones de pasaje en los enlaces de las estaciones de la Sagrera y Sagrada Familia a pesar de la menor afluencia de viajeros.
El cumplimiento de los servicios mínimos también queda ratificado por la valoración de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que ha afirmado que durante el primer turno del paro, que se ha desarrollado con normalidad, han circulado 57 trenes, el 40% de los convoyes habituales.
Los servicios mínimos fijados por la Generalitat se sitúan en el 40% en las horas puntas -de 7 a 9 y de 16 a 18 horas- y del 20% entre las 20.30 y 22.30 horas.
Comisiones Obreras, uno de los sindicatos que convoca la huelga y que está presente en el comité de empresa, ha emitido un comunicado en el que asegura: «ya basta de criminalizar la plantilla por la huelga. Ya toca que el Ayuntamiento de Barcelona y la Dirección de la Empresa se sienten a negociar con el Comité de Huelga un convenio que, hace ya dos semanas, ha quedado aparcado por la Dirección».
Las conversaciones para llegar a un acuerdo se frenaron la semana pasada a pesar de que todas las fuentes consultadas coincidían en afirmar que se habían producido avances, que si se consolidaban podían dar pie a una desconvocatoria. Inexplicablemente la empresa estuvo una semana sin reunirse con los trabajadores.
Para CCOO, la última propuesta, a pesar de haber mejorado sustancialmente lo que había sobre la mesa después de 68 reuniones, no dejaba cerrado ningún aspecto de las reivindicaciones que los trabajadores de Metro consideran esenciales, como son la precariedad contractual, la externalización y privatización de los trabajos el transporte subterráneo y la T-Movilidad.
Tanto CCOO como UGT, como CGT manifiestan su malestar ante lo que consideran táctica de la empresa, detrás de la cual está el Ayuntamiento de Barcelona, de dejar pudrir el conflicto para así vencer los trabajadores por cansancio. En este sentido, CCOO afirma: «Si la táctica del Ayuntamiento y la Dirección es eternizar el conflicto y buscar el desgaste -como hace años ya se hizo- a los únicos a los que perjudica es los usuaris que a diario utilizan el transporte público para desplazarse».
La huelga se repetirá durante dos horas por turno todos los lunes no festivos, según decidió a principios de abril la plantilla en una asamblea, en total serán ocho horas de huelga cada lunes, de manera indefinida hasta que las negociaciones logren resultados, según el comité de empresa.