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La elección directa de alcaldes, realidad antes de que acabe el año

Ayuntamiento de Tomelloso. / Foto: Javier Robla

Las medidas de “regeneración democrática” que ha propuesto el PP se van a aprobar. Y rápido. Desde el partido de Génova quieren dialogar con los otros partidos del Parlamento (matizar este punto, ya que Podemos no lo está actualmente) para buscar un consenso que tiene difícil alcanzar, pero aunque no lo haya, lo hará en solitario. Algunos partidos como PSOE y UPyD aceptarían alguna modificación de la ley actual, pero nunca la propuesta total del PP.

La medida finalmente quedaría en que en aquellos municipios en los que un partido obtuviera el 40% de los votos, y sacase “una ventaja considerable al rival” (que se colocaría en 5 puntos) obtendría la mitad de los concejales más uno del ayuntamiento. El resto de escaños se repartiría según la ley d'Hondt entre el resto de partidos. No obstante este margen del 40% puede acabar siendo insuficiente para los populares en nuestra región, que aunque serían de largo los más beneficiados, no llegarían a ese porcentaje en más de la mitad de localidades (sólo alcanzaría la mayoría en menos de un tercio de municipios). Incluso con esta medida, el PP perdería más de la mitad de las mayorías absolutas que tiene actualmente en la región (en municipios de más de 4.000 habitantes, pasaría de 67 mayorías absolutas a 32).

Para ejecutar este cambio habría que modificar el artículo 185 de la Constitución Española. Precisamente el PP se escuda en que el programa electoral del PSOE con Zapatero ya llevaba este cambio entre sus puntos (con matices; se proponía la creación de una segunda vuelta, nunca la alcaldía directa para el más votado) y en 2010 los populares llevaron este punto en su programa (aunque en esa ocasión la diferencia entre partido más votado y el resto debía ser de 7 puntos).

Queda la duda de saber cómo se repartirían los escaños en caso de que ningún partido cumpla dichas premisas. Desde el PP aún no se ha pensado en qué fórrnula usar en esos casos (que es lo que ocurriría en la mayoría de municipios por otra parte) y mientras que algunos apuestan por una segunda vuelta electoral, otros consideran que se repartirían igual que con el sistema actual.

El PSOE aceptaría como mucho una segunda vuelta entre algunos candidatos

El partido de Pedro Sánchez ha mostrado su reiterada negativa a lo que consideran “cambiar las reglas del juego a mitad de la partida”, ya que cuando las encuestas dan peores resultados al PP es cuando se promueve una ley que les beneficiaría.

Los socialistas se niegan a negociar siquiera la ley del PP y aceptarían, como máximo, una segunda vuelta electoral entre los candidatos que obtuvieran más de un 15% de votos (no sólo de los dos candidatos más votados).

El PSOE creará un “frente de oposición conjunta” (que no candidatura conjunta para las elecciones, sino para negarse a implantar esta ley) en todos los municipios manchegos, en los que espera que se incluya toda formación, incluso de ideología menos pareja como UPyD.

Los partidos de izquierdas buscan crear candidaturas comunes

La unión hace la fuerza. Así lo entienden desde Izquierda Unida, Podemos, Equo y otros partidos de izquierdas. Entienden que estas medidas castigan a los partidos pequeños principalmente y, si quieren aspirar a algo, tiene que buscar coaliciones antes de las elecciones para poder tener fuerza. Al rechazo de la ley se han sumado junto al resto de partidos, e incluso en algunos municipios no descartan una candidatura conjunta, incluyendo en algunos incluso al PSOE, lo que formaría un frente de “todos contra el PP” en determinadas ciudades.

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