Un par de quebrantahuesos vuelve a habitar la Tinença de Benifassà después de más de un siglo
Por primera vez desde hace más de un siglo, una pareja de quebrantahuesos vuelve a volar sobre los parajes de la Tinença de Benifassà de Castellón. Técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio han constatado que un par de estas aves en peligro de extinción regresan a este parque natural en el periodo de cría que comprende de octubre hasta junio tras pasar el resto del año en La Rioja y los Pirineos respectivamente.
El director general de Medio Natural y Animal, Raúl Mérida, ha destacado que el regreso de ambos ejemplares forma parte del Proyecto de Reintroducción del Quebrantahuesos en el parque natural. Según Mérida, “el regreso de estos dos machos dentro del proyecto de reintroducción de esta especie silvestre en Castellón, en probablemente más de un siglo, es una excelente noticia que pone de manifiesto la calidad de la zona escogida para la suelta y la eficacia de las acciones realizadas y metodologías seleccionadas”.
En octubre de 2023, tras sólo seis años de sueltas en la Tinença de Benifassà, se documentaron los primeros indicios de la presencia de quebrantahuesos, que finalmente se ha confirmado este invierno. Aunque este movimiento estacional no es común en la especie, el hecho de que vuelvan a la zona de liberación durante los meses centrales de la época de cría (octubre-junio) indica que han establecido aquí sus potenciales territorios.
Según Mérida, “es significativo que, en comparación con otros proyectos similares, en la Tinença se haya formado la primera pareja en menos tiempo, a pesar de que en la zona se hayan liberado menos individuos de media”.
Además, el director general ha explicado que “los primeros quebrantahuesos, fueron liberados hace seis años a través de la técnica de cría campestre o 'hacking', método que ha demostrado ser efectivo para la supervivencia y fijación al territorio de estas aves filopátricas, es decir, que tienen tendencia a regresar a la zona que reconocen como su lugar de origen, ya sea porque nacieron allí o porque allí fueron liberadas”.
Así, “desde que empiezan a volar, visitan distintas zonas (en este caso, los Pirineos, el Sistema Ibérico y la cordillera Cantábrica) y será a partir del cuarto o quinto año de vida cuando empiecen a elegir el territorio en el que se establecerán de forma definitiva”, ha añadido.
Mérida también ha explicado que la presencia de los dos machos ofrece buenas perspectivas para el proyecto puesto que ambos individuos son aún jóvenes (4 y 5 años respectivamente) ya que la primera reproducción de esta especie se sitúa, de media, entre los 8 ó 9 años“.
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