El gobierno municipal de Almassora, conformado por PP y Vox, se tambalea después de que la formación de extrema derecha haya explotado en el grupo municipal al abandonar el partido dos de sus tres concejales. De esta forma el ejecutivo local de la popular María Tormo se encuentra en minoría si se ciñe únicamente a los ediles de las dos formaciones firmantes del pacto.
Concretamente han sido Vicente Martínez-Galí, líder de Vox en la localidad castellonense y concejal de Urbanismo, y José Martínez Gonzálvez, número tres en la lista electoral, han anunciado que se dan de baja del partido y pasan a integrar el grupo de no adscritos. Se mantiene de este modo como única concejala de la formación en Almassora Elena González.
Esta situación deja el aire al gobierno de PP-Vox, pero también se abre la posibilidad incluso de una moción de censura que requiere del impulso también de los dos partidos de la oposición, PSPV y Compromís. El propio Martínez-Galí en un comunicado ha llegado a afirmar “veremos que sucede a partir de ahora”. No obstante las discrepancias enarboladas por el hasta ahora líder de Vox subrayaban que no han sido respecto del gobierno municipal, sino respecto del partido liderado por Santiago Abascal.
Martínez-Galí ha asegurado que informará sobre sus decisiones esta semana, y que ha tomado una decisión “muy dolorosa” ya que “formábamos parte de este partido con mucha ilusión y ganas de cambiar las cosas”. Añade que Vox “ha abandonado completamente el municipalismo, privando a la ciudadanía de Almassora de una herramienta fundamental para la defensa de sus propios intereses, siempre en el marco de un proyecto político en beneficio del conjunto de la ciudadanía española”. En cuanto a la concejala que se mantiene en Vox ha apuntado que no ha hablado con ella sobre si se queda en el partido o seguirá su camino.
El concejal manifestaba también que “desde hace tiempo, vienen sucediéndose actuaciones en el seno del partido que, a mi juicio, no son representativas de la vida pública y el servicio a los ciudadanos”. Además defendía su labor asegurando que “siempre he cumplido con mi deber, llevando a cabo diligentemente las directrices del partido, con enorme respeto a su organización y a las instituciones. Sin embargo, tengo la plena convicción de que, hoy por hoy, resulta incompatible seguir formando parte de esta expresión política y trabajar activamente al mismo tiempo en un proyecto que esté a la altura de las necesidades de la ciudad de Almassora”.
Con todo en el mismo comunicado sentencia que “atendiendo a estas circunstancias, he solicitado formalmente mi baja como afiliado al partido y mi dimisión como integrante y portavoz del grupo municipal Vox del Ayuntamiento de Almassora, habiendo solicitado mi condición de concejal no adscrito”.
Vox exige las actas tras la “traición”
Ante el anuncio realizado por los dos ediles Vox ha exigido a ambos que entreguen el acta de concejales “a la que accedieron por ir en las listas de nuestro partido y gracias a los votantes de Vox, a quienes voluntariamente han dejado de representar”.
Añaden que “lamentamos la traición de ambos concejales a los compromisos y principios que dijeron querer representar cuando solicitaron formar parte de la lista de Vox al Ayuntamiento de Almazora [sic] y garantizamos a los ciudadanos que la concejal de Vox en el municipio, Elena González, sí seguirá trabajando por el municipio y defendiendo las políticas de Vox”.