Destrucción de empleo y merma de derechos de los usuarios, los conflictos de la fusión entre el Sabadell y el BBVA
La probable fusión del BBVA y el banco Sabadell, cuya sede social se encuentra en Alicante tras la absorción de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), ha despertado recelos y preocupación entre los representantes de trabajadores y de usuarios y consumidores ante la destrucción de empleo que conllevaría aunar en una marca las dos entidades, lo que supondría a su vez una pérdida de derechos para los clientes actuales, aseguran.
Por un lado, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se ha referido este martes en términos de “magnitud” a la posible destrucción de puestos de trabajo que pueda derivarse de la fusión entre BBVA y Banco Sabadell. Álvarez, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha pedido a las entidades financieras que sean “conscientes” del esfuerzo que hicieron los ciudadanos en la anterior crisis para sostenerlas.
“Ahora no pueden volver en esta crisis con más despidos y destrucción de empleo. Vamos a trabajar desde UGT en BBVA y Banco Sabadell para que eso no se produzca”, ha afirmado. Al mismo tiempo, Álvarez ha expresado su preocupación por la relación de la banca con el sistema productivo, ya que, según ha argumentado, el Sabadell tiene una raíz industrial, de soporte a las empresas, que debe mantenerse.
“Por tanto, en esta fusión tenemos que mantener el elemento clave de que la banca esté al servicio del sistema productivo”, ha insistido. Además, el líder de UGT ha asegurado que “le empieza a preocupar mucho” todo el proceso de digitalización de la banca porque se va a traducir en más cierres de oficinas y llegar a menos personas.
“La brecha digital que se puede producir en nuestro país no sólo entre zonas urbanas y rurales, sino también entre las personas mayores que no tienen acceso al sistema digital, puede ser absolutamente difícil de saltar”, ha advertido Álvarez. Por ello, ha abogado por “democratizar” la digitalización para que llegue a todas las capas sociales y a todas las personas, con independencia de su edad.
Por otro lado, la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) ha advertido al Banco de España “de los riesgos que esa fusión podría ocasionar en los usuarios de ambas entidades” tras recordar que, entre BBVA y Banco Sabadell, según datos del registro de entidades del Banco de España, cuentan actualmente con más de 530 sucursales en nuestra Comunidad.
Y todo después de que, en los últimos años, los consumidores valencianos han visto reducir considerablemente el número de oficinas bancarias en la Comunidad. Desde la desaparición de la ya extinta Bancaja, la posterior fusión entre Bankia y Caixabank y la prevista entre BBVA y Banco Sabadell “no sólo vamos a perder el domicilio social de una gran entidad bancaria sino que serán cientos de oficinas las que cerraran sus puertas tras esta nueva fusión y decenas de poblaciones volverán a quedarse sin oficina bancaria”, señalan en un comunicado.
“Todo ello va a ocasionar que cientos de miles de personas vuelvan a ver reducidas sus posibilidades de acudir a oficinas físicas y tendrán que, obligatoriamente, empezar a realizar sus operaciones a través de internet”, añaden.
Por todo ello, Avacu apunta que “el juego del sistema bancario español, apoyado claramente por el Banco de España y el Banco Central Europeo, nos lleva irremediablemente a una pérdida de derechos de los consumidores y usuarios de la banca tradicional”. En primer lugar, porque se ve reducido el número de entidades bancarias y, con ello, “las posibilidades de una mejor competencia”; en segundo lugar, también se reducen el número de oficinas físicas “obligándonos a operar a través de internet”; en tercer lugar, “nos aumentan considerablemente las comisiones bancarias por servicios que antes eran gratuitos o bien nos incrementan el coste de los que no eran gratuitos, obligando así a buscar entidades que operan solamente vía online (que habitualmente son las únicas que mantienen sus comisiones más reducidas o, inclusive, a 0)”.
En palabras del presidente de Avacu, Fernando Móner: “Los usuarios estamos jugando a su juego, con sus reglas y sin capacidad de poder imponer condiciones (que en muchos casos son abusivas). Y, mientras tanto, los órganos reguladores y que supervisan se mantienen mirando hacia otro lado con la excusa de que seguimos teniendo un buen nivel de competencia en el sector y que es bueno tener en España entidades financieras más fuertes que puedan competir con extranjeras”.
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