Valencia, ciudad de acogida del 'Aquarius', reivindica una Europa inclusiva para las personas migrantes
La ciudad de acogida del Aquarius se reivindica como espacio inclusivo y reclama a Europa, a la unión de países, que haga lo mismo. “Europa tiene responsabilidad histórica. Debe escuchar e invertir en esos países [en conflicto] para que haya estabilidad y democracia”, sentenciaba Ridha El Barouni, cofundador del Consejo Islámico Superior de la Comunidad Valenciana, en la conferencia europea sobre migraciones celebrada esta semana en Valencia. Un encuentro para dirigentes locales y autonómicos, miembros de la sociedad civil y del tercer sector en el que analizar los flujos migratorios y la respuesta de Europa ante esta incógnita.
La conferencia europea la han organizado por la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y la Dirección General de Relaciones con la Unión Europea de la Generalitat Valenciana, en colaboración con la oficina valenciana del programa europeo de cooperación entre regiones Interact y la Universitat de València.
En 2015 el Consell impulsó una red de ciudades valencianas acogedoras de personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo, con un registro de las familias acogedoras y creó la red de municipios acogedores o Ciutats-Refugi, además de poner en marcha la Operación Esperanza Mediterránea, un intento de rescate en el mar frustrado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Dos años después, el Gobierno socialista sí permitió que los 600 migrantes a bordo del Aquarius desembarcaran en el puerto de Valencia, o que el pesquero de Santa Pola Nuestra Madre Loreto rescatara a una docena de personas, después de las presiones sobre el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
La vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, defendió en la sesión inaugural que la inmigración es una “buena inversión de futuro” que resulta favorable para el desarrollo económico y un factor contra el envejecimiento demográfico, y añadió “el valor intrínseco positivo” que ha conllevado históricamente la emigración en la conformación de las culturas y los pueblos.
Los conferenciantes han mostrado su preocupación por los bulos que circulan en masa por las redes sociales y servicios de mensajería como whatsapp, que contribuyen a generar odio hacia colectivos vulnerables basándose en falsedades. “Es algo agobiante y repulsivo”, enunciaba Joan Calabuig, delegado de la Generalitat Valenciana para la UE. “La migración es positiva para Europa -como han defendido los conferenciantes- aunque la percepción no es esa”, lamentaba Alberto Ibáñez, secretario autonómico de Igualdad. El secretario autonómico defendió la 'red antirrumores' que impulsó su departamento, una herramienta para combatir los prejuicios y las mentiras racistas, base de los delitos de odio. En 2017, según datos del Gobierno, fueron 1.419 en el conjunto de España, de los que 121 se produjeron en la Comunitat Valenciana.
El mismo martes por la tarde se ha celebrado el tercer aniversario de 'Valencia, ciutat refugi', en una jornada para reivindicar la ciudad como centro de acogida. “Adquirir el compromiso de ser una ciudad refugio fue una victoria de la ciudadanía, que ante un drama humanitario supo presionar a las instituciones porque tomemos medidas encaminadas a garantizar los derechos de las personas refugiadas. Nuestra ciudad, tu refugio, ha sido una de las materializaciones, en el caso de Valencia, del cambio institucional de perspectiva, atención y empatía hacia los refugiados”, explicó la regidora de Cooperación, Neus Fábregas, quien organiza estas jornadas.
El proyecto pretende complementar el programa de asilo del Ministerio en materia de sensibilización, incidencia en el sector privado y acompañamiento a las personas refugiadas.