El Low registra su mejor entrada por el tirón de Suede y Los Planetas
La atracción que generan Los Planetas con su música indie y las excelentes composiciones de los británicos Suede han logrado que el Low Festival supere la afluencia del primer día y en su segunda jornada haya alcanzado de largo las 25.000 personas, según fuentes municipales, en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor de Benidorm.
Desde primera hora de la tarde, con los iniciales acordes de Sr. Chinarro en el escenario Ron Matusalem ya se notaba en el ambiente que los “lowers” llegaban con ganas de aprovechar al máximo el amplio repertorio de artistas que conformaban el cartel de este segundo día.
Lo mismo ocurría en el escenario Wiko. El dúo alicantino Cowboy Lovers y sus fans se fajaban con las altas temperaturas al ritmo de un rock que desde 2012 ha venido mostrando su calidad.
Oscar Mina comenzaba su sesión a las 19.30 con sonidos que llevaban a los presentes desde el pop más delicado al electro bailable aderezados con éxitos de siempre.
A medida que avanzaba la noche la expectación iba creciendo, así como el trasiego entre escenarios. Los californianos Black Lips, preludio de los esperados Los Planetas, concentraron a buena parte del auditorio frente al escenario Budweiser.
A las 23.30, con el público entregado, el grupo granadino sólo tuvo que hacer lo que mejor sabe; tocar, cantar y mostrar lo mejor de un repertorio cuyos seguidores se cuentan por millares.
Terminaron Los Planetas y llegó el otro plato fuerte de la jornada. Los miles de “lowers” seguían teniendo ganas de fiesta y de escuchar buena música.
Suede no faltó a su cita y tiró de temas antiguos -el archiconocido Trash, entre otros- y nuevos, los de su último álbum “Night thoughts”, producido por Ed Buller, que la crítica ha calificado de “inspirado y convincente”.
Para el último día, el domingo, quedan atractivos de sobra en un certamen que cada año gana en prestigio. El Low Festival cierra la edición de 2016 con los madrileños de Vetusta Morla y la banda de indie-rock británico The kooks, que a buen seguro volverán a llenar el césped y las gradas del estadio Guillermo Amor de Benidorm.