Orengo considera una “hipótesis absurda” la acusación de corrupción por la compra del local de un familiar de su número dos en Gandia
El exalcalde de Gandía José Manuel Orengo considera una “hipótesis absurda” las acusaciones sobre la subvención que otorgó su ayuntamiento a la Federación Valenciana de Fútbol para comprar un local propiedad de familiares de su número dos.
Orengo, hasta hace meses asesor del presidente de la Generalitat Ximo Puig, ha comparecido este miércoles en la comisión de investigación de la financiación de las campañas electorales del PSPV y El Bloc, cuyo nexo de unión es la empresa Crespo Gomar. La mercantil fue creada en 2001 en Gandía por Alberto Gomar, el hijo del teniente alcalde, Antoni Gomar y creció al calor de los socialistas.
La propia empresa reconoce en su informe de gestión de 2008 que la salvación ese año se la dieron dos contratos de cerca de un millón de euros con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Otro hito en su facturación fue el Congreso que montó la gestora presidida por Joan Lerma. No osbtante, el exalcalde socialista ha apuntado que “el Ayuntamiento de Gandía era un cliente ínfimo de Crespo Gomar” y que la empresa trabajaba con muchas empresas y partidos por su prestigio.
La subvención del Ayuntamiento de Gandía a la Federación Valenciana de Fútbol para la adquisición de un inmueble ha centrado buena parte de la comisión. En 2009, el ayuntamiento aprobó una ayuda de 257.000 euros para la compra de un local adquirido por 525.000, que era propiedad del marido de la hija (Gemma Gomar) del teniente alcalde, el socialista Antonio Gomar, también padre del titular de la mercantil investigada en la comisión (Alberto Gomar). Otro miembro de la familia, Cayetano Gomar, era entonces el tesorero de la Federación de Fútbol. La jueza de Instrucción número 21 de Valencia vio indicios de delito en esta ayuda, que pasó a un juzgado de Gandía.
En el turno de César Jiménez, de Podemos, el representante morado ha considerado que se daban las condiciones del “círculo perfecto para delinquir” que es “poner un huevo en cada cesta. Jiménez ha relatado que ”Había un Gomar en cada pata: en el ayuntamiento había un Gomar, en la federación había un Gomar y en la empresa había un Gomar“. ”A mí me haría levantar las orejas“, ha insistido el parlamentario morado. Orengo ha defendido que el concejal no conocía esta decisión y que él mismo se enteró de que el local era propiedad de la familia el día de la inauguración. Sorprendido por la coincidencia, ha contestado, y ante las dudas de la operación se encargó un informe jurídico a la secretaría del Ayuntamiento que lo avaló todo.
La forma de otorgar la subvención resulta algo curiosa. El exalcalde ha explicado que no era una ayuda como tal, sino que se pagaba mes a mes, con documentación que la justificara, el préstamo de la entidad con el banco, hasta completar los 257.000 euros. “No se otorga la subvención en un único pago, sino subrogándose a través de una entidad hipotecaria. Se le entregó la cantidad equivalente al préstamo de 15 años”, ha expuesto.
El socialista ha insistido en la legalidad de actuación, explicando que el local lo eligió la federación deportiva y que el ayuntamiento no intervino para recomendar la compra. También ha expuesto que en Gandía se enteraron de que la empresa trabajaba con los socialistas porque “nos dijeron que lo vieron [a Pepe Crespo, copropietario de la mercantil] con Joan Ignasi Pla en Gandía”. El candidato a la presidencia de la Generalitat ha comparecido horas antes en la misma comisión, donde ha negado las irregularidades de las que se les acusa.
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