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Compromís insiste en crear un impuesto municipal al turismo en la próxima ley de presupuestos

El síndic de Compromís, Fran Ferri, junto al alcalde de València, Joan Ribó, reunidos este miércoles en el Ayuntamiento.

Laura Martínez

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Compromís incrementa la presión sobre sus socios en las Corts Valencianes para implementar un impuesto a las pernoctaciones hoteleras en la Comunitat Valenciana. A un día para que concluya el plazo de registro de enmiendas a la ley de medidas fiscales de 2022, conocida como ley de acompañamiento a los Presupuestos, el portavoz parlamentario, Fran Ferri, celebraba un encuentro con el alcalde de València, Joan Ribó, para reclamar juntos un gravamen que compense el impacto del turismo en la ciudad.

Los grupos que componen el Gobierno del Pacto del Botánico han cambiado varias veces los argumentos en favor y en contra del impuesto al turismo, un debate recurrente en el Parlamento autonómico desde que Podem abriera la veda en solitario. Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida quieren un impuesto que compense el impacto de la actividad, que pagaría el turista en función de las pernoctaciones y el tipo de alojamiento en todo el territorio, mientras que los socialistas creen que es una herramienta que la derecha puede utilizar contra el Gobierno, que no puede implantarse en toda la autonomía porque lastraría a un sector ya perjudicado por la pandemia y que nada tiene que ver el turismo de 'todo incluido' con el veraneante de segundas residencias o el visitante de zonas rurales.

El alcalde de València, que llegó a un acuerdo con el PSPV para regular el impuesto cuando el sector se haya recuperado de la crisis, expuso que “el turismo supone un incremento de los servicios de la ciudad a los turistas que se tiene que financiar”. “La tasa es una oportunidad, pero el Ayuntamiento no la puede introducir si no hay una posibilidad legal desde la Generalitat”, insistió Ribó.

En la misma línea se manifestó el portavoz parlamentario de Compromís, que negocia con el PSPV su voto favorable en las Corts Valencianes. Ferri defendió que “las ciudades europeas que la han implantado no tienen una bajada de turistas, sino que tienen más recursos para mejorar las ciudades y la calidad de vida de las personas que viven en ellas, y también la calidad de vida de los turistas mientras nos visitan”.

Hasta la fecha, los socialistas rechazan la fórmula que plantean sus socios y se abren a elaborar una propuesta consensuada con el sector y de aplicación voluntaria en los municipios. La idea que maneja su síndic, Manolo Mata, es abrir el paraguas autonómico para desarrollar un impuesto en dos tramos: una parte bonificada por la Generalitat Valenciana -para que quedara a cero en todos los municipios- y un recargo de aplicación local para los consistorios que lo consideren.

Los dirigentes de Compromís insisten en que el gravamen no tiene efectos sobre la demanda de turistas y en que no lo pagarían ni los vecinos ni los empresarios hoteleros, sino los visitantes. “Todos los datos que tenemos de muchas ciudades donde ya se aplica demuestran que la tasa no tiene ninguna influencia sobre el número de personas que vienen”, señalaba Ribó, a lo que Ferri añadió, con cierta sorna: “Si alguien piensa que un turista dejará de visitar València por un euro más por noche, es que cree que la ciudad de València no se merece la visita de los turistas, cuando nuestra ciudad es maravillosa para vivir y visitar”.

Este jueves el Parlamento autonómico reúne la comisión de Economía y Presupuestos, donde se plantearán las enmiendas presentadas por los grupos a la ley de Acompañamiento. Las enmiendas que no se pacten esta semana quedarán 'vivas' para el pleno de la tercera semana de diciembre, donde tendrán la última oportunidad para integrarse en las cuentas públicas de 2022.

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