Una red de ayuntamientos valencianos se prepara para luchar contra la violencia de género

Una red de ayuntamientos valencianos se articula para formar a su personal en violencia de género. Ocho municipios de la provincia de Valencia se han sumado al programa 'Más seguras, más iguales', un proyecto de formación para aprender a detectar y combatir la violencia de género de forma efectiva desde la administración municipal. El curso formativo está homologado por el Instituto Valenciano de Administración Pública y financiado con los fondos del Pacto de Estado para la violencia de género, que según las cuentas de 2018 prevé un total de 20 millones de euros para acciones desarrolladas por los municipios.

Los ayuntamientos son la administración más cercana al ciudadano y las voces expertas insisten en la necesidad de formar adecuadamente al personal. “Muchas veces se topan con buena voluntad pero con falta de conocimientos para poder actuar”, explican las organizadoras del programa sobre su experiencia. Ana Julián y Elisa Iniesta son las dos juristas fundadoras de Equality Momentum, una consultora de igualdad valenciana que realiza trabajos técnicos y formativos encaminados a obtener la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y ellas son las responsables de los cursos de formación.

Inisesta considera a la administración municipal como fundamental en la detección precoz de los casos de violencia machista, al ser la más próxima. “Es en el centro de salud o en el centro escolar donde pueden intervenir los agentes implicados, en la policía local, los servicios sociales...”, explica la jurista.

La formación está destinada para los profesionales de distintos niveles que tengan que ver con la administración local, desde el equipo de trabajadores sociales hasta cuerpos y fuerzas de seguridad, pasando por médicos, psicólogos, personal de justicia y de los propios ayuntamientos. “Es importante que entiendan cómo se produce la violencia. Entender el problema desde la raíz ayuda a combatirlo”, añade la profesional. El objetivo es implicar a todos los agentes en la lucha contra la violencia machista y terminar con la creación de una Mesa interdisciplinar y un protocolo municipal de violencia de género. De esta forma, se consigue que todas las partes actúen de forma coordinada y evitar esas lagunas que perjudican a las víctimas y denunciantes, como ha ocurrido al investigar algunos asesinatos machistas. “Hay que poner el acento en la coordinación de los equipos, que no haya fallos en el sistema”, explica Elisa Iniesta.

La elaboración del protocolo de forma común consigue otro tipo de responsabilidad y de implicación de los agentes con el proyecto. “Hay que ponerse en su piel”, cree la corresponsable de la consultora. Respecto a las carencias en el ámbito municipal, Iniesta considera que cada caso es un mundo, aunque generalmente se aprecian lagunas en formación, recursos económicos y medios disponibles para que el personal haga su trabajo. No obstante, la responsable cree que desde la administración autonómica y las diputaciones provinciales se ha despertado el interés por mitigar estas carencias a través de los planes de igualdad y las ayudas económicas.

Los participantes reciben formación desde la perspectiva sociológica y legal. Las unidades didácticas van desde los diferentes tipos de violencia física y psicológica hasta las estrategias de protección de la víctima, pasando por la arquitectura jurídica e institucional. Todas las personas que trabajan impartiendo estos cursos vienen del mundo jurídico o criminológico y han recibido formación específica en políticas públicas y género. Las unidades didácticas, explican, se han construido en base a fuentes del Ministerio de Igualdad y de los institutos oficiales, con una estructura académica y mezcla de contenido teórico con casos prácticos.

Los agentes implicados aprenden a “coordinar su trabajo en equipo, analizar la violencia de género como fenómeno social, conocer la legislación vigente al respecto y desarrollar estrategias de intervención, así como también aprender cómo ha de ser una adecuada atención para las mujeres en situación de maltrato y para sus hijas e hijos”.