Una protesta exige la abolición de la prostitución: “Es la forma más brutal de violencia contra las mujeres”

El Front Abolicionista ha exigido este domingo en una concentración en la plaza del Ayuntamiento de València, con motivo del 8-M, Día Internacional de la Mujer, la abolición de la prostitución, la pornografía y la explotación reproductiva, que, a su juicio, son “las formas más brutales de violencia contra las mujeres y niñas”.

Las asistentes han portado una pancarta con el lema 'Feminisme és abolicionista. Pels drets de les dones' ('Feminismo es abolicionista. Por los derechos de las mujeres') y han colocado unos paraguas morados que han formado la consigna 'Abolición prostitución'.

Además, han leído un manifiesto en el que han instado a las instituciones públicas a “sensibilizar y concienciar a la sociedad” para que “no se normalice ni blanquee un sistema que convierte a todas las mujeres y niñas en potenciales objetos de mercado”.

La portavoz del Front Abolicionista PV, Alba Herraiz, en declaraciones a los medios, ha recordado la presentación en el mes de octubre de una proposición no de ley (PNL) en Les Corts para exigir la puesta en marcha de políticas públicas para “proteger a las mujeres víctimas de explotación sexual”. Asimismo, el documento exigía “desactivar la demanda de prostitución” con la penalización y la sanción de los puteros y políticas para “luchar contra el proxenetismo”.

“No hace falta irse a países lejanos para observar la esclavitud del siglo XXI, que es en realidad la prostitución, ya que España ocupa el tercer puesto de los países con mayor consumo de prostitución en el mundo y el primero en Europa”, ha manifestado Herraiz. En concreto, en la Comunitat Valenciana, ha apuntado, “la Conselleria de Justicia estima que 8.500 puteros pagan 762.000 euros al día por violar a más de 10.000 mujeres prostituidas”, ha resaltado.

Por otra parte, ha criticado que la crisis económica derivada de la Covid-19 “ha permitido a los puteros el acceso a violar mujeres a las que en otras circunstancias no accederían”. “Mientras que sectores como el comercio o la hostelería han permanecido cerrados por las medidas sanitarias, encontramos pisos, burdeles y polígonos a pleno rendimiento”, ha aseverado.

“Se han saltado el confinamiento y han expuesto la vida de las mujeres prostituidas con contagios que se han hecho extensivos, y sin poder acceder a los recursos sociosanitarios porque la mayoría de estas mujeres son víctimas de trata y se encuentran en situación irregular”, ha apostillado.

Finalmente, el texto ha censurado que la prostitución “deshumaniza y normaliza la violación de mujeres 24 horas al día, los 365 días del año” y “conforma un paisaje donde el dolor, la soledad, la precariedad socioeconómica, el desamparo de derechos humanos, la propia salud y la vida, es disfrazado bajo un engranaje mercantilista de ocio masculino”.