La Fiscalía aprecia un delito de odio en la actuación de unos vigilantes del metro de València que redujeron a un joven negro
Dos guardias de seguridad del metro de València redujeron y esposaron el pasado 5 de julio a un joven negro por supuestamente no llevar bien puesta la mascarilla, mientras varios pasajeros reprocharon la desproporcionada actuación. Los viajeros grabaron el suceso y uno de los vídeos, publicado en redes sociales levantó una notable polémica.
Sin embargo, según explica a elDiario.es la fiscal delegada de Delitos de Odio de València, Susana Gisbert, la grabación permitió abrir una investigación de los hechos de oficio. Entre las diligencias practicadas, tomaron declaración a la persona retenida y esposada.
Paralelamente, los vigilantes también presentaron una denuncia contra el joven viajero por un presunto delito leve de resistencia, una causa abierta en el juzgado de Instrucción número 6.
“Al haber ya una causa abierta por el mismo suceso, la Fiscalía ha remitido las diligencias practicadas hasta ahora al existir un posible delito de odio. Aún no se ha presentado la acusación, pero cuando llegue el momento se acusará por el mencionado delito”, afirma Gisbert.
Como se aprecia en las imágenes, uno de los guardias llega a coger por el cuello para inmovilizar al pasajero que, visiblemente nervioso, insulta al guardia mostrando su incomprensión e intenta propinar otra patada; mientras la otra guardia intenta esposarle las manos por la espalda. Durante la acción otros dos pasajeros se unen a los guardias para reducir al joven. Uno de ellos, con mascarilla con bandera de España, lo inmoviliza por la espalda, mientras otro intenta hacerle la zancadilla para hacerle caer al suelo.
Diversos pasajeros insisten en pedir a los guardias que suelten al joven, pero especialmente que le suelten el cuello, cosa que hace el hombre que lo sujetaba. Cuando finalmente consiguen esposarle las manos a la espalda los pasajeros que ayudan a reducir al joven se alejan, mientras otros intervienen intentando tranquilizarlo por su estado de excitación. Los guardias pretenden hacerle sentarse pero el hombre se resiste.
El vídeo no muestra cómo concluye la actuación ni cómo se origina, aunque en las redes sociales diversos pasajeros afirman que el inicio fue porque los guardias le requirieron al joven que se colocara bien la mascarilla, y que este protestó porque solo se lo dijeran a él cuando había otros en la misma situación incorrecta. La discusión habría crecido de tensión hasta llegar al punto de que los guardias lo redujeron.
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