El Vaticano entrega el obispado de Orihuela-Alicante al polémico monseñor Munilla antes del relevo de Cañizares
El Papa Francisco ha anunciado este martes el nombramiento de monseñor José Ignacio Munilla Aguirre, hasta ahora obispo de San Sebastián, como nuevo responsable de la diócesis de Alicante-Orihuela, tras la renuncia como obispo diocesano de monseñor Jesús Murgui Soriano. El Santo Padre acepta la renuncia que Murgui presentó el 17 de abril de 2021, fecha en la que cumplía 75 años, el límite de edad que fija el Derecho canónico para ocupar este cargo.
Munilla llevaba en Gipuzkoa desde 2010, donde ha protagonizado sonadas polémicas por sus declaraciones contrarias al aborto, al feminismo, a la homosexualidad o a la masturbación. Su nombramiento fue recibido con una manifiesto en contra de cerca de 200 miembros de la diócesis. El 77% del clero guipuzcoano afirmó que no era “la persona idónea” para el cargo por ser afín a doctrinas más conservadoras como las del entonces presidente de la Conferencia Episcopal Española, José María Rouco Varela (el obispo también lanzó dardos contra el proceso de paz que terminó con la disolución de ETA).
Por su parte, Murgui fue nombrado obispo de Orihuela-Alicante en 2012, después de que el papa Benedicto XVI aceptase la renuncia del anterior prelado, monseñor Rafael Palmero, también por motivos de edad. En aquel momento Murgui ocupaba la sede de Mallorca (anteriormente fue administrador apostólico de Menorca y obispo auxiliar de Valencia). La toma de posesión de Munilla está prevista para el próximo 12 de febrero de 2022.
José Ignacio Munilla se suma así al frente neoconservador de la Iglesia valenciana frente al Papa Francisco, liderado por el arzobispo Antonio Cañizares. Sin embargo, tal como publicó recientemente El Confidencial Digital, el Vaticano tiene previsto sustituir al cardenal Cañizares debido a problemas de salud y a haber cumplido la edad reglamentaria de jubilación en el clero. Así, Cañizares ya habría presentado su carta de renuncia.
El puesto en Valencia es clave para la Santa Sede al haberse erigido en una de las capitales de la disidencia ultra contra el Papa. El arzobispo Antonio Cañizares distinguió recientemente en la Universidad Católica de Valencia, un poderoso centro privado, al cardenal Robert Sarah, uno de los líderes ultraconservadores de la Iglesia, como doctor honoris causa, en un acto al que asistió la plana mayor de Vox y que contó con la presencia del nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito Auza, el máximo representante diplomático del Vaticano.
El nuevo obispo de Alicante-Orihuela sostiene que “lo que más dignifica a la mujer es el don de la maternidad” o que “la defensa de la vida no puede tener excepciones”, sobre el aborto en casos de violación, entre otros argumentos cercanos a la extrema derecha. También ha afirmado que los homosexuales “necesitan la sanación de las heridas afectivas provenientes de la infancia y la adolescencia” o que la masturbación es “violencia sobre el cuerpo, porque pretende arrancarle el placer, sin vivir a cambio la verdad del amor que le da sentido”.
Jesús Murgui se ha despedido de su puesto este martes, tras el anuncio oficial de la Santa Sede. “Con todo ello, con mi gratitud total a Dios porque me ha concedido el don de poder servirle en esta entrañable Diócesis de Orihuela-Alicante durante más de nueve años, con mi gratitud a todos los colaboradores (...) que me han sostenido y acompañado en todo este bendito tiempo; quiero dejar patente que me produce una profunda satisfacción en el Señor el nombramiento de monseñor José Ignacio Munilla, pues creo que va a representar muy bien en Orihuela-Alicante a Jesucristo, Buen Pastor”, ha declarado.
El nuevo obispo de Alicante-Orihuela ha anunciado en una rueda de prensa su incorporación al obispado alicantino: “Si bien es cierto que la Iglesia es sinodal, como estamos reflexionando en este momento, al mismo tiempo la Iglesia es apostólica y jerárquica, y este principio nos preserva del peligro de diseñar la vida eclesial desde nuestras estrategias personales”. “Por ello”, prosigue Munilla, “acojo con obediencia gozosa la nueva encomienda que pone en mis manos el Santo Padre, y le agradezco la confianza que deposita en mí, inmerecidamente”.
Un obispado con nueve millones anuales de ingresos
El obispo saliente de la diócesis de Alicante-Orihuela deja unas cuentas saneadas, según el último balance disponible en el portal de transparencia, del que informó elDiario.es. La diócesis disparó sus ingresos por arrendamientos hasta los 925.299 euros, más del doble que el ejercicio anterior, en el que los alquileres proporcionaron 453.892,34 euros, un 5% del total. Los alquileres de la diócesis han aumentado desde 2017 (195.675 euros) y coinciden con un incremento de los ingresos por herencias y legados (de apenas 14.638 euros en 2017 pasan a 122.969,34 al año siguiente) y unas subvenciones públicas corrientes por valor de 15,5 millones.
Murgui apenas gastó 920.653 euros en actividades asistenciales aunque destinó un millón a ayuda a la Iglesia universal, un concepto que se refiere a la inyección directa de fondos al Estado de la Ciudad del Vaticano. La retribución del clero alicantino ha ascendido a 4,6 millones, entre sueldos de sacerdotes y religiosos, cuotas a la seguridad social y otras prestaciones sociales. El obispado alicantino anotó en 2018 unos impuestos por unos modestos 4.196,74 euros por unos ingresos totales de nueves millones de euros.
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