Por qué solo deberías beber horchata cuya denominación de origen sea 100% valenciana

Las primeras referencias conocidas sobre la horchata se remontan al siglo XIV.

Eric Santaona

Cada 6 de julio se celebra el Día Mundial de la Horchata, una bebida con una larga tradición en Valencia que se remota como mínimo al siglo XIV. La primera mención a una llet de chufes aparece en El Llibre de Sent Soví, de 1324. Por lo tanto, podríamos considerar esta bebida, que haríamos bien en llamar “la bebida del verano español”, casi autóctona de las tierras de la provincia de Valencia, es decir 100% valenciana. No obstante, no siempre es así.

La horchata, la llet de chufes (leche de chufas) citada en el libro se obtiene de la maceración e infusión de un tubérculo conocido como chufa, y que procede de la planta Cyperus esculentus, que requiere unas condiciones muy especiales de humedad, suelo y temperatura para su cultivo. Se considera que la comarca valenciana de L'Horta Nord posee dichas condiciones mejor que ningún otro sitio, y por lo tanto es normal que tradicionalmente en ella se encuentren los principales productores de la chufa, que se recolecta entre los meses de noviembre y enero.

En total son 19 términos municipales acogidos bajo la Denominación de Origen de Chufa de Valencia. Ahora bien, desde la década de los 90 del siglo pasado, cultivadores extranjeros de chufa venden sus colectas a productores valencianos, para fabricar entre otras cosas horchata.

En consecuencia, se puede considerar que no toda la horchata es actualmente 100% valenciana, ya que la hay elaborada con chufas de otras partes del mundo. Esta horchata no puede acogerse a la Denominación de Origen de Chufa de Valencia, que es el sello que garantiza que la chufa ha sido cultivada y recolectada por agricultores locales, en explotaciones sostenibles y que dejan su riqueza exclusivamente en la economía local, reforzando así la pervivencia de una economía de enorme tradición.

Cómo distinguir una horchata con D.O. de otra que no la tiene

La principal distinción se hace por el sabor, puesto que no saben igual las horchatas de chufa 100% valenciana que las de chufas de otros lugares del mundo. Pero muchas veces el consumidor no puede, antes de pagar, comprobar la mejor calidad de la horchata con Denominación de Origen de Chufa de Valencia, por lo que tendrá que buscar el sello de “Chufa de Valencia” en el envase.

Este se distingue por su fondo amarillo y sus dos chufas dibujadas en color ocre rojo. Si no encontramos el sello, es que no estamos comprando horchata 100% valenciana. El sello es otorgado a los productores por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, que nace en 1987 con el objetivo de proteger y comunicar la importancia del origen valenciano de este tubérculo para garantizar el sabor de la horchata 100% valenciana.

Horchata: una bebida para todas las edades y situaciones

La horchata es, por otro lado, una bebida recomendada para todas las edades, y de hecho hay situaciones fisiológicas en las cuales se hace interesante su consumo:

  • En madres gestantes: debido a su variado aporte de aminoácidos, entre los cuales cabe destacar la arginina, tanto por su cantidad como por la importancia de dicho aminoácido para el feto y el recién nacido.
  • En niños y adolescentes: cumple con una serie de requisitos que la hacen una bebida completa dentro de la alimentación habitual de niños y adolescentes. Tanto por su contenido en calcio, hierro, magnesio y fósforo -lo cual la hace muy indicada en la etapa de crecimiento-, como por su cantidad de fibra alimentaria y la ausencia de glucosa libre. Estas dos últimas cualidades hacen de la horchata una alternativa ideal a la mayoría de refrescos gaseosos con azúcares añadidos, que solo aportan calorías vacías. Mientras, la horchata aporta además vitaminas C y E.
  • En veganos: la bebida de chufa aporta una serie de nutrientes como el ácido linoleico y el almidón, en proporciones más adecuadas que otras bebidas de origen vegetal. Es además ligeramente rica en hierro y combinada con el arroz ofrece proteínas de alta calidad, con los cinco aminoácidos que nuestro cuerpo no puede fabricar y que por tanto son esenciales.
  • En celiacos: la horchata además carece de gluten, lo que la hace perfecta para este colectivo con intolerancia a esta proteína típica de los cereales. Adicionalmente, algunas de las enzimas que contiene, como la amilasa y la lipasa, favorecen la acción de los probióticos y mejoran la digestión.

Por lo tanto, desde un punto de vista nutricional, la horchata de chufa se puede considerar un superalimento. Investigadores de la Universidad de Valencia han concluido que la chufa posee propiedades digestivas muy saludables por su alto contenido en almidón y aminoácidos. Además, es rica en minerales como el fósforo, el magnesio, el potasio y el hierro, además de grasas insaturadas y proteínas.

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