¿Cuáles son los mejores alimentos energéticos para combatir el frío?

FOTO: DIANA RODELO.

Jordi Bernal

Aunque parece que el frío está tardando en llegar, la bajada de temperaturas invernales trae consigo los familiares catarros y gripes, cuando no las amigdalitis, faringitis e incluso bronquitis. Aparte de abrigarse bien y tomar las precauciones que pueda aconsejarnos nuestro médico de cabecera, la alimentación juega un papel importante en estos meses fríos, en los que se produce una pérdida de energía, debida en gran parte a la disminución de Vitamina D que proporciona la exposición a la luz solar. De ahí que sea recomendable tomar el sol en invierno.

En algunos casos, además, la merma de energía tiene consecuencias psicológicas, como la tristeza severa y estados depresivos. Es lo que se llama Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que generalmente se manifiesta con la llegada del invierno. Por lo tanto deberemos procurar tomar alimentos que nos hagan sentir felicesalimentos que nos hagan sentir felices y que nos den las necesarias defensas contra el frío y la menor luz solar. A continuación te exponemos unos cuantos. 

Propuestas nutritivas en invierno

  1. Los caldos. Sabemos por nuestras abuelas que el invierno es sinónimo de cuchara en la mesa. Los caldos tienen la ventaja de ayudarnos a mantener la temperatura corporal adecuada, al tiempo que nos hidratamos, ya que en invierno bebemos menos agua que en otras estaciones del año. La sopa de pollo, sin ir más lejos, tiene propiedades antiinflamatorias y nos ayuda a combatir infecciones del tracto respiratorio. La ventaja añadida de esta propuesta alimentaria es que su elaboración es sencilla y no se necesita ser un cocinitas para prepararla. De hecho, un estudio confirma que las sopas de sobre, sobre todo las que incluyen más verduras (con su aporte vitamínico) también combaten el resfriado. Así que a la sencillez de la elaboración se añade la ventaja crematística.
  2. Legumbres. Deben estar presentes en toda dieta equilibrada, pues son una notable fuente de proteína e hidratos de carbono complejos que nos aportan energía. Claro está que se tienen que guisar de manera saludable para evitar un exceso calórico, como te contamos en Qué legumbres tienen más calorías y cuáles menos. Las lentejas y los garbanzos pueden resultar igual de ricos si optas por condimentos vegetales en lugar de utilizarlos como pretexto para comer chorizo y otros embutidos grasos. En cualquier caso, todas las legumbres nos brindan nutrientes muy necesarios en invierno como el hierro asimilable y la fibra alimentaria.
  3. Cereales integrales. Los cereales son la base de la alimentación desde la antigüedad. Se trata de una destacable fuente de hidratos de carbono y es recomendable tomarlos en versión integral. Podemos combinar un arroz con alguna legumbre, como por ejemplo las lentejas, obteniendo un plato de perfil proteínico vegetal equilibrado complementando los aminoácidos metionina/lisina. Mas info en 7 alimentos que nos pueden ayudar a decir adiós a la carne.
  4. Frutos secos. Los frutos secos son ideales en invierno porque aportan grasas cardiosaludables (Omega 3 y Omega 6) que proporcionan energía evitando que ganemos peso. La ración recomendada son unos 25-30 g por día y mejor si son tostados y sin sal. Además, aportan proteínas vegetales y sobre todo fibra, que permite una liberación paulatina de la energía, al tiempo que regula el tránsito intestinal. Los frutos secos son una de las razones por las cuales pasar olímpicamente de los suplementos de omega-3.
  5. Frutas. En la época de invierno contienen bastantes minerales, que mejoran la digestión y el hígado y refuerzan los huesos. Las naranjas, pero también las mandarinas, pomelos, kiwis y fresas, que son alimentos con más Vitamina C que las naranjas, con lo que, además, su consumo ayuda a incrementar la energía, a prevenir los resfriados y a reducir sus síntomas.
  6. Infusiones. Al igual que los caldos, sirven para hidratarnos y para mantener una óptima temperatura corporal. Asimismo, alivian los dolores de garganta y las congestiones nasales. En concreto, el té es rico en antioxidantes y también es útil para combatir infecciones respiratorias. 

Dos productos dulces y estimulantes

La miel y el chocolate son dos productos energéticos muy apetecibles en invierno. La miel es un producto natural que tiene vitaminas y minerales pero básicamente está compuesta por hidratos de carbono simples de fácil asimilación, no conviene abusar de ella de todos modos dado su alto índice glucémico. Por su parte, el chocolate es rico en Magnesio, potasio, fósforo, hierro, vitaminas A, E, B1, B2, proteínas y lípidos. Históricamente, a ambos se les ha atribuido componentes afrodisiacos. Sin ir más lejos, la miel se utilizaba ancestralmente como facilitador del amor en el matrimonio (de ahí la expresión “luna de miel”).

Por su parte el chocolate, al contener el estimulante natural feniletilamina -que antaño se conocía como “droga del amor” y que libera serotonina, proporcionando una sensación de bienestar y relajación-, también se ha catalogado a menudo como un alimento afrodisiaco. Sin embargo, según la reciente revisión Natural Aphrodisiacs—A Review of Selected Sexual Enhancers, ninguno de los productos serían realmente afrodisiacos, aunque su capacidad de estímulo y bienestar siempre son un acicate para disfrutar de un día de frío invierno en la calidez del hogar. 

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