¿Es obligatorio cambiar el contador de la luz antiguo por uno nuevo?

Foto: Geralt

Jordi Sabaté

Mariana nos escribe el siguiente correo: “Buenas tardes, os escribo porque me sería de gran ayuda que tocaran un tema en ConsumoClaro: ¿Es obligatorio cambiar el contador de la luz en los hogares que aún disponen del antiguo modelo en el interior de la vivienda por el nuevo contador digital? Lo pregunto porque los timos en cuanto a contrato, cláusulas y normativas, son lamentablemente una epidemia.

Yo misma caí en la trampa de cambiar de compañía creyéndome la mentira de este y aquel descuento. En los últimos meses han venido al piso que alquilo promotores de todos los estilos, con diferentes niveles de agresividad, diciéndome que tenían que hacer una foto del contador, que lo iban a cambiar, etc.“

Antes que nada hay que darle la razón a Mariana en que el inicio del frío es una época propicia para los comerciales de la luz, que se despliegan por las escaleras de vecinos llamando a las puertas y explicando sus agresivas tácticas para que nos cambiemos de compañía comercializadora, aceptemos una nueva tarifa del mercado libre en apariencia más ventajosa o, tal como ella dice, hagamos el cambio al contador inteligente o de telegestión, pasando así de la Tarifa de Último Recurso (TUR) al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).

Es posible que nos intenten cobrar por el cambio de contador, o bien que aprovechen dicho percance para mostrarnos que el PVPC no nos sale a cuenta, sobre todo en las actuales circunstancias climatológicas adversas, ya que este se rige por el precio fijado por el mercado eléctrico según días y horas. Nos ofrecerán por contra una tarifa, la de la empresa que los contrata, que será en apariencia más ventajosa, con un precio fijo por el kilovatio/hora (kWh). 

¿Es obligatorio el cambio?

Seguramente una de las tácticas de los comerciales de la luz será la de decirnos que el cambio de contador es obligatorio por ley. Y tienen razón a tenor de la orden Orden IET/290/2012, de 16 de febrero, que establece los plazos para la sustitución total de los contadores antiguos por los nuevos, inteligentes o telegestionados, capaces de hacer sus propias lecturas y transmitir los datos en tiempo real a la central, de modo que se puedan estimar los consumos reales y fijar el precio del consumo horario.

Sin embargo, dicha orden fija el plazo máximo para la sustitución total en el 31 de diciembre de 2018. Es decir que siendo obligatorio dicho reemplazo, tenemos tiempo para permitir que se ejecute hasta la cita fecha, dentro de más de un año. Mientras, podremos resistirnos a los requerimientos de los comerciales acogiéndonos al hecho de que estamos dentro de plazo. 

De todos modos, debemos ponderar que dicho cambio pueda interesarnos, ya que los contadores inteligentes nos permitirán pasar del la TUR al PVPC, ya que podremos discriminar el consumo por horas en lugar de aceptar un precio fijo diario, como ocurre con los contadores antiguos, que no pueden estimar el consumo en tiempo real.

De este modo, con el nuevo contador, si tenemos PVPC, tendremos la opción de usar los electrodomésticos en las horas valle o de menor consumo, en una horro que la OCU estimaba en febrero de 2016 alrededor de los 45 euros el año. Si bien es posible que las constantes subidas hayan difuminado dicho beneficio, la factura a lo largo del año tenderá a ser más asequible que las del mercado libre, donde el precio del kWh es siempre superior al PVPC, aunque el aumento se esconda en el segundo año de consumo normalmente. 

 

¿Cuanto me costará?

Una resolución de la CNMC de 2010 -entonces Comisión Nacional de la Energía- estipula que no nos pueden cobrar por el llamado “enganche al contador” nuevo, ya que anteriormente ya estábamos enganchados al antiguo y no hay modificación del contrato para hacer la sustitución de contador. Por lo tanto, si nos piden una cifra, debemos hacer valer nuestros derechos y no pagar, aduciendo que conocemos la legislación al respecto.

Inicialmente las compañías intentaron cobrar cerca de 10 euros por el enganche, pero la resistencia de los consumidores y algunas reclamaciones forzaron el veredicto de la CNCM. Tampoco pueden cobrarnos por el operario que realiza el cambio, ya que debe ser la compañía quien corra con todos los gastos. No obstante, sí que notaremos que el cambio de contador implica una subida en el apartado de “alquiler de los equipos”, cuyo importe asciende un 40% y escala hasta los 0,80 euros al mes aproximadamente.

Este apartado puede ser discutible, ya que en teoría estos aparatos requieren menos mantenimiento que los antiguos y suponen un ahorro en personal que haga las lecturas -el nuevo contador envía directamente los datos-, aunque se puede aducir que el modelo antiguo tenia un menor gasto energético. No obstante, como no todos los contadores inteligentes tienen operativas todas sus funciones, por lo que FACUA denunció esta subida del alquiler en 2015 tachándola de fraudulenta, aunque sin resultado satisfactorio hasta la fecha. 

Finalmente, en el caso de que el contador esté fuera de nuestro hogar y por tanto no sea necesario que estemos físicamente presentes en el momento del cambio, debemos saber que de todos modos tenemos derecho a ello y así se lo podemos hacer saber a los comerciales, de modo que podamos registrar la última lectura del contador antiguo, que corresponderá a una factura concreta. El resto del mes en que se haga el cambio se contabilizará en otra factura con las lecturas del nuevo contador.

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