Astrofotógrafo de la NASA lamenta la “excesiva” contaminación lumínica en España

El fotógrafo de estrellas Daniel López, colaborador de la NASA, ha lamentado que en Madrid y otras grandes ciudades españolas “no se pueden ver a simple vista” las constelaciones, galaxias y otros cuerpos del espacio exterior por culpa de la “excesiva” contaminación lumínica.

En una entrevista con Efe, el experto astrofotógrafo ha sugerido que la legislación nacional debería seguir el ejemplo de la normativa impuesta por el cabildo de Santa Cruz de La Palma, en Canarias, donde se aplica ya una ley contra la contaminación lumínica.

Según López, la iluminación masiva del cielo nocturno en las grandes ciudades es un problema que sería “fácil de solventar” con sistemas de alumbrado urbano que “no apuntasen en todas direcciones”, sino que orientaran el espectro de luz de su foco únicamente hacia abajo.

No obstante, ha reconocido que todavía quedan algunos “santuarios nocturnos” en España donde se puede hallar “lugares idóneos para ver o fotografiar paisajes mágicos”, tanto en Canarias como en puntos concretos de la sierra de Madrid, Extremadura, Granada y los Pirineos, entre otras zonas.

López, que se define como el único astrofotógrafo español que se dedica profesionalmente a esta tarea, asegura que la difusión de sus trabajos por la NASA, organismo que ha seleccionado ya 18 de sus fotografías como “imágenes del día”, le ha servido como importante “escaparate” de su obra.

“La NASA es una máquina apisonadora de publicaciones..., el primer vídeo que subieron de mi trabajo lo visualizaron 260.000 personas en un solo día”, ha detallado.

Este fotógrafo del cielo lleva desde los catorce años interesándose por este campo, pero no fue hasta hace un lustro, mientras trabajaba como ingeniero en el Observatorio del Teide, cuando comenzó a “ganarse la vida” con esta profesión.

En sus inicios, cuando aún se empleaban las cámaras analógicas, la astrofotografía “era casi como un arte porque realmente era imposible ver lo que estabas fotografiando: solo se veían puntitos sobre un cielo negro y no sabías ni siquiera si la imagen estaba enfocada”.

Sin embargo, la innovación tecnológica en los dispositivos ópticos -los avances en digitalización, el incremento de la sensibilidad del sensor y el abaratamiento de los precios- ha permitido no sólo mejorar la toma de imágenes sino popularizar esta afición por fotografiar el cielo y las estrellas.

La mejor prueba es que “antes éramos cuatro o cinco locos los que nos dedicábamos a fotografiar el cielo” y ahora hay fines de semana en los que “no acudo a algunos lugares interesantes porque están ya llenos de gente”.

De todas formas, para los aficionados a esta actividad López recomienda “intentar sacar el cielo con un paisaje llamativo y echarle mucha imaginación”, fotografiando en especial durante el verano, cuando la Tierra está orientada hacia el centro de la Vía Láctea, por lo que las imágenes serán “más espectaculares”.

Entre los cuerpos celestes más llamativos, este experto señala las nebulosas planetarias, las galaxias o la luz cenital aunque en su experiencia particular cobra fuerza la visión de Saturno, “lo más impresionante que se puede ver” desde un telescopio o una cámara.

Para entender la inmensidad del espacio que se desea encerrar en una imagen, el astrofotógrafo emplea un símil con estrellas del tamaño de una naranja: “En proporción, si el Sol es una naranja y ésta se sitúa en Tenerife, la estrella más cercana estaría en Londres, y todo lo demás es vacío...”

Entre los retos profesionales que López se plantea figura como el más importante el de conseguir fotografiar una supernova o estrella que explota antes de morir con la técnica del “time-lapse” que capta sucesos que se producen a velocidades casi imperceptibles, como la apertura de una flor o el movimiento del Sol, y luego los reproduce a gran velocidad.