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Una de las agencias más antiguas de América pone “fin a un ciclo” en Bolivia

En la imagen el sacerdote español José Gramunt.

EFE

La Paz —

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El “fin de un ciclo”, ha anunciado este martes la Agencia de Noticias Fides (ANF) de Bolivia, de las más antiguas de América, fundada hace 56 años por el sacerdote español José Gramunt.

Fides arguye razones “económicas”, aunque continuará operando bajo mínimos.

La Compañía de Jesús, entidad de la que depende la agencia noticiosa, argumenta una “reestructuración” a partir del año siguiente, que “reducirá a mínimos” sus contenidos informativos, señala un comunicado de su director, el sacerdote Sergio Montes.

Aunque no se trata de un cierre explícito, da la impresión de que así fuera, ya que en Bolivia hubo casos anteriores de medios impresos que apostaron por manejarse desde plataformas digitales y en la práctica han perdido protagonismo.

La decisión de ANF busca “posibilitar su mantenimiento” a la espera de mejores días, tras una “una crisis económica” en los últimos diez años, una “asfixia” para el medio.

DE LAS MÁS ANTIGUAS DE AMÉRICA

En 1963 el sacerdote español José Gramunt fundó la que fue la primera agencia noticiosa de Bolivia y se mantuvo frente a ella por medio siglo, retirándose de su dirección en 2013.

En declaraciones a Efe, uno de los fundadores de la primera redacción y miembro del actual directorio, el periodista Juan Carlos Salazar, recordó los inicios con un Gramunt que enseñaba el abecé del oficio de escribir en tiempos en los que no habían carreras de Comunicación en Bolivia.

Salazar ha escrito varios libros en los que cuenta la figura del sacerdote español y la dinámica informativa de los primeros años de ese medio de comunicación, en tiempos de la máquina de escribir, la escritura con copias y la exigencia de no tener errores para evitar rehacer los textos.

“Ha sido un baluarte de buen periodismo y un baluarte de la libertad de expresión”, mencionó Salazar sobre ANF.

EN LA HISTORIA DE BOLIVIA

La reestructuración anunciada de esta agencia que todavía no se sabe qué pasos seguirá es algo “muy penoso” para Julieta Tovar, una periodista que trabajó en ese medio por más de treinta años.

“Es un medio que ha vencido las dictaduras, a los golpes de Estado, ha vivido la democracia y ha podido sobrevivir a varios cambios en el sistema económico”, mencionó Tovar a Efe.

La referencia toma en cuenta el turbulento periodo que abarca de 1964 a 1982, en el que gobernaron gobiernos militares, la implantación de la democracia en octubre de 1982 y el gran ajuste económico de 1985.

La periodista Tovar repitió el adjetivo que muchos de los que trabajaron con el español Gramunt reiteran cuando hablan de su legado, el de “maestro”.

Al mismo tiempo que se contaba la historia de Bolivia, Gramunt no desaprovechaba para organizar reuniones de agenda con los periodistas, dar indicaciones individuales e inculcar más de un consejo práctico, señaló la comunicadora.

LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS

Salazar mencionó que la decisión de operar con lo mínimo “es el resultado del acoso, del boicot del Gobierno”, en referencia al trato que atribuye que recibió en los casi catorce años de Evo Morales en el poder.

La comunicadora precisó que durante el anterior Gobierno, ANF vio como se afectó “dramáticamente” su nivel de ingresos, ya que muchos ministerios y empresas públicas decidieron prescindir de sus servicios.

Eso se explica en parte por varias de las fricciones entre el Gobierno y el medio de comunicación, por algunos de sus contenidos.

“Entiendo muy bien la decisión de la Compañía de Jesús, realmente ha estado financiando el déficit durante muchos años”, comentó.

Para Tovar, a esto se sumó la ausencia de Gramunt, que “ha complicado mucho más la situación económica” debido a los contactos y contribuciones que era capaz de recabar.

La periodista señaló que el vacío de contenidos que dejará ANF será “complicado” fundamentalmente para los lectores y sus suscriptores.

Salazar subrayó que lo que le pasó a ANF refleja en parte la crisis por la que atraviesan los medios “convencionales” a nivel mundial, por la caída de ingresos en el negocio tradicional tras el saldo a los contenidos digitales.

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