Un proyecto y dos descartes para la Bienal de Venecia
A fin se resolvió el misterio: ya sabemos quiénes ocuparán el Pabellón de España en la Bienal de Venecia 2015. El AECID comunicó, con mes y medio de retraso sobre lo previsto, que ha sido elegido el proyecto presentado por el comisario Martí Manen y que cuenta con los artistas Cabello y Carceller, Francesc Ruiz y Pepo Salazar.
Lo que no se resolvió es la incógnita de tan absurdo retraso. Un retraso que, además de poco considerado con los artistas y comisarios implicados, es un tanto arriesgado porque se han perdido dos meses y medio de ocho para preparar dicha presencia: el mes y medio que el AECID ha pospuesto su decisión (fijada para septiembre) y el mes que se adelanta este año la Bienal de Venecia, que este año ha pasado de junio a mayo.
Como siguen sin conocerse las razones del retraso, la única forma de que el lector pueda valorar qué ha sucedido o por qué es una descripción de los tres proyectos presentados.
El ganador: Marti Manen y tres artistas alrededor de Dalí
El proyecto ganador, de Marti Manen (Barcelona, 1976) no es la presentación de un solo artista como había estado siendo una costumbre en la casi sacrosanta Bienal, sino una colaboración, ya se verá en qué medida integrada, de tres artistas. El proyecto se llama Los Sujetos y tiene que ver con un cuestionamiento de ciertas realidades actuales partiendo de la figura de Dalí, cuya lectura actual ya esta tan pulida como el punto de Calatrava en la misma Venecia. Se trataría de “encontrar la crisis en Dalí, la crisis de la sexualidad, del mercado, de la disgregación del mundo”.
Los tres artistas Cabello y Carceller, Francesc Ruiz y Pepo Salazar, todos en los 40-50 años, son los encargados de trabajar sobre esas tres líneas argumentales. Los tres son muy diferentes y llevan mucho tiempo trabajando en una zona donde la reflexión sobre el arte y lo social son una sola actividad.
El descarte más extraño: Rogelio López Cuenca
El proyecto de Juan de Nieves (A Coruña, 1964) tenía un título y un subtítulo: Por mover la lengua de otro modo. Un ensayo visual sobre el imaginario de lo español. El artista en solitario elegido era Rogelio López Cuenca. Según ha comentado Juan de Nieves a eldiario.es, “el proyecto tenía la vocación de reescribir ciertos aspectos consustanciales a nuestra historia reciente y mitos culturales, sin intención dogmática y menos aún científica, a través de una serie de imágenes y obras que articulaban toda una serie de discursos de carácter crítico: historia, lenguaje, diferencia, tópicos, España versus Europa, turismo, construcción cultural, símbolos, bandera, inmigración...”.
El proyecto estaba apoyado intelectualmente por personas como José Díaz Cuyás, Beatriz Herráez, Marina Garcés, Jorge Luis Marzo o Mar Villaespesa, entre otros. Conociendo el trabajo previo de Rogelio López Cuenca, suena a Marca España pero en hípercrítico.
Dos artistas, un dibujante, un reportero de guerra y tres fantasmas
El de Gerardo Mosquera llamado Ángeles era otra propuesta de grupo con los artistas Cristina Lucas, Andrés Rábago (El Roto), Gervasio Sánchez, Fernando Sánchez Castillo y la participación especial de Ricardo Bellver (El Ángel Caído) y Francisco de Goya. Está claro que lo más chocante a primera vista sería la presencia de un dibujante como Andrés Rábago y un fotógrafo de guerra como Gervasio Sánchez junto a dos artistas de lo más interesante que hay en España y cuya obra es prácticamente siempre política. Aunque, como en todos los preseleccionados, habitan un terreno donde las antiguas soluciones estéticas tienen siempre que ver con la producción de sentido.
Mosquera comenta que: “Hoy somos testigos de la afirmación de un arte social y político que potencia y enriquece a la vez los mecanismos del arte. Ai Weiwei, Francis Alÿs, Tania Brugera, Jeremy Deller, Mona Hatoum, Thomas Hirschhorn, Steve McQueen o Doris Salcedo son sólo unos pocos ejemplos de la influencia mundial y la diversidad del arte crítico actual. Antoni Muntadas y Santiago Sierra, dos españoles que han ocupado el Pabellón de España en Venecia, resultan también ejemplos destacados de esta orientación del arte”.
La reapropiación de Walter Benjamin
Hay que añadir que la exposición de Mosquera, porque eso era, giraría en torno a uno de los más famosos y emocionantes escritos sobre la condición actual, El Ángel de la Historia, de Walter Benjamin. Sucede que el director de esta bienal, Okwui Enwezor, se ha apropiado del tema angélico sin encomendarse a dios ni al diablo y menos darle crédito a Mosquera.
En suma, las tres propuestas, todas ellas muy diferentes, plantearían temas sociales/políticos de parecida índole. Presumiblemente más tensa/conflictiva en unos casos que en otros. Pero en las tres puede surgir esa tensión y, de hecho, da la impresión de que es lo que los tres comisarios esperaban.
Y volvemos al principio ¿por qué ha tardado el Ministerio de Exteriores todo este tiempo? La pregunta sin respuesta del medio millón de euros.