El cartel de la última película de Almodóvar reaviva el movimiento #FreeTheNipple: “Es muy triste que un pezón lactante sea problemático hoy en día”

Este lunes la productora El Deseo dio a conocer el póster de Madres paralelas, la nueva película de Pedro Almodóvar. El resultado no dejó indiferente: es un pecho en blanco y negro con un pezón lactante en la forma de un ojo. La gota de leche es al mismo tiempo una lágrima. Una imagen que empezó rápidamente a circular por redes sociales, generalmente con palabras de admiración, pero hubo una plataforma en el que no fue tan aceptado. “Como era de esperar Instagram ha eliminado el cartel que hemos hecho”, publicó Javier Jaén, autor de la imagen, en su cuenta personal de Instagram al mismo tiempo que volvía a subir el póster, que de momento permanece.

“Ayer me borraron la publicación. Hoy me ha llegado una alerta de que me podrían suspender la cuenta”, explica el propio Javier Jaén a elDiario.es. “Y lo más grave es que no hay un teléfono, una cuenta de correo, ningún sitio al que acudir cuando pasa esto para poder hablarlo con un ser humano”.

Ni Penélope Cruz ni Aitana Sánchez-Gijón, protagonistas del filme, han tenido problemas al difundir el cartel. A Milena Smit, en cambio, le borraron la primera publicación y la segunda se mantiene, al menos por ahora. Los casos de censura parecen aleatorios. En el caso de la cuenta de Javier Jaén, le han borrado la publicación por considerarlo contenido de carácter sexual o pornográfico. “Creo que el cartel está lejos de poder vincularse a ese tipo de conceptos, pero aunque así fuese no lo considero motivo de censura”, opina el diseñador del póster.

En teoría, según las normas comunitarias de Instagram, están prohibidas “algunas fotos de pezones femeninos al descubierto” y solo se permiten “en el contexto de la lactancia, un parto o los momentos posteriores, situaciones relacionadas con la salud o como acto de protesta”. Entonces, ¿por qué lo han eliminado?

“Inicialmente eliminamos varias publicaciones de esta imagen por romper nuestras reglas contra la desnudez. Sin embargo, hacemos excepciones para permitir la desnudez en determinadas circunstancias, como cuando existe un contexto artístico claro. Por lo tanto, hemos restaurado las publicaciones que han compartido el póster de la película de Almodóvar en Instagram. Lamentamos mucho la confusión causada”, explica un portavoz de Facebook a elDiario.es.

Ante el encargo, Jaén cuenta a este periódico que la productora El Deseo le conminó a ver Madres paralelas, en un montaje casi sin terminar, y a charlar con Almodóvar sobre el filme. El artista tomó apuntes durante la proyección y “en aquellos apuntes ya había un embrión de la idea de este cartel”. “La intención era traducir una historia muy compleja, con un montón de personajes, en un guiño comprensible”, explica. Se trataba de “representar una historia que tiene que ver con la maternidad y el drama de dos mujeres muy fuertes en una imagen que, además, no dijese mucho sobre la trama y dejase a la gente con ganas de saber más”.

Más tarde propuso varios diseños a la productora y el cartel del pezón se desestimó a pesar de que se consideraba el mejor. A la mañana siguiente, Pedro Almodóvar llamó al diseñador y le dijo que “si considerábamos que ese era el mejor cartel pues adelante con él. Y que si a alguien no le parecía bien, pues ya veríamos”. El póster se aceptó para la campaña de promoción de Madres paralelas, en lo que Jaén considera “una lección de libertad e integridad artística”, añadiendo que “es muy difícil y muy bonito trabajar con alguien que vea las cosas como las ves tú”.

“Puedo afirmar rotundamente que este cartel no se hizo buscando la polémica”, sostiene Jaén. “Al final creo que se pone un debate sobre la mesa. Yo utilizo Instagram desde hace años y no soy ingenuo, conozco el historial de la red en cuanto a censura. Pero, de alguna forma, hasta que no te toca de cerca no lo ves como lo que es”.

Además añade que, en su caso, la censura no le ha afectado como a muchas personas en la red social: “A mí me ha tocado desde el privilegio de ser un hombre haciendo un cartel para una película de un realizador reputadísimo, que seguro que va a ser un éxito. Si resulta que mi trabajo no le parece bien a Instagram, pues vale. Pero si me pongo en la piel de todas las personas a quien Instagram les dice que no les parece bien su cuerpo... que su cuerpo está mal, es erróneo, defectuoso y hay que taparlo... es dramático”.

“Es muy triste y muy patético que un pezón lactante sea problemático hoy en día”, sostiene el diseñador. “Por ser optimista”, sigue Jaén, “quiero pensar que todo el revuelo que se está montando con el cartel sirve de algo. Que hoy habrá familias que hablen de esto y se den cuenta de que hay algo muy raro en que lo 'aceptable' moralmente en nuestra sociedad se decida en un despacho de una empresa privada en Silicon Valley”.

Como señala Endika Rey en un análisis de El País, llama la atención que precisamente sea eliminado un póster en el que “no hay asomo de pasión”, como podría ocurrir en el trasero con labios y forma de corazón que Iván Zulueta diseñó para la película Laberinto de Pasiones (1982), sino que estaría más cerca del teaser poster que Juan Gatti diseñó para La piel que habito (2011) en el que se imitaba un manual de anatomía. 

Gatti es uno de los nombres que el propio Javier Jaén menciona entre sus referentes a la hora de hacer el póster de Madres paralelas. “Los carteles de las películas de Almodóvar son increíbles. Sin el trabajo de artistas como Juan Gatti, Óscar Mariné o Mariscal, yo no habría hecho hoy este cartel. Ellos abrieron el camino que hoy recorremos otros artistas”.

La lucha por liberar el pezón

Aunque reivindicar del pezón no debería tener nada de provocativo en pleno 2021, su imagen continúa removiendo ciertos códigos éticos anclados en la sociedad y recogidos en los códigos de conducta de algunas redes sociales. De ahí que Almodóvar, con este cartel, probablemente de forma premeditada, haya decidido romper una lanza a favor del movimiento #FreeTheNipple que defiende la exposición de los pechos y critica la diferente vara de medir cuando se trata del torso masculino. 

Chelsea Handler, Miley Cyrus, Rihanna y Scout Willis son algunas de las voces famosas que ha apoyado públicamente la causa. “No se trata de mostrar tus tetas, se trata de igualdad”, escribió Cyrus en su Twitter. Pero a pesar de los intentos de luchar contra el sistema con hashtags, protestas e incluso un documental, el movimiento #FreeTheNipple no ha conseguido subvertir las directrices de la comunidad de Instagram. 

Los motivos no llegan a estar del todo claros. No obstante, en 2015, el CEO de Instagram Kevin Systrom culpaba a Apple de esta censura ya que, según este, si permitieran desnudos tendrían que aumentar el límite de edad en la App Store al igual que ocurre con Twitter, que está clasificada para mayores de 17 años.

Pero la polémica no solo gira en torno a las fotografías de pezones: también con cuerpos no normativos. Fotos de la modelo Nyome Nicholas-Williams o la cómica Celeste Barber fueron eliminadas por ser consideradas pornográficas mientras que otros desnudos que mostraban la misma cantidad de piel y con la misma pose eran tratados de forma diferente por el algoritmo. ¿El motivo? La talla y la raza.: “Que una mujer negra gorda que celebra su cuerpo esté prohibida... Quiero promover el amor propio y la inclusión porque así es como me siento y cómo quiero que se sientan otras mujeres como yo”, comentaba Nicholas-Williams sorprendida, tal y como recoge The Guardian

La polémica provocó una ola de protestas bajo la etiqueta #IWantToSeeNyome en la que se acusaba a la filial de Facebook de hipocresía y racismo, provocando con ello que Instagram modificara su política sobre desnudos para permitir imágenes que celebran el cuerpo (como sostener el pecho) o las que son pornografía. Y Nicholas-Williams, aunque celebró el cambio en una publicación, comentaba que todavía quedaba camino por recorrer porque “todavía existe un gran desequilibrio racial en el algoritmo por el que los cuerpos blancos son promocionados y no tienen que preocuparse de que censuren sus publicaciones”. Una censura que, a juzgar por los hechos, puede llegar incluso a un póster de una película de Pedro Almodóvar.