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Conversaciones en la alcantarilla

Rafael Baladés / Sergio Gay

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El Día de los Trabajadores el que ama fue secuestrado por llamar afortunados a los parados. Los secuestradores han hecho un video con un teléfono y lo han enviado a la televisión. Lo que se ve es bastante feo. Son unos diez. Están en un lugar oscuro. Parece un pozo negro o una alcantarilla. Han encendido un fuego y están todos sentados alrededor. Hablan a voces. El que ama está atado y habla bajito.

-Yo, amigo, lo que quiero es que mis hijos coman. Que puedan comer todos los días como los hijos de los empresarios. Aunque solo sea por eso, tengo que encontrar un trabajo ya -ahora se dirige directamente a la cámara- ¡Necesito un trabajo ya! ¡Que alguien me de un trabajo ya! ¡De lo que sea!

-Si de verdad quieres trabajar tendrás que ayudar a tu empresario.

-¿Ayudar? ¿Nosotros? Los empresarios ya se ayudan solos. ¡Menudos listos!

-Si yo fuera empresario, querría gente leal y eficiente.

-¡Ya! Pero ellos no valoran eso. En el fondo, son torpes.

-¡Sí, sí! ¡Son torpes, malos e incapaces!

-Si yo fuera empleado, querría tener un empresario honesto y capaz.

-¡Claro! ¡Y yo! Pero busque usted uno. No existen. Solo están en el mundo para forrarse. Para quedarse con lo suyo y con lo nuestro. Hacen su fortuna con nuestra miseria.

-Eso me recuerda a los lobos peleándose por el mayor trozo de carne. Mientras haya pelea no habrá bienestar.

-¡Aquí no hay ningún lobo, amigo! ¡Los lobos están ahí fuera! Buscando carne barata, pobre gente a la que explotar.

-Y eso me suena a lucha obrera. Eso no es progreso. Hoy un empleado busca lo mejor para su empresario y un empresario, lo mejor para su empleado. Y de esa manera uno y otro progresan. Y los hijos de ambos, pues eso, comen...

-¡Pero ¿por qué estamos escuchando a este tío? ¡Qué sabrá éste payaso! Escuche, usted, señor que ama, hoy el mundo está lleno de ladrones. Los que mandan son unos ladrones. ¿Es que no ve la corrupción que hay?

-Pues si, por todos lados, la codicia humana...

-¡Pues sí! ¡Pues eso! Que algo tenemos que hacer para que eso cambie. Y hoy y aquí y ahora, podemos empezar limpiando un poquito el panorama. Podemos, por ejemplo, matar al que ama. Total para lo que sirve. -¿Y para qué serviría eso?

-Bueno, vale, tío. ¡Ya vale y ya vale! ¡Volvamos a lo mio! ¡Que nuestros hijos tengan para comer! ¿Qué pasa con eso?

-Eso tiene que tener solución. Mira cómo se alimenta todo lo que vive. Desde los grandes árboles hasta la última brizna de yerba, desde los ratones hasta los leones, todos se alimentan y gozan de la alegría de la vida. ¿Y cómo lo consiguen? Cada uno a su manera. ¿Y cómo lo conseguirán tus hijos, que son criaturas? Nosotros tenemos que conseguirlo para ellos. Y seguro que podemos. Estamos en el siglo veintiuno. Hay bancos de alimentos. Hay peces en el mar, carne que corre por los campos, hay mucha tierra para cultivar, árboles que dan frutos, huertos urbanos...

Pues sí, en cuanto se difundió el video de los secuestradores por la televisión, los hijos del hombre que se dirige a cámara fueron localizados y la gente les ha llenado su casa de comida. Se ve en la televisión: hay cientos de cajas y bolsas de comida en la puerta de la casa, en la escalera, en el portal, incluso en la calle, se ve toda una fila de cajas y bolsas bajo un gran cartel que dice: “¡Liberar al que ama! Es un hombre bueno como los de antes”... (Continúa)

El secuestro continúa. Envían un segundo video de las “Conversaciones en la alcantarilla” (así es como la gente ha empezado a llamar este asunto).

-En definitiva, lo que todos queremos es que nuestros hijos puedan vivir bien.

-Entonces tendrán que hacer algo bien. Algo bueno para los demás.

-¡Ya! Y ellos, ¿qué?

-Estarán colaborando con la sociedad.

-¿Y de eso se come?-Pues si. Pero la verdad... tendríamos que pensar un plan de vida.

-¿Se puede saber de qué coño estás hablando, loquito?

-¡Hum!... ¿Querrán ser nómadas o sedentarios?

-¡Huy, huy, huy! ¡Este tío me está cargando más de la cuenta!

-Si eligen ser nómadas, dónde vayan, harán lo que vean, eso ya se sabe. O sea, llevarán alegría y ayuda a donde vayan, trabajarán para los residentes. Harán un servicio y recibirán un dinero. Sin ningún compromiso. Preservando su libertad. Y llenarán los caminos del mundo con la melancolía de sus canciones y sus viejos cuentos de lugares remotos.

-¿Y eso es vivir bien? ¿Los nómadas viven bien?

-Si eso es lo que les gusta... Pero si prefieren ser sedentarios tendrán que hacer productivo el lugar que habitan. Bendecir la tierra que pisan. Enriquecer su comunidad. Hacer cosas que el mundo entero quiera comprarles.

-¡Eso suena mejor! ¡Sí, eso! Que ganen dinero, que se hagan ricos, que vivan como los ricos.

-Los que eligen ser sedentarios aman lo que hacen. Y el mundo ama lo que hacen. Porque la gente ama las cosas hechas con amor.

-Que sí, socio, que sí, que ya hemos pillado ese recadito, que si alguien quiere vivir bien tiene que hacer algo bien.

-Claro.

-¡Pero ahora escúchanos tu a nosotros! ¡Hay mucha gente que se forra sin hacer nada!

-No lo creo.

-¡Que sí! ¡Que se forran robando y engañando!

-Eso no suelo durar. Y suele acabar mal. Yo no le deseo eso a tus hijos. Si hacen bien, recibirán bien. Y si roban, serán robados, u odiados. De una u otra manera, recibirán lo que den.

-¡Este no sabe lo que hay ahí fuera! Usted no conoce el mundo, amigo. Al que no espabila se lo comen.

-Otra vez los lobos peleando por la carne...

-Peor que eso. Depredadores, salvajes, asesinos. ¡Fieras sin alma!-Sea usted uno de ellos.

-Pero, ¿¡que coño dice este tío ahora!? ¿¡Con quién coño se cree que está hablando!?

-Con gente libre.

-¡Te lo juro! ¡Este tío me subleva! Se enrolla y se enrolla y nunca llegamos a nada. ¡Yo me voy de aquí! No lo aguanto mas. O me voy ahora mismo, o lo mato, o me mato... ¡A la mierda el paro y la crisis y todo este puto mundo! ¡Me voy!... (Continúa)

Fin del secuestro. Envían un tercer video en el que se les ve a todos de pie, preparándose para salir. El que ama sigue atado y abandonado junto al fuego que se apaga. Hablan entre ellos.

-Que nuestros hijos puedan ser felices... Es lo que yo quisiera...

-Para eso tendrán que colaborar con el universo -susurra el que ama desde el suelo.

-¡Joder! ¡Ahora con el universo! ¡Calla ya, cansino! -y le da una patada de tacón.

-Ser feliz es gratis. Es mas sencillo que conseguir comida. Es como dormir. Solo hay que dejarse llevar.

-¡Vámonos! ¡Vámonos que este gilipollas empieza otra vez!

Y esta es la nota que publican hoy todos los periódicos:

“Si quieres trabajar, tienes que colaborar con tu empresario.

Si quieres vivir bien, tienes que colaborar con la sociedad.

Si quieres ser feliz, tienes que colaborar con el universo.

Y si no te gusta nada de esto, apúntate a los malos.“

Esta es, en resumen, nuestra conclusión de nuestras conversaciones en la alcantarilla.

Y otra: que el paro se arregla trabajando (todos, claro: sabios, políticos y trabajadores).

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