Las siete películas que más han dado que hablar en el Festival de Cine de Gijón
La 59ª edición del Festival de Cine de Gijón ya ha llegado a su fin. El certamen asturiano, celebrado del 19 al 27 de noviembre, ha programado más de 100 películas convirtiendo así la región en el epicentro del séptimo arte en España a lo largo de nueve días. Realizar una selección de lo proyectado no resulta fácil, y más cuando el ritmo frenético de los festivales provoca que ver unos filmes tenga como consecuencia perderse otros tantos. No obstante, sí que se puede poner el ojo en aquellos filmes que, más allá de los ganadores del palmarés, han dado de qué hablar y se han convertido por definición propia en protagonistas de este evento.
'Rien à foutre'
Rien à foutre (Zero Fucks Given, en inglés) es una película dirigida por Julie Lecoustre y Emmanuel Marre protagonizada por Adèle Exarchopoulos, conocida por La vida de Adèle, que ha conseguido el máximo galardón de la competición Retueyos (para primeros, segundos y terceros largometrajes). Se centra uno de los grandes temas de nuestra era: el de la ansiedad laboral. Su protagonista, una azafata de aerolínea de bajo coste con sede en la isla de Lanzarote, está tan inmersa en su trabajo y la idea de progreso que acaba quemada.
De esta forma, entre viajes por diferentes países, fiestas nocturnas y ligues efímeros de Tinder, los directores componen el retrato de una generación, la milenial, que siente cómo todo lo que les rodea en lo sentimental y lo laboral está continuamente pendiente de un hilo.
'We're All Going to the World's Fair'
No es casualidad que la ópera prima de Jane Schoenbrun haya sido elegida como Mejor largometraje por el jurado joven del FICX. Su sensibilidad conecta especialmente con las generaciones más tempranas, esas que están en plena fase de autodescubrimiento y que utilizan internet como vía para encontrar significados sobre sí mismos.
En este caso narra la historia de Casey, una adolescente que vive en un pequeño pueblo de EE. UU. que, al no tener demasiados amigos y problemas familiares, utiliza el ordenador como una ventana el mundo exterior. De ahí que decida sumarse a lo que definen como “el juego de rol online más aterrador de internet”, donde conocerá a otras personas que acabarán siendo su comunidad.
'El planeta'
Después de una consolidada trayectoria en el campo de las artes visuales, Amalia Ulman se estrena en el cine con un largometraje a caballo entre el drama y la comedia. El planeta narra la historia sobre una madre y su hija a punto de ser expulsadas de su casa, una situación compleja que en lugar de ser abordada desde la catástrofe se examina con un humor negro y sororidad que podría recordar al costumbrismo que late en ciertos filmes de Pedro Almodóvar.
No ha conseguido ningún premio en el palmarés, pero no por ello ha pasado inadvertida. Sobre todo para el público gijonés, ya que es una carta de amor agridulce sobre la misma ciudad en la que se celebra el festival. La dibuja como una urbe que se puede disfrutar pero también sufrir por factores como la falta de oportunidades laborales en una Asturias posindustrial, más centrada ahora en el turismo y el servicio. Quizá por eso, por no mostrar la típica imagen “postal”, ni el Gobierno de España ni de la comunidad quisieron apoyar el proyecto económicamente.
'C'mon C'mon'
Fue la encargada de dar el pistoletazo de salida de la 59ª edición del Festival de Cine de Gijón, y no pudo ser más acertada. El director estadounidense y realizador de videoclips Mike Mills cuenta la historia de un periodista radiofónico, encarnado por el polivalente Joaquin Phoenix, que se embarca en un proyecto para entrevistar a niños a lo largo de todo el país mientras es responsable de cuidar a su sobrino pequeño. Una situación que, desde luego, no estaba planeada por el protagonista.
Quien encarnó al Joker en la película homónima cambia aquí totalmente de registro, y pasa a una road movie en la que, como es habitual en el género, el viaje en carretera sirve como excusa para el crecimiento personal de los protagonistas después de enfrentarse a una serie de conflictos.
'Imaculat'
No es precisamente un cuento de hadas, pero es un filme tan bien dirigido que pocos se atreverían a decir que es una ópera prima. Imaculat, de Monica Stan y George Chiper, es un crudo drama basado en una experiencia personal de la codirectora que narra el paso de una joven por una clínica de rehabilitación. El problema es que el síndrome de abstinencia es el último de sus problemas: allí se encuentra con una serie de depredadores sexuales que harán de su estancia un infierno.
Llevar esta historia con tintes personales a la gran pantalla no ha sido fácil. “Me tomó mucho tiempo, porque he tenido que distanciarme de lo que viví para asimilarlo”, contaba a elDiario.es su directora. La cineasta considera que la violencia mostrada en su obra la vía para concienciar sobre esta serie de situaciones y, quizá, “conectarlo con tus propias experiencias para ser más consciente de ello”.
'Olga'
La primera película del realizador francés Elie Grappe se centra en la historia de una gimnasta ucraniana de 15 años que deja a su madre y amigas para irse a Suiza, donde se somete a un fuerte entrenamiento para labrarse una carrera como futura olímpica. Un tema de actualidad que, precisamente, llega el mismo año en el que la atleta Simone Biles ha puesto en primera plana la importancia de la salud mental en el deporte tras abandonar los Juegos Olímpicos de Tokio.
El filme cuenta, además, la inestabilidad de Ucrania durante una de sus mayores crisis políticas recientes: el Euromaidán. Las manifestaciones y revueltas, iniciadas por universitarios en 2013, acabaron con el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich y generando unas tensiones cuyas réplicas continúan a día de hoy.
'Ninjababy'
La directora noruega Yngvild Sve Flikke revierte la forma de tratar un embarazo no deseado en la ficción. En lugar de optar por un drama tremendista se decanta por una comedia muy original que huye de la típica condescendencia habitual en estas historias. Su protagonista es una mujer que tiene muchísimos planes antes de convertirse en madre, como salir de fiesta o ser dibujante de cómics, pero que se ven truncados. Y justo de ahí el título del filme: un bebé que se transforma en un ninja, un intruso, que provoca que Rakel se replantee tanto la existencia de este como la suya propia.
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