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La muerte de un padre (y de un marido) con coronavirus llega al teatro

Imagen de la obra 'I'm a Survivor'

Rocío Niebla

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Utilizar la poesía y el teatro como una forma de duelo, comprensión y herramienta para enfrentar la pérdida de un padre con coronavirus, este es el cometido de I'm a Survivor, una pieza de teatro autobiográfico que protagonizan la creadora María San Miguel y su madre, María José Santos. La obra fue una de las diez seleccionadas por el Festival de Otoño en la convocatoria Confín, que premió y ha programado obras creadas en confinamiento y que planteen artísticamente las emociones y situaciones de la pandemia. 

Este año el Festival brilla por la valentía y la novedad de “las piezas de emergencia” de la convocatoria Confín. El director del festival, Alberto Conejero, lo tuvo claro desde marzo: “Necesitamos una exploración poética de lo que estamos viviendo, de lo que nos está pasando. La poesía, la literatura y el teatro nos dan herramientas de comprensión más allá de los datos informativos. El Festival de Otoño no podía ponerse de lado. Así que activamos una convocatoria, un llamado a los creadores confinados. Así nace Confín”.  

Durante dos semanas, casi 500 artistas se presentaron a Confín: “la premisa era que explorasen artísticamente lo que estamos viviendo. El encierro, la incertidumbre, la estupefacción, el miedo, pero también la resistencia y la capacidad adaptativa del ser humano”. Diez de ellos (de disciplinas muy distintas) fueron los ganadores de 5.000 euros y de la producción del espectáculo por el Festival de Otoño que puede verse estos días.

Entre los seleccionados está I' m a Survivor de María San Miguel, fundadora de la compañía Proyecto 43-2 y conocida por Rescoldos de paz y violencia, una trilogía de teatro documental sobre la violencia en Euskadi en la que ha trabajado diez años. Se enteró de la convocatoria de Confín por amigos que le animaron a presentarse, pero ella no lo tenía claro hasta que se sentó a redactar el mismo día (y último día para presentar) que su padre ya ingresado por una infección de riñón en el hospital de Medina del Campo diera positivo en coronavirus.

“Mi padre es un superviviente a tres cánceres y una depresión, he ahí el título, y el COVID parecía que lo iba a superar también. El proyecto que presenté es la historia de mi padre. Yo soñaba subirlo a escena y que con su cuerpo contara. Me apetecería visibilizar que mi padre hablaba a través de una traqueotomía fruto de su segundo cáncer y tuvo que aprender a hablar de esa manera por ejemplo”, nos cuenta María San Miguel.

El 20 de abril le llama el director del Festival de Otoño, Alberto Conejero, para decirle que le habían seleccionado pero el 29 de mayo su padre fallece por una trombosis a consecuencia del coronavirus. La obra no tiene sentido o tiene más sentido que nunca, así que, junto a su madre decide seguir con el proyecto, reedireccionarlo y hablar (ambas) de su padre o marido. “El proyecto cambia, era I´m survivor y el survivor se murió... de lo que pude escribir y me salió fue sobre el duelo, la pérdida y de las supervivientes que somos mi madre y yo con todo lo que nos ha pasado”.

“Yo nunca había hablado de mí ni de mi familia en el teatro, pero el positivo en COVID -19 de mi padre y la ansiedad con la que estaba viviendo el encierro me lanzó.” María José Santos es la madre de María San Miguel, compañera de escena y actriz amateur. “Mi madre no sabe si va a saber hablar sin emocionarse en escena, hay momentos muy dolorosos. Está muy preocupada por no dejarme mal a mí que soy profesional, y yo le digo que lo que está haciendo me parece heroico y yo siempre se lo agradeceré. Le repito que nada de lo que pase en el estreno estará mal, que si las dos nos ponemos a llorar por mucho que estemos entrenando en los ensayos, pues que se llora, se coge aire y se continua”.

María San Miguel pretende con esta pieza visibilizar la pérdida y cómo se vive la primera fase del duelo “tan montaña rusa”, hablar de la memoria familiar y de lo que genera la muerte y la ausencia de un padre (o marido). “Si el teatro que vamos a hacer de manera rigurosa y artística sirve para construir memoria, y para que alguien se sienta menos solo y más acompañado, estaré muy satisfecha”.  

Lo cuenta Alberto Conejero: “María es una creadora que yo admiro profundamente. Cuando presentó el proyecto, su padre estaba enfermo con patologías previas a la COVID-19. Ella quería explorar la enfermedad del padre y el confinamiento, así como los cuidados invisibles a la enfermedad. Una vez fue seleccionada, el padre fallece y ella, con muchísima generosidad, reorienta el proyecto. Yo le agradezco enormemente el gesto radicalmente poético de compartir con los espectadores su duelo, y también su luz y la supervivencia que destila la propuesta”. 

El director del Festival de Otoño está muy orgulloso de los diez “confinados” y sobre I´m a survivor concluye: “Me enamora como la poesía y el teatro pueden arrojar luz en estos momentos tan oscuros. Como una creadora de la talla de María San Miguel hace tripas corazón para hacer presente a los ausentes. La pieza es una celebración de la figura del padre y una celebración del  recuerdo de los que ya no están pero no se han ido”.

I´m survivor se representará en la sala Réplika el 27 de noviembre a las 22h (entradas agotadas) pero podrá verse en streamig desde aquí.

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